Izuku como hombre lobo tiene muchas buenas cualidades, sin embargo, se le da pésimo ocultar sus emociones ya que su cola lo delata cada vez.
Pero no puede evitar mantenerse cerca de aquel vampiro que lo hace tan feliz.
✩⡱Los personajes de Boku no He...
-Quedan sólo veinte días para las vacaciones y no sé que ropa meter a la maleta- Kurosawa se encuentra a sí misma hablando sola, puesto que su amigo parece no oírla. -¿Estás bien, Izuku? Has estado muy callado durante los recesos-
Cómo no hay respuesta por parte del licántropo, decide llamar su atención de otra forma, así que opta por recorrer la columna de su amigo con uno de sus dedos. La expresión de su contrario no tiene precio.
-¿¡Por qué haces eso!?- exclama. Una corriente eléctrica le recorrió el cuerpo debido al contacto, dejándolo algo aturdido y con el pelaje erizado. -Me ignorabas- contesta, inflando sus mejillas. Deja escapar un suspiro antes de retomar el habla. -Te decía que estás muy callado, me preocupas- -Ah... Estoy pensando en cómo puedo ayudar a mi mamá, ayer se llevaron a Eri porque mis papás no están casados- confiesa en voz baja, apenado. -¿Es ese el único obstáculo?- el pecoso asiente. -¡Entonces vamos a hacer una fiesta para que puedan casarse!- -¿Qué? ¡Eso es mucho dinero, Tomoe! Mi familia no tiene tanto...- -El dinero no es nada si podemos ayudar a dos personas a cumplir un objetivo tan lindo cómo recuperar a una hija- la ondina le guiña un ojo. -Yo me encargaré de todos los gastos- -No podemos aceptar eso, tus padres se enojarán si saben que estás gastando su dinero en algo así- el rostro del rizado luce apenado. -Es mi dinero, es lo que he ganado trabajando medio tiempo y haciendo presentaciones en Harajuku- sus manos van a las pecosas mejillas de su amigo. -No pueden negarse, no puedo ayudar de otra forma, así que por lo menos acepta esta pequeña ayuda de mi parte-
Midoriya siente que su labio inferior tiembla y que los ojos se le llenan de lágrimas. Su pequeño sollozo despierta al vampiro en su cabello, quién de inmediato cambia su forma para averiguar que sucede con su novio.
No necesita palabras para saberlo, la sola mirada del licántropo se lo dice. Decide abrazarlo, dejándole besos en la frente que sólo hacen que el lloriqueo aumente. Izuku tiene una gran mezcla de emociones en su interior, pero la que predomina es la felicidad.
Está seguro de que Eri volverá junto a él y a sus padres, sana, para todos ser una familia, esta vez definitiva.
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Inko y Toshinori mantienen un ángulo de cuarenta y cinco grados perfectos frente a la ondina, agradeciendo por lo que ha decidido hacer por ellos. Las palabras no bastan; los adultos afirman que le pagarán hasta el último yen, sin embargo, la joven rosa se niega a que eso se cumpla.
Sus únicas peticiones son convertirse en una de las damas de honor de la señora Midoriya y poder ayudarla a escoger un vestido.
Y también un vaso de agua porque caminar bajó el sol la deshidrató bastante.
La loba lloriquea, atrapando en un fuerte abrazo a la joven, por el otro lado, el humano se contiene, aunque no puede evitar que algunas lágrimas se escapen de sus ojos.
-Um...- intenta soltarse un poco del agarre de la mujer para lograr hablar correctamente. -Debemos comenzar lo más pronto con las preparaciones- -¡Sí! Quiero a Eri de vuelta en mis brazos- Inko sorbe su nariz, concordando con las palabras de la ondina. -Toshi... Lamento que tengamos que casarnos así, espero que...- -Creo que si no hubiese sido por éste par de jovencitos, nunca me habría atrevido a pedirte matrimonio- el rubio coloca una de sus manos en la mejilla de la loba, sonriente. -¿¡Querías casarte con mi mamá!?- la cola de Izuku se eriza. Su expresión corporal hace que Yagi aleje la mano del rostro de la loba. -Ah, hijo, yo...- -¡Mi sueño de los diez años por fin se está cumpliendo!- esta vez se une al abrazo, provocando que la pequeña ondina quede más aplastada dentro del círculo familiar.
