A Wagging Tail & A Cold Heart 「Monster!Tododeku AU」

⁺˳‧₊♡࿐❛ FIVE ❜

Empieza un nuevo día y al igual que en los anteriores, se levanta con mucho ánimo. Se ducha y se asegura de que no hayan pulgas en su pelaje, y sólo cuando ha terminado de rebajar el pelo de su rostro se decide a vestirse.

En la mesa del comedor hay dos enormes tazones de arroz con huevo y un par de tazas de té verde. Puede ver a su madre en la cocina terminando de lavar una sartén, aunque cuando lo ve, se seca las manos para acercarse a él y darle un beso en la frente a modo de saludo de buenos días.

-Ayer me llegaron tus calificaciones, estoy realmente orgullosa de ti, Izuku- la mujer le acaricia el rostro al mismo tiempo que deja otro beso en su frente. -Se las envié a Toshi durante la noche, también está orgulloso de que estés encajando tan bien-
-Me encanta la academia, aunque debo admitir que al principio estaba un poco asustado- comenta, sentándose al mismo tiempo que su madre. -Pero Todoroki y mis otros amigos me han ayudado a llevarlo bien-
-Lamento que no hayamos podido inscribirte antes- el pequeño lobo niega, a lo que su madre alza una oreja y una ceja a modo de pregunta.
-Está bien así, por lo menos en mi escuela anterior dejaron que me transfiera a medio año- sonríe. -Gracias por la comida-

Ambos desayunan, hablando de las clases y los amigos de Izuku, así como de las cosas que Inko ha hecho con sus compañeras de trabajo. La charla hace que no noten cuando sus platos quedan vacíos, por lo que deciden terminarla para que al pecoso no se le haga tarde. Él ayuda a su progenitora con los trastes sucios a pesar de que ella trata de impedírselo, y cuando termina, se lava los dientes e intenta peinar sus rizos, sin éxito.

Se dirige a la entrada de su hogar para colocarse sus zapatillas y cuando está listo recibe una caricia en sus rizos por parte de su madre. Ella prosigue a darle un beso en la frente antes de despedirse de él durante un día más, está feliz porque su hijo finalmente ha encontrado un lugar en el que encaja plenamente.
El joven se despide amablemente con un gesto de mano cuando está por abrir la puerta, sin embargo, esta es abierta desde afuera, lo que hace que ambos se lleven una gran sorpresa.

-¡Papá!- exclama antes de lanzarse a los brazos del hombre. -¡Te extrañé tanto!-
-Sólo me fui por un mes, Izuku- aclara, poniendo una mano sobre los rizos del pecoso. La cola de éste se menea de lado a lado rápidamente, demostrando la felicidad que hay en él, lo que hace al gran hombre dedicarle una sonrisa. -Pero también los extrañé demasiado-
-¡Tengo nuevos amigos! ¡Y en la academia hay comida muy deliciosa! ¡Y...!- escucha al rubio reír fuertemente.
-Más tarde me lo contarás, ahora vete para que no llegues tarde a clases- reparte unas caricias más en sus rizos con su gran mano y lo abraza antes de dejarlo ir.

Sus padres se quedan mirándolo desde la puerta mientras él trota por la calle con su distintiva mochila amarilla. Están orgullosos del joven lobo que han criado.

Reduce la velocidad de su andar cuando sale de su barrio y decide centrarse en los cantos que los pájaros ofrecen a cada monstruo que camina por esa calle, congeniando con la felicidad que siente al tener de vuelta a su familiar.

-¡Izu!- detiene su caminar para voltear hacia el lado del que viene la voz que lo llama.
-Mamoru, Hanako, buenos días- saluda amable y feliz, lo que llama la atención de una de las momias.
-Buenos días- corresponde ella, seria, pero hermosa.
-¿Algo bueno ocurrió hoy?- señala el meneo contento del licántropo.
-¡Sí! Mi papá volvió de su viaje de negocios, así que estoy muy feliz- contesta con una gran sonrisa. -Vamos a poder jugar de nuevo toda la tarde-
-Pareces quererlo mucho- esta vez es la chica de ojos morados quién habla. Ambos están sorprendidos por la decisión de ella de unirse a la conversación.
-Sí, lo quiero demasiado- mantiene su cabeza en alto, orgulloso. -No pude verlo por mucho, así que ya estoy deseando que sea la hora de salida para poder hablar con él-