⁺˳‧₊♡࿐❛ SEVEN ❜

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Su muerte fue en una época muy distinta a la que vive actualmente, cree que lo ha superado, pero es mentira, todavía tiene pesadillas con ese día.

❝ Nació en ese lago, por lo que conoce perfectamente todo el perímetro. Él y su melliza son inseparables desde pequeños, aunque de vez en cuando él se escapa para explorar el mundo terrestre.

Ese es uno de aquellos días. Hay un pequeño pueblo de humanos más al sur que desea visitar, aunque su madre le ha prohibido acercarse porque los humanos no aceptan el hecho de que haya monstruos viviendo cerca de ellos.

Sale del agua con la intención de desobedecer a su progenitora y explorar lo que hay en la zona sur, sin embargo, vuelve a hundirse en el lago cuando escucha pasos acercarse al lugar en el que se encuentra.

Está a punto de sumergirse e irse a su casa, pero una melodía proveniente de la superficie llama su atención y no puede evitar quedarse donde está para oírla. La dulce voz de quién canta se deja escuchar por un par de minutos más y tras ello, sólo se escucha el movimiento del agua y el viento chocando contra los árboles.

Sale de su escondite para buscar a la dueña de la voz, sin contar que se la encuentra de frente. La chica humana suelta un gran grito y Mamoru espera a que salga corriendo, lo que no espera, es que ella le dé un gran puñetazo en la mejilla.

-¡No puedes asustarme así!- grita ella, amenazando con golpearlo otra vez.
-Lo siento, lo siento- mantiene una mano delante de su rostro para evitar ser atacado de nuevo, mientras que la otra la mantiene en su lado golpeado. -Sentí curiosidad porque dejaste de cantar-
-¿¡Me escuchaste!?- la joven tiene las mejillas rojas. -Espera, tú...-
-Soy una ondina- sonríe ampliamente antes de que ella pueda catalogarlo con la amplia palabra que es "monstruo". -Me llamo Mamoru, ¿Cuál es tu nombre?-
-Kyoka...- parece desconfiar, aunque es normal, es sabido por todos que las ondinas tienen la mala costumbre de mover las aguas para destruir los barcos de los humanos.
-Si no es mucho pedir, me gustaría escucharte cantar una vez más- su mejilla ya duele menos, así que flexiona sus brazos sobre la orilla del lago y recuesta su cabeza en ellos. -Por favor-

Kyoka va a negarse, pero la mirada sincera del moreno se lo impide. Con un poco de vergüenza comienza a tararear la misma canción de antes, para luego dejarse llevar y cantar a viva voz.

Sin saberlo, aquello se convierte en su rutina. A diario, a mediodía, Sakimoto nada hasta la superficie, donde espera a que la humana haga su aparición. Ella suele llevarle comida, la cuál es más agradable que comer peces pequeños y plantas acuáticas.
Mantienen el mismo ritmo por un año y medio, hasta que el monstruo se da cuenta de que está completamente enamorado de la humana.

-Últimamente estás yendo mucho a la superficie- Mamoru se sobresalta cuando la voz de su hermana se hace oír tras su espalda. -Antes me contabas todo, ¿Por qué ya no?-
-Porque... Esto definitivamente no va a gustarte- sonríe de lado. Hanako alza una ceja. -Me... Me gusta una humana-
-¿Qué? No, no, no- niega con la cabeza. -Estás loco-
-Sí-
-No, realmente estás loco, es imposible que te guste una humana, cuando mamá se entere...-
-¡No! Mamá no puede enterarse, me lanzaría al kraken- la ondina de ojos morados se cubre el rostro con ambas manos. -Por favor, guárdame éste secreto-
-No puedo hacer eso- retrocede, impulsándose con sus piernas hacia atrás, quedando con el cabello en la cara debido al agua.
-Te lo ruego, Hanako- se acerca y logra tomarle ambas manos. -Hoy voy a decirle como me siento, si me rechaza, haremos cómo que nada de esto hubiese ocurrido, pero si me acepta, le contaré todo a mamá-

A Wagging Tail & A Cold Heart 「Monster!Tododeku AU」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora