El terror la invadió.
—¿Shawn, qué está pasando?.
Él se inclinó y la besó con firmeza, quitándole el aliento.
—Vete.
Ella corrió. Pasó por el comedor y se lanzó por el pasillo donde estaban situadas las habitaciones para huéspedes. Buscó el camino en la oscuridad, deslizando las manos por las paredes. Abrió la puerta del baño y apresuradamente entró, trancó la cerradura y luego tanteó alrededor en la oscuridad. El lavabo, el borde del inodoro. Bajó silenciosamente la tapa del asiento y luego se sentó, encorvándose se abrazó las rodillas junto al pecho.
¿Pasaron horas o apenas minutos? Sentía que era una eternidad. ¿Dónde estaba Shawn? No oía ningún sonido, sólo la capa sofocante de oscuridad.
Entonces oyó pasos. Pasos lentos, cautelosos. Más cerca, hasta que se detuvieron del lado exterior de la puerta. Contuvo la respiración y luchó contra el pánico que
amenazaba adueñarse de ella.—Andrea soy yo. Abre la puerta.
Se levantó como resorte del asiento, abrió la puerta de un tirón y se lanzó en los brazos de Shawn.
—¿Qué está pasando? — susurró.
—No estoy seguro. Verifiqué la casa, y los alrededores. Los fusibles están bien, ningún alambre cortado. Debe ser un problema en la línea.Suspiró aliviada.
—Estaba asustada.
—Lo sé. Lo siento. Vamos a la sala de estar. Quiero que estés donde pueda verte. Voy a encender el fuego.
Ella lo siguió por el pasillo, su mano prendida con firmeza en la de él. Cuando entraron en la sala de estar, una sombra surgió en su línea de visión. Antes de que pudiera reaccionar, sonó un disparo y Shawn fue abatido.
Cayó en el suelo, a sus pies.
Andrea gritó. ¡Oh Dios, Shawn había sido alcanzado! Se dejó caer al suelo, indiferente al peligro que corría.—¡Shawn! ¡Shawn! -gritó.
Deslizó las manos por su pecho, sintiendo el tacto cálido y pegajoso. Sangre.El dolor estalló en su cabeza, cuando alguien la obligó a levantarse tirándole de los pelos.
Reaccionó con furia, pateando y revolviéndose. La figura oscura la arrojó lejos de su cuerpo y ella se golpeó contra la pared. Antes de poder correr, estaba sobre ella. Le golpeó la cara con el dorso de la mano, tirándola al suelo.Se quedó acostada allí, aturdida, el dolor relampagueando en sus ojos. El atacante le empujó las manos a la espalda y se las esposó. Luchó de modo salvaje, pero él la mantenía inmovilizada contra el suelo con la rodilla. Él le dobló las piernas, y poniéndolas juntas también las esposó por los tobillos.
— ¡Suéltame, bastardo! —gritó ella.
La golpeó nuevamente, luego metió un trapo en su boca. Después amarró un pañuelo alrededor de su cabeza, asegurando la mordaza. Con la rodilla apretando firmemente en la espalda de ella, rebuscó por un minuto y entonces lo oyó discando en un teléfono. Estaba llamando a alguien. ¿A quién?—La tengo —dijo.—Sí. Ya me hice cargo —escuchó por un minuto—. La llevo a la cabaña. Está en un lugar remoto. Nadie la hallará, me aseguraré de atar todos los cabos sueltos.
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Los Trillizos Mendes
Fanfiction-Es una completa locura.-Dije al borde de desmayarme. -Es nuestra locura.-Dijo Peter. -Serás de nosotros.-Shawn sonrió. -Para siempre.-Raúl Me abrazo.