Epilogo

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Andrea Se despertó por un terrible dolor de estómago, a su lado estaba Peter y Shawn durmiendo plácidamente.

—¿Qué pasa?.—Pregunto Shawn sentándose bruscamente en la cama.

—Me duele.—Lloriqueo.—Me duele mucho.

Los ojos de Shawn se abrieron abruptamente y salió en busca de Raul.

—¿Qué te pasa?.—Pregunto Raúl sosteniéndole la mano.

—Creo que ya va a nacer.—Respiro entrecortadamente.

—Debemos llevarla al Hospital.—Dijo Peter.—Pronto.

—¡Muévanse!.—Grito Shawn.

Ayudaron a Andrea a ponerse de pie pero la castaña volvió a tomar asiento y el liquido resbalo por sus piernas.

—No es posible....

—No tenemos tiempo de ir al hospital.

—Les dije que debíamos quedarnos en el hotel de la ciudad.—Raúl dijo eufórico.— Esto esta mal.

—Muchachos.—Grito Andrea.—No es momento.

Shawn tomo unas toallas y las repartió a cada uno.

—Muy bien.—Suspiro.—Debe ser lo mismo que cuando las yeguas tienen a sus pequeños.

—¿Qué tan malo podría resultar?.—Pregunto Raúl.

Andrea se acostó en la cama y espero a que los hermanos hicieran algo pero ellos solo se quedaron ahí parados mirándose el uno al otro.

—Estoy asustado.—Dijo Raúl mirando a la castaña.

—Muy bien Andrea.—Se acerco Shawn a levantar su camisón.—Respira hondo.

—Primero debemos contar el minuto de las contracciones.—Raúl saco su cronometro.—Avísanos cuando llegue.

Andrea respiro profundamente y apretó la mano de Shawn cuando otra contracción la azoto.

—No es posible.—Jadeo Raúl.—Un minuto.

—Raúl, trae más toallas y agua caliente.—Peter se acerco a la cama y arremango sus mangas.—Muy bien Andrea, Haremos lo que podamos solo respira hondo, ¿De acuerdo cielo?.

Shawn levanto el vestido de Andrea hasta su estomago abultado, Introdujo un dedo para saber que tan dilatada estaba; Shawn miro a su hermano preocupado.

—Aquí están las toallas.—Dijo Raúl llegando con todas las toallas y un balde con agua caliente.—¿Cuanto es de dilatacion?.

—Ya senti su cabeza.—Trago saliva sonoramente.—Muy bien querida, Es ahora o nunca.

—Puja Andrea.—Peter le pasó la toalla húmeda por su cara.

Shawn y Raul se encontraban tratando de sacar a su hijo, Esto era muy difícil para los hermanos y para Shawn era como si nunca hubiera visto a ningún ser humano nacer.

—Puja.—Raúl tomó la cabeza del bebé tratando de ayudarle a salir.

Andrea apretó la mano de Peter y cerró los ojos, Le dolía demasiado; "Ay Dios juro que no lo vuelvo a hacer" pensó. El chillido del bebé la hizo sentirse aliviada.

—Es una niña.—Sonrió Shawn.

Peter se acerco a su hermano y miró a la pequeña.

—Es hermosa.—Miró a Andrea.

Raul se encargo de llamar a la ambulancia, Debían venir para llévalos al hospital y asegurarse de que todo estaba bien.

—Nuestra Niña.—La envolvió en una toalla Raul.

—Nuestra Charlotte.—Sonrió Andrea agotada.

Fue ahí cuando los hermanos se dieron cuenta que Dios por fin les había sonreído, Les había traído una perfecta mujer y una perfecta hija.

Días después del nacimiento de su hija, Los padres de los Mendes llegaron para conocer a su nieta, Lo cual quedaron encantados con Andrea.

—Es una chica increíble.

Había dicho Hugo, Uno de los padres de Shawn.

Shawn y sus hermanos observaron maravillados a su ahora esposa y madre de su hija. Estaban más que contentos de que todo haya resultado muy bien, Ahora estarían más que dispuestos a protegerlas y amarlas como se debe.

Fin.

Los Trillizos MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora