Los Trillizos Mendes

Capitulo 18

Shawn entro en la cabaña y colgó su Stetson y su abrigo en el gancho de la puerta. Miro alrededor, pero solo vio las ascuas agonizantes del fuego. Todo el mundo debía haberse ido ya a la cama.

Su ingle estaba apretada. ¿Hallaría Andrea en la cama con sus hermanos? Sabía que Raul y Peter se acostaron con ella separadamente, y la verdad era, que esperaba ansiosamente hacer lo mismo. Caminó en silencio por el pasillo y se paró cuando vio su puerta cerrada. Ninguno de ellos dormía con la puerta cerrada. Probó la perilla y la encontró bloqueada. ¿Qué demonios? ¿Dejarlo fuera de su propia habitación?.

Se volvió y camino hasta la habitación de Raul, para ver si él estaba allí. La puerta estaba entreabierta. La abrió con el codo y se asomó dentro. Raul estaba dormido entre las sábanas arrugadas. Solo, Se acercó y sacudió el hombro de Raul. Se despertó inmediatamente.

—¿Qué hora es?— exigió Raul con la voz atontada.

—Son las tres de la mañana.

Raul se sentó y se restregó los ojos.

—¿Dónde demonios estuviste hasta ahora?

—Ayudando a Camila a encontrar al niño perdido. ¿Dónde está Andrea?

—En tu habitación —contesto Raul

—¿Porque está la puerta cerrada?

Raul se levantó y encendió la lámpara de al lado de la cama. Clavó a Shawn una mirada de disgusto.

—Esta sufriendo, Shawn.

El corazón de Shawn se sacudió. No le gustaba pensar en Andrea sufriendo. Antes de irse, ella estaba enfadada, pero había esperado que Raul y Peter hubieran aliviado cualquier preocupación que tenía.

—¿Porque no resolvieran el problema? —exigió Shawn.

—Tú le estás haciendo daño, Shawn. No nosotros.

—¿Yo? ¿Qué demonios hice yo?

Shawn sintió crecer su ira. No iba a jugar estúpidos juegos mentales, y Raul le estaba sacándole de quicio rápidamente.

Raul suspiro y deslizó sus piernas por el lado de la cama.

—Mira, Shawn, está teniendo una época dura, y el haber corrido en cuando recibiste la llamada de  Camila, no ayudó. Esta insegura y ¿quién puede culparla después de lo que le hizo el pendejo de su Padrastro?.

—¿Está enfadada porque fui ayudar a Camila?

—Quizá si tú le habrías explicado la naturaleza de tu relación con Camila, Andrea no se sentiría como se siente, pero ella sabe que hay algo entre ustedes dos, y sabe que a Camila le gustas. Hasta ahora, Camila actuó como una perra celosa. Como una mujer desdeñada. Andrea no es estúpida, Shawn. Yo tampoco. Algo hay entre tú y Camila.

Los músculos del rostro de Shawn se endurecieron y presionó los labios.

—Lo que pasa o no entre nosotros no es problema tuyo

—Ahí te equívocas —dijo Raul, sin alterarse —Muy equivocado. Es mi problema. Amo a Andrea. Y creó que tú también, Shawn. Creo que Peter también la ama, aunque le llevaría mucho tiempo hasta admitirlo para él mismo. Cualquier cosa que haces y hiere a Andrea, es mi problema. Es tanto mía como tuya y de Peter (amo a este hombre!). Si esta relación va a funcionar, vas a tener que sacar de tu cabeza a la perra de Camila.