Si tan solo supieras lo loco que tú me tienes. – Valeria Noblecilla.
No puedo creer lo que estoy viendo, es que no puede ser cierto. A lo lejos escucho cómo me llaman, trato de concentrarme para salir de mi trance. ¡Tú puedes, Oliv, vamos!, hasta que lo consigo.
- ¡IAN, PARA, POR FAVOR! LO VAS A MATAR - le digo acercándome a él, mientras sigue dando golpes.
- ¡IAN! TE HE DICHO QUE PARES - sigo gritando - ¿ES QUE NADIE VA A AYUDAR? - digo mirando a todo el mundo, escucho como llaman mi nombre pero decido ignorarlo, vamos, piensa, Oliv.
- ¡TE VOY A MATAR, ME ESCUCHASTE! - golpe tras golpe - ¡LA PRÓXIMA PENSARÁS ANTES DE PONERLE UNA MANO ENCIMA!
- El... no se resistió - contesta el chico como puede, pero este lo que quiere es que lo maten.
Cuando veo cómo le cambia la cara a Ian, realmente me asusté y decidí actuar más rápido antes de que lo mate.
- Ian - le digo al oído bajito - Llévame a casa, por favor - mientras que lo abrazo por atrás sintiendo cómo se tensa - Ven, vamos, quiero ir a casa contigo - veo cómo tiene el puño alzado y decido con mi mano envolverla - Vamos, por favor, no me siento bien - Y es ahí cuando se levanta, mirándome a los ojos.
- Vamos - dice a secas, serio y molesto con los ojos llenos de rabia mirándome. Me coge de la mano, comenzando a arrastrarme a la salida.
Comenzamos a caminar hacia la salida delante de las miradas de todo el mundo encima de nosotros, entonces Ian para.
- ¡¿QUÉ MIERDA ESTÁN MIRANDO?! - grita a todos apretando con demasiada fuerza mi mano, volviendo a jalarme.
Logramos salir de la discoteca para encaminarnos al coche. Lo veo cómo camina, cómo frunce su ceño, cómo todo su ser expresa enojo.
Trato de soltarme, ya que no siento la sangre circular por mi mano, pero no me deja, todo lo contrario, me aprieta más y me jala.
- ¿Qué mierda te pasa, Ian? Me estás dejando sin mano - le digo enojada.
- ¿Qué que me pasa? - dice volteando bruscamente - Me pasa que no te soporto, me pasa que jamás he podido odiar tanto a una persona como lo hago contigo.
- ¿Pero yo qué te he hecho? - le digo un poco dolida, no sé por qué me afectan sus palabras.
- ¿Qué has hecho? A ver, comencemos porque te comportas como una puta cualquiera - y es ahí cuando mi mano vuela a su mejilla.
- ¿Pero tú quién te crees que eres? - le digo mirándolo a los ojos furiosa - ¿Quién mierda...? - no me deja terminar ya que me coge del brazo y me acerca a él.
- Vuelve a ponerme una puta mano encima, Olivia, y no respondo - me dice mirando demasiado cerca mis labios.
- Y tú vuelve a llamarme una cualquiera y jamás te olvidarás de mi nombre, hijo de puta - le digo molesta, que va, furiosa es la palabra correcta, pero entonces veo cómo sus ojos cambian rotundamente, volviéndose completamente oscuros.
- ¡SUBE AL PUTO AUTO! O TE JURO QUE ESTA POCA PACIENCIA SE ACABARÁ, OLIVIA - y no puedo mentir que ese grito que me ha metido me asustó demasiado.
Lo miro con mis ojos aguados, junto la poca dignidad que me quedaba y me encamino a la pista a pedir un taxi o caminar a casa. En este punto ya me daba igual, la borrachera que tenía, junto a la felicidad que me desbordaba de no sentir nada, sé a cagado.
Escucho cómo me llama de lejos pero decido ignorarlo. No sé quién mierda se ha creído para tratarme así. Tengo derecho de divertirme, bailar, tomar. No entiendo cuál es su problema, ¿cualquiera? Me hace una cualquiera besar a un chico que no conozco, dejar que me toque si yo quiero. Pero cuando él besa a quien se le da la puta gana, no lo hace un cualquiera, ¿cuando se tira a la primera tía que ve no lo hace un puto? Pero si yo lo hago, ¿sí? Eso es totalmente injusto.
ESTÁS LEYENDO
Si tan solo supieras...© COMPLETA
Romance[COMPLETA] En un mundo de secretos y deseos, un encuentro inesperado puede encender una chispa que cambiará todo lo que creíamos saber sobre el amor y el pasado. Sin más que decir, espero y disfruten de esta novela como yo ❤️ ★Obra protegida por de...