18 | 𝙻𝚞𝚔𝚎

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A mi manera

Mi forma de querer es bruta, diáfana y sin frenos que amortigüen. No sé si es la correcta o no, pero es la única que conozco. - Xenon

IAN

Veo cómo la enfermera me limpia las heridas de las manos y muñecas, mientras parlotea haciéndome mil y una preguntas sobre cómo me he hecho esto.

Pero mi mente está en otro lugar, o mejor dicho, en una persona en específico con nombre y apellido. Una persona cuyo hobby favorito es volverme loco cada vez que puede. No me quejo; después de todo, ella me encanta desde la primera vez que la vi, con su inocencia y dulzura podría parar guerras o causarlas, y con ese pensamiento sonrío. Aun siento sus labios sobre los míos, siento los rastros que ha dejado en mí, aún siento su tacto.

De repente, un sonido me saca de mis pensamientos, y noto que es mi teléfono el que suena. Al ver el identificador, veo que es Luke.

**Llamada**

— Dime —contesto.

— ¿Dónde estás? Estoy que te busco.

— En la enfermería, bro.

— ¿Qué mierda haces en la enfermería? Ah, no, ¿qué hiciste? —puedo imaginarme que se está tocando la cabeza, frustrado, jaja.

— ¿Quieres la verdad o la mentira? —lo pico.

— No seas cabrón, dímelo ya.

— Jajaja, destrocé el baño de hombres.

— Estás más loco que una cabra, jaja. Apenas termines, vente al estacionamiento; las chicas salen en 10 minutos.

— Salgo en dos. —cuelgo.

**Llamada terminada**

Al ver cómo ya está terminando de vendar mi mano izquierda, me levanto de la camilla con mis cosas en la otra mano, dándole las gracias a Ingrid. Siempre es la que me limpia las heridas.

Me encamino al estacionamiento de la universidad para encontrarme con Luke. Al final, lo veo apoyado en las motos, que son toda una belleza, pero la mejor es Betty (mi moto), una hermosura andante. Me acerco a Luke, dándonos nuestro típico saludo.

— ¿Qué tal, bro? —lo saludo.

— Al fin llegas, las chicas están por salir —dice, tirando el cigarrillo.

— Sí, solo que Ingrid se demoró un poco en vendarme la muñeca.

— No quisiera ser lo que sea que has pegado —dice mirando mi mano—. ¿Podrás pelear?

— Dentro de una semana estaré como nuevo —le digo, mientras me prendo un cigarro—. No te preocupes.

— A la próxima utiliza todo menos tus manos, ¿vale? —dice riendo.

— Jajaja, dale —expulso el humo.

— Ahí vienen nuestras princesas —dice mirando fascinado a Holly, pero luego cambia su expresión—. ¿Qué mierda? —dice molesto. Levanto la mirada para ver qué es lo que le molestó. Y ahora entiendo por qué está enojado.

Tira el cigarrillo recién prendido para ir a ver a Holly, que está teniendo una pequeña discusión con el idiota al que no recuerdo cómo se llama.

— Anda a ver a tu princesa en apuros —le digo riendo, mientras él solo me saca el dedo del medio.

A lo lejos, veo salir a una cabellera oscura y la identifico inmediatamente: Olivia. Pasa al lado de su compañera riéndose de lo que pelea con el individuo. Al bajar las escaleras, para y comienza a examinar todo el estacionamiento hasta que da conmigo y sonríe. No puedo evitar mirarla con un tremendo imbécil; ella me tiene estupendamente loco.

La veo caminar ajena a lo que pasa a su alrededor. ¡Mierda! Es realmente hermosa. Comienzo a examinarla de pies a cabeza, y no puedo evitar que la escena del baño venga a mi cabeza. Ella se da cuenta porque la veo sonrojarse. No puedo evitar soltar una carcajada. Cuando la veo realmente cerca, abro mis brazos, y ella lo entiende rápidamente, ya que viene corriendo hacia ellos.

Una vez que la tengo en mis brazos, la alzo en ellos. Veo cómo muchas personas nos quedan viendo sorprendidas. Sé lo que piensan: ¿qué hace una chica como ella con un chico como yo? Y la verdad es que me vale tres mierdas bien grandes lo que responda esa pregunta. Solo sé algo y es que ella es mía, como yo soy de ella.

Escucho cómo suelta una carcajada, y no puedo evitar seguirla.

— Lista —le digo, mientras la bajo de mis brazos, dándole un beso en la comisura de sus labios.

— Podemos esperar a Holly. Creo que Luke la iba a llevar —dice mirándome roja.

— Pequeña, dame un momento —le digo cuando veo a Luke muy alterado—. Ya vuelvo, no te muevas; anda guardando tus cosas en la motocicleta —le doy las llaves, y ella solo asiente.

Me encamino hacia Luke cuando veo que quiere reventarle la cara al imbécil. Miro a Holly, y la veo asustada.

— ¿Qué está pasando aquí? —digo serio.

— Tu amigo está que me toca las bolas —dice el imbécil, y no puedo evitar levantar una ceja.

— El que me está tocando las bolas eres tú —dice Luke, rojo de lo molesto que está—. Ya te dije que la llevaré yo.

Ahora entiendo por qué es todo este puto lío. Miro a Holly, y la noto incómoda.

— Holly, vete; anda, montate en la moto —dice Luke, decidido. Ella me mira como no sabiendo qué hacer, y es ahí cuando me meto.

— Holly, anda con Oliv, te está esperando —le digo, y ella sale disparada—. Ahora, miren, par de imbéciles, la han asustado —los miro—. Aclárense de una puta vez, ¿quién la lleva?

— Ya dije que yo —dice Luke, más cabreado que nunca, y lo empuja.

— Dejaré que la lleves tú, pero no creas que será así de fácil la próxima vez —este está que se quiere ganar una de las buenas. Veo cómo Luke quiere voltear a partirle la cara y lo retengo.

— No vale la pena —le digo empujándolo hacia las chicas—. Vamos, que nos esperan —él solo asiente.

Nos encaminamos hacia ellas; puedo ver que están hablando. A Holly se le ve un poco asustada y a Oliv sorprendida.

— Montate —le dice Luke, aún cabreado. Holly hace lo suyo murmurando un "imbécil" y se sube.

— Bueno, princesa, es hora de llevarte a casa —le digo, tomándola del cuello para ahora sí, plantarle un beso y dejar claro que es mía.

— Vamos —dice roja, cuando comienza a alejarse. Yo no se lo dejo fácil, la vuelvo a besar, solo que esta vez la cargo cogiéndole el trasero y la siento en Betty.

— Ahora sí, vamos —me subo a la moto con la mirada de todos.

— Bro, te veo en tu piso en una hora —asiento y arranco la moto con Holly detrás.

Entonces arranco para llevarla a casa para que se aliste.

Espero que hoy salga todo como lo he planeado.

Si tan solo supieras...© COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora