24 | 𝙼𝚒𝚎𝚍𝚘

1.1K 106 19
                                    

Encontré el punto exacto donde besarte, ahora sólo me faltas Tú, aquí. ¿Vienes? - W. Moreno

¿Alguna vez han sentido que algo va a pasar pero no saben qué es? No saben si es malo o bueno, simplemente saben que algo ocurrirá y eso les pone los nervios de punta, les corta la respiración volviendo locos sus pensamientos, y no saben qué hacer, solo esperar a que ocurra. Pues bien, hoy es ese día para mí, hoy es el día donde sentiré mil y una cosas inimaginables, donde toda mi ansiedad llegará al límite combinándose con mil y un sentimientos más, y no tendré la menor idea de cómo reaccionar, qué hacer o decir, y eso también implica a las dos personas que me acompañan.

Me congelo al sentir aquella mano en mi panza, decido levantar la mirada y sonrío al ver a la persona frente a mí.

— Peque, estás embarazada, no me lo creo - dice Luke con la mano en mi panza - Este cabrón estaría más que feliz - dice señalándolo.

Le sonrío aún tensa por su toque; llevo meses sin dejar que me toquen. Sé el motivo por el cual me pongo así, y es que nadie es él, nadie es mi Ian, nadie me provoca esa sensación de seguridad, paz, satisfacción; simplemente nadie me hace sentir esa electricidad que solo él me da, nadie más que él, y con este pensamiento no puedo evitar que se me agüen los ojos.

— Gracias, Luki - le digo sonriendo, poso mi mano en la mano de Ian - Solo me gustaría ver una reacción en él, ¿sabes? Lo extraño demasiado - le digo.

Mi querida amiga me mira con ojos de tristeza, sé que quiere abrazarme, lo puedo sentir, pero es algo que no puedo aceptar en estos momentos; mi cuerpo rechaza cualquier afecto que no provenga de mi hombre.

De un momento a otro, todo se queda en silencio, y yo lo miro. Miro a un hombre con ojeras, pálido y débil, totalmente diferente al hombre que yo conocí, al Ian que yo conozco. Coloco mi mano en su rostro, y algunas lágrimas comienzan a salir; siento que mi hombre se está marchitando poco a poco, siento que lo estoy perdiendo.

— Vamos, amor, despierta, por favor - le digo sobando su rostro - No me dejes sola, no estoy lista, bebé. La casa se siente tan fría sin ti. Ya no es divertido hacer el desayuno si no me molestas o levantarme y encontrarme a mi hermoso hombre semidesnudo haciéndome el desayuno. Ya no estás a mi lado para levantarme con un beso. Ya no tengo quien me levante en las madrugadas para una buena sesión de sexo - al decir lo último, boto una risa melancólica - Ya nada es lo mismo sin ti - al decir ello, me acerco a darle un beso en los labios.

Siento las miradas de mis dos amigos detrás mío, dándome un poco de privacidad.

— Lucha, mi amor, lucha por nosotros. Estaré esperándote - le cojo la mano y la pongo debajo de mi camiseta, encima de mi estómago - Estamos esperándote. Nuestros hijos quieren a su papá. Vuelve, mi amor, vuelve por mí, por ellos, por nosotros - digo finalmente llorando.

De un momento a otro, las máquinas comienzan a sonar desesperadamente. El ruido es ensordecedor, y no puedo evitar asustarme.

— ¿Qué es lo que está pasando? ¿Por qué las máquinas están sonando así? - digo volteándome a ver a Luke y Olivia, pero están congelados y no contestan a mis preguntas, haciendo que me preocupe más, mucho más. El sonido cada vez es peor, y mi cuerpo comienza a sudar — ¡QUE MIERDA ESTÁ PASANDO! ¡RESPONDAN! - mis gritos son desesperados - ¡REACCIONEN! ¡LUKE! - el mencionado reacciona poniéndose igual de nervioso que yo - ¡ANDA POR AYUDA! ¡AHORA, LUKE! ¡AHORAAAAAAA! - mis gritos comienzan a mezclarse con mis sollozos; él simplemente no puede dejarme, no lo permitiré, no se irá.

— ¡NO ME DEJARÁS, ¡¡ME ESCUCHASTE!!, NO NOS DEJARÁS, IAN, NO LO HARÁS, NO LO PERMITIRÉ! - digo llorando, gritándole, y corro a abrazar su pecho y comienzo a susurrar con lágrimas en mis ojos - Mi amor, no nos dejes, por favor - digo abrazándolo con fuerza.

Si tan solo supieras...© COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora