Balones y sentimientos. (Sugawara y ____).

Capitulo 1.

Segundo año en la preparatoria Karasuno.

El timbre sonó indicado que la clase había terminado.

— ¿Vas a ir con tu equipo ____? - pregunta Nishinoya, mi mejor amigo desde que entré a esta escuela.

— Si. - digo mientras guardó mis cosas. — ¿cuándo vuelves con tu equipo?

— mañana . - bufa algo ¿alegré?. — todo por culpa del peluquín del subdirector.
Rio al escuchar ese comentario y recordar que fue lo que pasó.

Voy caminando al lado de Noya.
Mientras que él esta suspendido entrena con nosotras.
Es agradable pasar tiempo con él.
Más cuándo el equipo no es de mucha ayuda.

Vemos a Yui Sempai hablar con Daichi y Sugawara.
Sugawara... sigue siendo el mismo Ángel de siempre y verlo acelera mi corazón.
Los 3 Sempai nos saludan desde lejos cuándo notaron nuestra presencia.
Cosa con lo que Nishinoya me hace burla ya que sabe lo que siento por el peli blanco.

—Cuando se casen.... ¿yo seré el padrino?- pregunta viendo el cielo.

— no. - contestó llamando su atención.  — serás el padrino de mi hijo.- le sonrió,  cosa que Creó le emociona.

—¿Cuándo le dirás tus sentimientos?

Suspiró a su cuestionamiento, eso ni yo lo sabía.

— si no lo haces antes... - me mira serio. — él se va a ir.
Tenía razón.
Este era su último año aquí.
Y yo iba a continuar estudiando aquí otro año.

Las prácticas continuaron con normalidad.
Yo colocaba el balón para mis compañeras y ellas remataban, o eso  intentaban.
Mientras Nishinoya evitaba que el balón tocará el suelo.
Era un trabajó justo.
Y muy divertido.
Incluso era interesante tenerlo aquí.

Cuándo las prácticas habían terminado yo me dirigía al gimnasio dónde entrenaba el equipo de Nishinoya, quien ya se había ido a su casa.
Entró y saludó a Kiyoko-senpai.
Kiyoko es muy Bonita.
Algunas veces tengo envidia de su belleza.
Pero cuándo hablo con ella.
Se me olvida todo eso.
E incluso yo me siento bonita ya que ella suele transmitir un hermoso sentimiento cuándo estás a su lado.

Veo a los chicos entrenar y decido hacer algo de tiempo ya que ellos siempre se van tarde.
Abro mi libro de matemáticas y comenzó a contestarlo.

—estas mal en ese ejercicio. - siento su voz a mi lado, poniéndome   los pelos de punta.
Giró mi cabeza y me encuentro con Sugawara, cosa a lo que él me sonríe.
Me explica mi error y se va ya que Daichi lo está llamando.
No importaba cuantas veces me pellizcara o parpadeara, su luz angelical cegaba mi vista.

El entrenamiento acabó una hora después,  gracias a ese tiempo pude adelantar parte de mis trabajos del día siguiente.
Y me voy a vestidor con Kiyoko Sempai para poder irnos de la escuela más comodas., aunque siendo sincera prefería usar la ropa del entrenamiento a una falda.
Además  había adoptado la costumbre de cambiarme cuando terminaba el entrenamiento de los chicos para hacer tiempo, para no esperarlos demasiado.
Porque siendo sinceros...
Se tardan una eternidad.