Balones y sentimientos. (Sugawara y ____).

Capítulo 29.

Narra _____,

La alarma de mi celular comienza a sonar, intento moverme para apagarla pero unos brazos me lo impiden.

— Suga... suga. - digo hablándole pero no me hace caso.—Sugawara,  Sugawara senpai.- recibo un gruñido de su parte.—Koushi.

—5 minutos más. - murmurra cansado.

—Vamos a llegar tarde al entrenamiento. - gruñe y se para.
Me sonrojo y desvió la mirada al verlo parado solo en boxers.

— Me voy a bañar.- dice entrando al baño y de mi habitación y yo tomo mis cosas para arreglarme en la habitación de mi madre, no sin antes entrar a la habitación de mi hermano y robarme algo de ropa para Sugawara.

Hoy era sábado, lo que significaba que solamente íbamos a ir a entrenar.
Hoy era el sábado que me iba.

Desayune ligero al lado de Sugawara senpai y ambos  nos dirigimos a la escuela.
Sin duda alguna le iba a robar la camisa que estaba usando Sugawara senpai a mi hermano, no me iba a permitir que el la volviera a usar.

—Sugawara senpai. - digo y él me mira mal.—¿No se siente enfermo?- digo mientras balanceo nuestras manos entrelazadas. —Digo... usted estuvo conmigo ayer y yo estaba enferma.

— Eso es porque una mamá nunca se enferma.- dijo Noya apareciendo de la nada y que me sobresaltara.
Sugawara senpai reaccionó asustado al igual que yo y lo único que hizo fue abrazarme.

—¿eh?- nos miro confundidos.— papá Daichi se va a poner celoso que ____ sea el padrastro.

—Cállate. - digo golpeándolo con mi mano libre.— papá Daichi me ama.

En entrenamiento fue normal, coloque para los chicos, remate, hice lo que un jugador normal hace.

—Chicos.- llamo Daichi a todos para reunirlos cuando en entrenador se fue.
Los chicos se acercaban y se sentaban en el suelo.
Yo estaba parada al lado de Daichi y los miraba nerviosa.

—Son todos tuyos _____ chan.

—como saben vamos a empezar las Interhigh.- hable cuando me dio la palabra Daichi.—Eso significa que voy a tener partidos oficiales con las chicas.- suspiro nerviosa y Noya me hace una seña con la mano para mostrarme su apoyo. — lo que significa que hoy fue mi último entrenamiento con ustedes. - escucho una queja de parte de Hinata,  Sugawara y Tanaka.—Yo igual que ustedes tengo la esperanza de llegar a las Nacionales, pero...

—Lo vas a lograr. - dice Daichi abrazandome.

—Si papá. - digo causando la risa de todos.— saben ustedes que yo discutí muchas veces con mi equipo, y llegamos al acuerdo que yo iba a entrenar con ustedes siempre y cuando jugara partidos oficiales con ellas, pero si ellas no mejoraban...

—Te ibas de Karasuno. - concluyó Tsukishima a lo que asentía.

—Saben que falte un tiempo porque iba a entrenar y a conocer a esos equipos y escuelas que me ofrecían becas y ser la capitana. - apenas digo eso se me empieza a entrecortar la voz y Noya que estaba cerca mi toma mi mano para darme apoyo. —Si las cosas no mejoran estos días con las chicas... ya tengo mi solicitud de transferencia.

Algunos chicos no reaccionan bien.
Se escuchan gritos de queja y otros apoyándome.

—Silencio. - dice Daichi. — no puedo creer que no apoyen a _____, ella es nuestra amiga y no importa en qué escuela este, ya que nosotros siempre vamos que estar para ella, además. - dice viéndome. — Nishinoya fue el único, aparte de mi que no hizo un escándalo como ustedes, ¿porqué no la pueden apoyar como él?

Daichi y Nishinoya eran los únicos que sabían todo esto.
Eran los únicos que sabían a que escuela me iba a ir.
Eran los únicos que me acompañaron a hacer mi solicitud de transferencia.
Eran los que me acompañaron a hacer el examen de transferencia y la entrevista que pedía la nueva escuela.
Ellos sabían absolutamente todo, y estuvieron de acuerdo con mi decisión.

—Solamente les quiero agradecer el hecho de aceptarme, de cuidarme y de permitirme entrenar con ustedes.- dije al borde de las lágrimas. — sin duda alguna pase grande momentos con ustedes y no me arrepiento de nada. Gracias chicos. - dije lo último con lágrimas en los ojos.

—Gracias por estar con nosotros. - dijeron los chicos haciendo una reverencia.

—_____ san.- hablo Tanaka. — siempre serás bienvenida para entrenar con nosotros.

Noya se paró con lágrimas en los ojos y se lanzó para abrazarme.

—¡VAMOS A LAS NACIONALES!- gritamos todos emocionados.