Al cabo de un rato, oigo que la ducha por fin se apaga. Y aún sin saber muy bien porque estoy nerviosa y expectante por saber qué pasará cuando salga del baño. Sé que no le ha sentado bien que le deje de esa forma en la ducha, pero se lo merecía por capullo. A mí no me dejaba nadie con la miel en los labios porque no me daba la gana.
Hace un rato que me he vestido y estoy en el borde de la cama con el móvil, contestando los miles de mensajes de Blair y entonces sale del baño envuelto en una toalla. Ni siquiera me mira, y sé que está enfadado. Como no la bipolaridad de Scott sale a relucir y eso me excita. Sigue paseando por la habitación en busca de a saber qué, y yo, sigo con mi teléfono, sabe perfectamente que le estoy observando porque se para más de una vez delante de mí aún con la toalla puesta buscando mi atención, pero no le miró y eso le provoca soltar más de un suspiro. Me hace gracia pero está bien que de vez en cuando le paguen con la misma moneda. Cuando creo que ya ha sufrido bastante con mi ignorancia innata, salgo de la habitación y me dirijo a la cocina. Me muero de hambre. Abro la nevera y mira expectante a ver si encuentro algo para cenar que realmente me apetezca, pero mi cabeza dice que lo único que quiero es a Scott y no sé equivoca. Al final me doy por vencida y cojo una manzana. Cierro la nevera y tras la puerta está Scott que me mira con intensidad. Me ha dado un susto de muerte pero enseguida empiezo a reír cuando le veo la expresión de la cara.
- ¿Qué es lo que te hace tanta gracia? A lo mejor si me lo cuentas nos reímos los dos.
- Creo que no entenderías la broma - dije dando un mordisco a la manzana.
- ¿Te parece bonito lo que has hecho?
- ¿A qué te refieres?
- ¿A qué va a ser? ¿Por qué te has salido?
- Mmm... Digamos que las cosas que se empiezan se terminan y tú no cumpliste lo segundo. Así que te toca probar de tu propia medicina querido Scott.
- ¿Eso crees?
- Desde luego - doy un paso hacia el salón pero él me detiene por el brazo.
- No me gusta nada que hagas esas cosas - dice acercándome a él tanto que puedo notar su aliento sobre mi cuello - Así que tendría que castigarte por ello.
- ¿Más? - consigo decir mientras me tiemblan las rodillas de forma notable. Como puedo me separo de él y me vuelvo hacia el salón.
- ¿A dónde crees que vas?
- A ver la tele. Seguro que encuentro algo entretenido - vuelvo a morder mi manzana y esta me deja un hilo de zumo cayendo por mi barbilla. Scott me observa desde la puerta de la cocina y al verme manchada la barbilla se acerca a mí y recoge con su lengua el zumo de la manzana. Eso me hace tener un escalofrío y la manzana cae al suelo.
- ¿Estás segura? - esta vez su lengua recorre mis labios en busca de espacio para poder adentrarse en mi boca y aunque intento resistirme no lo consigo. Sus dientes muerden mi labios inferior con suavidad y mi boca se abre lentamente, lo justo para que Scott se lance a devorarme. Su lengua recorre mi boca y mis manos se enredan en su pelo atrayéndole más contra mí.
Soy consciente de que si su toalla cae estará desnudo frente a mí y no hay otra cosa que anhele más que esa. Bajo mis manos por su torso aún empapado y me encuentro con el borde de la toalla. Su ojos se clavan en los míos cuando nota mis manos, por un instante deja de besarme para mostrarme una sonrisa traviesa que atraviesa sus labios. De pronto no sé si es tan buena idea hacerlo pero cuando él atrapa mi boca de nuevo, las dudas se disipan. Tiró de la toalla y le tengo desnudo frente a mí. Mis ojos aún están cerrados, tengo pudor de verle desnudo pero él hace rato que dejó de serlo. Me quita la camiseta que llevaba puesta y me deja en ropa interior, después desaparece mi sujetador y él coge mis pechos con sus manos. Los aprieta, los acaricia y entonces se lleva uno de ellos hacia la boca. Su boca caliente devora uno y después el otro. Sus dientes se apoderan de mi pezón y lo muerde con fuerza haciendo que suelte un jadeo. Mis manos de nuevo se enredan en su pelo y le aprieto contra ellos. Su boca sigue sobre mis pechos pero sus manos se acercan a la única prenda que me queda. Me imagino sus manos mientras me las quita pero no en lugar de eso da un tirón y se queda con ellas en la mano. No me lo puedo creer. Me acaba de arrancar las bragas de un tirón. Estoy estupefacta. De nuevo miro las bragas y luego le miro a él, que sonríe mientras me mira de arriba abajo desnuda. Calor... siento mucho calor. Es lo que siento sobre todo en mi entrepierna. Vuelvo a morderme el labio cuando por fin le contemplo desnudo. Es perfecto en todos los sentidos. Tiene el cuerpo marcado no es grande en exceso pero está muy bien definido y cuando mis ojos se posan en el punto clave no puedo evitar dar un respingo. "No puede ser verdad" pienso. Eso es enorme y hace que me encoja por dentro mientras pienso en lo mucho que quiero tener a Scott dentro de mí. Me estoy volviendo, una salida, pero con algo así es lo menos que puedes pensar.
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Tenías que ser tú (Borrador)
ChickLitUn viaje con amigas. Nada de padres durante tres meses en la cálida y soleada Florida. Todo parece ser perfecto para Blake Haynes hasta que Scott Hale la súper estrella del fútbol americano del momento aparece en su vida. Los rumores acerca de l...