Tenías que ser tú (Borrador)

Capítulo 9.

Se podía decir que Scott y yo habíamos dado un paso más en esta relación. Ambos habíamos reconocido que sentíamos algo el uno por el otro y que no podíamos hacer como si nada pasara. Había muchos obstáculos, sí, pero estábamos dispuestos a luchar porque esto funcionara. Sabía que la relación con Scott no iba a ser fácil y que si la prensa se enteraba esto sería un Boom televisivo en la prensa rosa y no quería que eso sucediera. Habría que tener cuidado con lo que hacíamos en público pero ahora, estábamos juntos. Le hice prometerme que no le diría nada a su madre. No quería que mi enemistad con ella aumentara más lo que ya estaba así que prometió guardar silencio, por el momento. Blair, era la única que sabía que Scott Hale y yo estábamos juntos y prometió guardar el secreto, pero aún nos faltaba algo. Jackson. No quería hacerle daño, pero si miraba por él, me haría daño a mi misma y necesitaba ser egoísta por una vez en mi vida. Mirar por mi y nadie más. Poco a poco volví a la normalidad empecé a comer otra vez, obligada por Scott y Blair, que se empeñaban en cebarme sin admitir ningún tipo de queja por mi parte.

A penas había visto a Scott en los últimos días debido a los entrenamientos, y me centré un poco en mi e intentar disfrutar de mis vacaciones. Una tarde recibí una llamada de Jackson diciéndome que me invitaba a desayunar el sábado por la mañana y pensé que sería una buena ocasión para decirle lo que estaba pasando en realidad. Lo hablé con Scott y aceptó a regañadientes, él prefería decírselo él, pero yo no podía dejarle pagar el plato de todo. Si tenía que recibir algún insulto por parte de Jackson, lo aceptaría, pero quería decírselo.

El sábado a las nueve y media Jackson vino a recogerme como dijo, y aunque al principio no sabía muy bien de qué hablar con él, la conversación pronto empezó a salir sola. Me llevo a desayunar a una cafetería cerca de la playa y pidió miles de cosas para desayunar de las cuales gran parte se las acabaría comiendo él. Me preguntó sobre mi misteriosa desaparición después de la cena en su casa, y aunque, no quería hablar de ello, la cosa tenía que empezar por allí. Iba a empezar a hablar cuando la televisión que había en la cafetería llamó mi atención. El nombre de Scott Hale salía en primera plana junto a unas imágenes con una chica pelirroja agarrados de la mano y sonriendo. No podía creer lo que estaba viendo y Jackson se dio cuenta cuando dejé caer el cubierto en mi plato de repente.

– ¿Estás bien? - dijo rozándome la mano.

– ¿Quién es ella?  - dije señalando a la televisión que había a sus espaldas.

– ¿Quién?

– La que está en las fotos con tu hermano.

– ¡Oh! es una de sus amiguitas.

– ¿Amiguitas? - dije con los dientes apretados.

– Sí, es como decirlo...

– Su puta - dije de golpe sin cortarme un pelo.

– ¿Qué? No, no, no. Ella, es la capitana de las animadoras del equipo de Scott. Se llevan muy bien y ella es como la que le cuida, su talismán. Salen constantemente en la prensa.

– ¿Y tienen algo juntos?

– Que yo sepa ahora no.

– ¿Pero lo hubo?

– Hace unos meses sí. Todo el mundo se enteró de ello por la prensa evidentemente. ¿Por qué te importa eso ahora? - preguntó extrañado.

– No me interesa.

– Pareces enfadada.

– Que va. Estoy bien - dije metiéndome un trozo de tostada en la boca.

¿Su talismán? ¿Qué coño significaba eso? ¿Me estaba diciendo que Scott tenía a una tía con quien pasaba sus últimos segundos antes de salir al partido? ¿Era eso lo que me quería decir Jackson? Porque si era eso no me hacía ninguna gracia, es más, Scott ni si quiera me lo había mencionado. No era una persona celosa nunca lo había sido pero no me gustaba que me ocultarán cosas y más cosas como esas. Scott iba de la mano con otra chica que no era yo, y eso me dolía. No solo el hecho de que lo hubiera hecho, sino, por tener que enterarme por la prensa o por su hermano.