Epílogo.

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Ocho años después.

Los años han pasado por nuestras vidas como si fueran segundos llegando a formar una familia. Mi propia familia.

Después de que Scott me prometiera un para siempre en el salón de mi casa todo fue muy rápido, en un abrir y cerrar de ojos me encontraba mudándome en su casa de Florida y con el título de graduada en Turismo. Aprovechaba sus partidos menos importantes para viajar, recorrer mundo y aprender aunque tengo que reconocer que en ocasiones pasar tanto tiempo separados fue duro pero nada que no se pueda arreglar con una bienvenida calurosa. Eso sí en los partidos más importantes me encontraba ahí con Blair para darle ánimos como la que más. Él era el número uno dentro y fuera del campo, él era el único en mi corazón y lo seguirá siendo hasta que mi corazón deje de latir.

¿Qué si nos casamos? Pues no. ¿Por qué? Porque somos espíritus libres y no me hace falta un papel que me recuerde de quién estoy enamorada y al lado de quién me levanto todos los días.  Aunque nunca me olvidaré de la noche que me pidió que me casara con él, en el mismo campo dónde dio a conocer nuestro amor. Sí, en San Diego. Os lo mostraré.

Flashback

El marcador iba igualado, un punto más y el Florida Club ganaría otra vez. Pero marcara lo que marcara el marcador al final del partido Scott Hale siempre ganaría para mí. Era el partido decisivo para clasificarse entre los mejores clubes del país. El estadio está que arde. Miles de sensaciones experimentamos Blair y yo en estos momentos. Carrera de las 50 yardas hasta las 20 y... Piden descanso, ¿Descanso? Blair y yo nos miramos extrañadas. Pero cuando veo a Scott coger el micro y llamarme siento como si mi corazón fuera a salirme del pecho. Juro que lo mato. Segunda vez que me hace esto. Llego hasta él con los ojos de miles de personas a mi espalda y me sonríe.

- Hola preciosa –Me dice por el micro y mi corazón va a mil- He parado el partido para decirte que eres la persona más importante de mi vida y porque hace tres años justo a esta hora tu y yo nos estábamos conociendo ¿te acuerdas de nuestro primer encuentro? –Asiento mientras la gente grita de emoción- Pues mi amor tengo que proponerte algo porque diga lo que diga ese marcador yo siempre saldré ganando, te tengo a ti y eso es suficiente, así que ¿Me concedes el honor de casarte conmigo? –Se arrodilla, saca un anillo sencillo pero precioso y me lo muestra. Tengo los nervios a flor de piel la gente vitorea pensando que diré que sí pero está muy lejos de la realidad, me arrodillo enfrente de él.

- No –Se escucha un sonido triste por parte del público y a una Blair histérica diciéndome de todo pero la cara de Scott es de desconcierto total- No, no me voy a casar contigo Scott. Te quiero, te quiero más que a mi propia vida y maldita sea me voy al fin del mundo contigo si hace falta pero a mí no me hace falta un papel para saber de quién estoy enamorada –Se escucha un "oh" a coro proveniente de la afición- y además no nos va a hacer falta casarnos cuando ya tenemos la prueba de nuestro amor –Me toco la barriga y me mira confuso- Estoy embarazada Scott, nuestra prueba llegará en 7 meses y medio.

Fin del flashback

Aún me acuerdo de la iluminación en la cara de Scott y no era cosa de los focos del estadio y la cantidad de vueltas que me dio en el aire. Experimentamos una felicidad infinita ese día, claro está que después jugó con más ganas y por si os lo estáis preguntando, sí ganaron el partido y sí, fueron el mejor club del país y todavía, 5 años después de ese partido siguen siendo los mejores.

Respecto a ese embarazo no solo esperaba un hijo sino dos. Eran gemelos, los pequeños Tyler y Jason Hale. Rubios de ojos azules. Los dos son un calco de su padre pero el que más se parece en todo es Tyler, siempre está diciendo que quiere jugar al fútbol americano como papá y respecto a Jason no es más que un niño de 4 añitos, juguetón y muy risueño. Y hace 2 años vino al mundo la niña de papá, Selena, que hace con Scott lo que quiere y más. Y por último pero no menos importante, el pequeño o la pequeña que está creciendo todavía en mi interior y así como de los otros tres quisimos saber su sexo, Scott esta vez dijo que era mejor dejarlo en suspense así que lo sabremos en 4 mesitos pero si es niño le llamaremos Keith como mi padre y si es niña Mía.

Dejo la fotografía, de Scott y yo en el campo esa noche en la que me pidió que me casara con él, encima de la chimenea en cuanto siento las manos de Scott rodear mi cintura.

-  ¿Qué haces, preciosa?

-  Recordar –Me doy la vuelta en sus brazos y le rodeo el cuello con los míos.

-  Fue una gran noche.

-  Y tanto que lo fue.

-  Te quiero –Me besa- y te querré siempre.

-  Y yo a ti, mi amor –Me apoyo en su pecho- eres lo mejor que me ha pasado en la vida.

-  Mami, dice la tía Blair si vais a venir a cenar ya –Nos dice el pequeño Jason.

-  Pues claro que sí, enano –Lo carga en su hombro y se lo lleva.

Me río. Los veo tan felices, y no solo a Scott y a mis pequeños sino a todos los que hoy están en nuestra casa. Todos están felices y eso me hace feliz a mí. Ellos son mi vida, son lo mejor que tengo porque si ellos no soy nada. Blair y Dylan, Colin y Olivia, Libi y Marc, mi madre y su nuevo novio, Jackson y Thomas. Todos y cada uno de ellos son felices cada uno a su peculiar manera.

Blair siguió estando con Dylan, con sus altibajos como en todas las relaciones pero nada que no se pueda arreglar además de que ese amor que tienen los dos sería imposible estuvieran separados en ocasiones son peores que Scott y yo. Hace unos años se casaron, fue una boda realmente preciosa en la que yo y Libi fuimos sus damas de honor y hace tres añitos trajeron al mundo a los mellizos Luke y Allison, rubios de ojos verdes como Blair y los ojos claramente son los de Dylan. Un año después de los mellizos volvieron a traer al mundo a una rubia también de ojos azules preciosa llamada, Rihanna, sí como la cantante ¿Por qué? Eso es una historia que ya contaré en otro momento.

Libiana, también conocida como Libi, nuestra Libi al finalizar turismo se puso a estudiar periodismo así tímida como era y en unos de los trabajos que tenía que hacer conoció al jugador de baloncesto de la NBA, Marc Jordan que pocos meses después acabó siendo la señora de Marc Jordan aún que no tienen hijos decidieron tenerlos más adelante cuando ellos dos estuvieran realmente decididos. Pero les va muy bien juntos, son una pareja muy envidiable por el panorama adolescente.

 Colin, mi hermanito del alma acabó siendo fichado por el club de New York Rangers y sí juega en línea profesional como Scott pero a pesar de que sean rivales se llevan muy bien, ya que Scott lo protege como su hermano pequeño ya que Colin no tiene más que 21 años ya es todo un adulto. Y sigue con Olivia la chica que conoció en verano cuando yo estuve en Florida. Parece que ese verano fue un verano redondo para todos.

Mi Janie ya es toda una adolescente con sus tonterías y preocupaciones. En los estudios le va muy bien y aun que vivamos lejos nos llamamos siempre y el otro día me contó que ya tiene novio, así con 14 años que tiene llamado Sam y que está muy enamorada pero lo que ella no sabe todavía es que el mundo da muchas vueltas y lo que hoy puedes querer mañana lo puedes odiar por eso yo siempre vivo el presente con mi familia como si la vida me fuera en ello.

¿Y qué decir de Jackson? Un año después de que Scott y yo volviéramos al fin se arreglaron las cosas en su familia y con su hermano que ya no guarda rencor alguno y nos deseaba lo mejor. Respecto a su vida amorosa estuvo un tiempo saliendo con mi prima, Scarlett pero las cosas no acabaron de cuajar así que lo dejaron y de ahí a unos meses nos dijo que había encontrado al amor de su vida, Thomas Palmer un empresario de gran prestigio en San Diego. Sí, Jackson era gay por eso nunca le iba bien con las chicas pero ahora era realmente feliz con su marido y su hijo, Damon, un niño negrito de 5 años que adoptaron hace un año.

Y por último pero no menos importante, mi madre, Elizabeth Haynes encontró novio hace unos cuatro años y está feliz al lado del gran hombre que es Sean, realmente se merecía ser feliz.

Hoy día 31 de diciembre estamos todos reunidos como cada año ya que todos vivimos en sitios muy diferentes para recibir el año nuevo que viene con cariño y alegría. Y como siempre pido al nuevo año son muchos años más al lado del mejor hombre que es Scott y mis maravillosos hijos y amigos.

                                                                                 Fin.

Tenías que ser tú (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora