Capítulo 19.

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Aquella noche ninguno de los dos pudo dormir. Hablamos durante horas cuando llegamos al hotel. Nos besábamos y abrazábamos cada vez que podíamos y para mí era suficiente. Scott acabó contándome la situación que su madre le había planteado. Jackson al final no había venido a San Diego como me había dicho hacía dos días, según Scott cuando habló conmigo en la fiesta y se enteró de que yo iba a San Diego y encima le había confesado que estaba enamorada de otro todo pareció encajar en su cabeza. Y las imágenes que habíamos dedicado Scott y yo en el partido terminaron de confirmar lo que él ya sospechaba. Él se había enfadado con su hermano, no solo porque le quitara a la chica, sino por no habérselo contado y hacerlo de aquella forma. Scott me aseguró que dentro de unos días se le pasaría y aunque quería creerle no pude hacerlo. En parte me sentía culpable por ello aunque él dijera que no era culpa mía sino de él. Respecto a su madre era un caso perdido. Le había dicho que era una busca famas en toda regla y que había conseguido engatusarlo para que hiciera público que estábamos juntos y encima había hecho que sus hijos se pelearan. Según ella fue exactamente lo que me dijo aquella noche en el coche y que había acertado de lleno. Esas fueron las palabras de la señora Hale hacia mí y no me esperaba otra cosa. Me había dejado muy claro que me odiaba y no me quería cerca de sus hijos pero ya era tarde. Scott me había defendido ante su madre y ella lo había tomado como una especie de traición hacia su familia, sin embargo su padre le apoyaba. Eso me tranquilizó aunque solo fuera una mínima parte. Yo le caía bien a su padre y se negaba a creer que yo fuera una buscona como eran todas las demás. El señor Hale era un hombre muy amable todo lo contrarío que su mujer.

Nos quedamos dormidos cerca de las seis y al día siguiente tenía que levantarme pronto para coger un vuelo hacia Florida. Scott me había pedido que me quedara con él el resto de la semana en San Diego pero yo no podía quedarme. Él iría a los entrenamientos y yo me quedaría sola casi todo el día en una habitación de hotel, además no podía dejar que Blair volviera sola. A ella no le hubiera importado pero yo había venido de vacaciones con mis amiga, así que tendría que volver con ella. Scott había puesto mala cara cuando le dije que no pero enseguida se le pasó. Nuestro vuelo salía a las tres de la tarde y Scott se ofreció a llevarnos al aeropuerto. Después de comer algo fuimos a recoger al hotel a Blair y nuestra sorpresa fue encontrarnos a Dylan allí. Estaba esperando junto a Blair en el vestíbulo y ambos estaban abrazados. Blair sonreía de oreja a oreja y Dylan le acariciaba la cara con ternura. Era una escena tan íntima que me dio vergüenza interrumpirlos.

- Hola chicos - dije cogida de la mano de Scott.

- ¿Ya estás aquí? - dijo Blair aún con la sonrisa tonta en los labios.

- Nuestro vuelo sale dentro de dos horas.

- Lo sé - dijo resignada.

Dylan llevo la maleta de Blair hasta el coche y la metió en el maletero para después sentarse junto a ella en el asiento de atrás. Durante el trayecto no faltó conversación alguna. Dylan era igual que Blair. No paraba de hablar jamás y siempre estaba de broma. Era un tío muy simpático. Media hora más tarde estábamos en el aeropuerto bajando las maletas del coche y dirigiéndonos a la terminal que nos pertenecía para coger el vuelo. Aún quedaba más de una hora para que saliera nuestro avión y hubiera pagado una fortuna porque fueran días. Tenía que separarme de Scott otra vez y aún tenía el nudo en el estómago de lo de la noche anterior. Mientras esperábamos a que nos llamaran para el vuelo caí en que no había llamado a mi madre desde la otra noche y que había recibido como tres llamadas perdidas de ella las cuales ni había contestado, así que me disculpé un momento y la llamé en un sitio un poco más apartado. Marqué el numero y a los tres tonos contestó.

- Agente Haynes.

- ¡Hola mamá!

- ¡Blake! - gritó mi madre al otro lado - ¿Te haces una idea de lo preocupada que me tenías?

Tenías que ser tú (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora