Capítulo 21.

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Cuando me despierto a la mañana siguiente en aquella cama tan grande me siento un poco sola. Se me hace raro dormir allí y que Scott no esté a mi lado o que su lado de la cama esté frío y sin deshacer. La noche anterior me puse una de sus camisetas como pijama y me sentí un poco menos sola. No sabía muy bien qué hora era pero debía de ser tarde. Había dormido lo mismo o incluso más que la otra vez que vine de viaje. Había tardado en quedarme dormida la otra noche dándole vueltas a la cabeza. Cuando fui a comer algo a la cocina, Lily me había dejado una nota diciéndome que tenía algo para comer en el horno. Pero no tenía hambre de comida sino de algo dulce y empalagoso así que me puse a rebuscar en los armarios pero no hubo suerte, toda la comida que había en casa de Scott era proteica y el chocolate parecía que no entraba en su dieta y eso había que cambiarlo si me venía a vivir con él. Resignada me cogí la comida que Lily me había preparado y me fui a ver la televisión. No había nada interesante solo alguna película pasada de modo y programas del corazón, los cuales tenía cierta manía pero esta vez no tuve más remedio que ver uno. Mi cara y la de Scott salían en la esquina superior de la pantalla. Me quede alucinada al verlo. Eran fotos del día que salimos a cenar en San Diego, la misma noche que Scott me dijo que su madre había llamado y él mismo día que me confesó el miedo que tiene de perderme para siempre si me alejo de él. Aquella noche estuvo llena de sorpresas y de confesiones y aunque no tenía un mal recuerdo de ella no me gustaría repetir la primeras horas de aquella noche. En las fotos mi se me veía sonriente mientras Scott me decía algo mientras entrabamos en el restaurante. Y al verme así ahora comprendía que quería decir Blair cuando me dijo que la forma en la que nos miramos no era normal. Yo le miraba con absoluta admiración y él a mi igual. Aunque en esa foto Scott no tenía la misma sonrisa de siempre, aquella que solo yo conocía y provocaba. La mujer que hablaba en la televisión sobre la foto me sonaba de haberla visto en algún programa pero no sabría decir exactamente de cual y entonces mi nombre salió de su boca.

– Su nombre es Blake Haynes, tiene veinte años recién cumplidos y es estudiante de tercer año de Turismo en la universidad de Manhattan. Conoció a Scott hace cerca de un mes pero hasta hace dos días no se han dejado ver juntos - fueron su palabras.

Exactamente hacía dos días que lo nuestro era público y ya sabían mi nombre, mi edad, que estudiaba y la universidad donde asistía. Aquello era increíble. ¿Qué pasaría cuando lleváramos un mes en la palestra? ¿Sacarían hasta mi ficha del dentista?

Todo lo que decían evidentemente eran cierto y no tardó mucho en salir la entrevista de Jackson el día que nos conocimos y allí estaba yo muerta de vergüenza y para colmo mi cara salía en un enorme círculo rojo para que no quedara ninguna duda de que era la misma persona que ahora estaba con Scott. Algún colaborador del programa dijo que esa entrevista era de la misma noche que Scott y yo nos conocimos y aclaró que yo nunca había tenido nada con el hermano menor de Scott. Por lo menos había alguien con cabeza en ese programa. Aún seguía pegada a la televisión cuando mi móvil empezó a sonar en la habitación. Corrí a por él y de nuevo me tiré en el sofá.

– ¿Lo has visto? - me dijo Blair histérica al otro lado.

– ¿El qué exactamente?

– ¿Las revistas?

– Mmm no me estoy viendo el programa de cotilleos de la siete. ¿Salgo en las revistas?

– ¿Qué si sales en las revistas? Para ser más exactos tienes cinco páginas dedicadas a ti en exclusiva.

– ¿En serio? - dijo levantándome del sofá.

– Sí. Tengo la revista en mis manos ahorra mismo y ¡Joder! sales que te cagas en todas la fotos. ¿No estabas posando?

– Evidentemente no.

– Pues cariño esta revista está en medio país. Oficialmente tú cara está en las revistas.

Tenías que ser tú (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora