Hope y Lizzie se dirigían al despacho de Dorian, ninguna de las dos tenía una idea clara de porque las había citado solo a ellas.
- ¿Por qué crees que nos necesita solo a las dos? -preguntó la cobriza mientras caminaban por el pasillo.
-Sinceramente, no tengo idea-.
- ¿Crees que sea por mí? -.
-Esa podría ser una opción- la rubia miró la preocupación de la ojiazul -pero no lo creo, descuida. Al final fuiste quién salvó la noche-.
-No lo hice sola, tu hermana también estaba ahí- Lizzie la miró y sonrió entrecerrando los ojos- no, digas, nada- habló haciendo pausas en advertencia.
La rubia no pronunció otra palabra y llegaron a la oficina del director, tocó la puerta dos veces y la voz de Dorian al otro lado le indicó que entraran. Ambas se sentaron en las sillas frente al escritorio del hombre.
-Buenos días, chicas- el hombre estaba sentado en su propia silla -gracias por venir-.
- ¿Sucede algo, Sr. Williams?- preguntó la cobriza
-Quería hablar con ustedes... En especial contigo, Hope- la cobriza miró a la rubia y luego al hombre -No quise comentar nada anoche porque Pedro estaba presente, pero quería decirte que la situación no puede volver a repetirse- la mayor de las muchachas mantenía la vista fija y atenta en el adulto.
-Sé que, gracias a ti, pudieron rescatar a Pedro con éxito. Pero, el haber asesinado no estuvo bien- la ojiazul reflejaba incredulidad en su expresión.
-Yo solo...-el hombre alzó la mano para pedirle que callara.
-Sé que la situación no era lo que planeaban encontrar, se cometió un crimen, sí, pero ustedes no son asesinos. Solo necesitaba que buscaran al niño, nada más-.
-Entonces, ¿se supone que debía dejar que saliera ileso de todo lo que hizo? -la cobriza se puso de pie con enojo- no, no somos asesinos, pero más de treinta niños fueron asesinados en una sola noche y, sin embargo, usted pretende que no se tome ninguna medida en contra del causante-.
-Hope, tu solo eres una adolescente, ¿pretendes cargar con la culpa de haber asesinado a una persona solo por vengar la muerte de unos niños? -la cobriza comenzó a caminar de un lado al otro en el despacho, se veía que luchaba internamente con guardar la calma ante el reclamo que se le hacía.
-No siento culpa- dijo finalmente parándose en seco y mirando retadoramente al mayor- ese hombre, ya estaba muerto. Era una jodida marioneta de alguien, ni siquiera tenía corazón, solo era un saco de putrefacción y había matado a todos esos niños sin compasión. De no haber llegado nosotros, Pedro también estaría muerto- la exasperación en su voz era notoria, la rubia solo veía el dialogo entre el director y la loba.
-Sé controlar mis instintos, pero no soy capaz de permitir una atrocidad como la de anoche. Así, que, si tanto te molesta mi forma de actuar y de resolver las cosas, ya puedes ir sacándome de tu estúpido escuadrón- lo ultimo lo dijo sin pensar, con rabia y salió del lugar dando un portazo.
-Lo siento, pero en parte, Mikaelson tiene toda la razón- la rubia rompió el silencio atrapando la atención del mejor amigo de su padre.
-Lo sé, pero si Alaric se entera de esto, todos ustedes estarán en problemas por su culpa- el hombre apoyo sus manos en su cabeza con preocupación.
-Dale tiempo, es su primera misión. Ninguno de nosotros supo que iba a pasar, estoy segura de que ella no lo volverá a hacer. Si quieres, puedo hablar con ella -Dorian miraba a la chica sin saber si era correcto dejarlo en sus manos.
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Haunted Heart
Science FictionEl amor puede ser tanto una bendición como una maldición, los corazones pueden estar embrujados por los ecos del pasado, pero es en su luz donde encontramos la fuerza para forjar un futuro lleno de esperanza y amor. ¿Será esta su salvación o su des...