Capitulo XVII

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Aquel día no había transcurrido de manera muy distinta para la morena de las mellizas Saltzman. No pudo dormir muy bien porque su mente no dejaba de rondar el hecho de que aceptó asistir al Miss Mystic Falls con Landon Kirby como su pareja. Sinceramente, el chico la había tomado bastante por sorpresa, aunque se supone que se dijo a si misma que iría con cualquiera que se lo pidiera, no pensaba precisamente en el chico con quien había estado saliendo durante el verano como el indicado, pero ya no había vuelta atrás.

Aun así, sus pensamientos no solo no dejaban de confundirla por aceptar a Landon; si no que Hope estaba ahí y quería hablar con ella sobre el baile, pero no tuvo la oportunidad de saber qué quería decirle. Incluso se sintió fatal cuando vio a la loba marcharse de la biblioteca sin siquiera dirigirle una ultima mirada, quizás, la mirada que necesitaba para no aceptar la propuesta de Landon.

Era cierto que el chico y ella habían estado saliendo durante el verano, pero a Josie no le gustaba lo suficiente como para llegar a algo más; por esa razón Landon se había marchado junto a su hermano Rafael de la escuela al día siguiente de que las clases comenzaran.

Recordó como perdió un poco la cabeza cuando le contó que probablemente podía estar comenzando a tener sentimientos por alguien; alguien que simplemente, no era él.

Habían acordado quedar como amigos, pero aquel martes no supo más de los hermanos y a pesar de haberse sentido mal, su tranquilidad valía mucho más, así que agradeció que el chico se marchara, aunque ahora estaba de vuelta y peor aún, ella podría estar dándole falsas esperanzas dejándolo ser su cortejo para el baile.

Qué más daba, no podía revertir el tiempo, no podía rechazar a Landon y buscar a Hope para preguntarle que era aquello que quería conversar. Con toda sinceridad, quiso creer que la loba le pediría ser su pareja, aunque eso sería imposible, ella no significaba nada para la mayor. Pero, aun así, le gustó creer por un momento que esas eran sus intenciones cuando se acercó a ella con otra excusa que no fuese Pedro; él era en sí, lo único que las acercaba.

Asistió a la clase de historia aquella mañana, tenía la esperanza de toparse con Hope durante esta, pero la cobriza jamás apareció por el aula. Ni siquiera la pudo ver durante el desayuno y le preocupaba un poco que la chica ni siquiera se hubiese topado con ella por los pasillos.

Se atrevió incluso a preguntar a su hermana si vio o habló con Hope, pero solo obtuvo como respuesta una cara de confusión y un simple <<no>>. Así que mejor no insistir para evitar que Lizzie comenzara a interrogarla, su hermana a veces podía ser más perspicaz de lo que demostraba, y ella no estaba de ánimos para hablar de Landon Kirby.

Se fue a su habitación luego de la hora de la comida, Hope tampoco apareció durante esta, pero al menos supo gracias a Maya que se sentía algo enferma y prefería descansar. Le pareció bastante extraño, porque la mayor no solía saltarse más de una comida al día, siempre tenía un apetito excepcional gracias su lobo, o al menos eso explicaba.

-Ey, bella durmiente- escuchó la voz de su amiga y levantó un poco la cabeza de la almohada para mirar a la puerta, Penélope se encontraba apoyada en el marco observándola -hace un rato que estaba tocando- entró y cerró detrás de ella.

-Lo siento, llevaba los audífonos puestos- dijo sacando el pequeño casco de su oreja, la canción había terminado hace poco.

-Me lo imaginé. Encontré a Lizzie en el pasillo, y me comentó que dormirías un rato-.

-Quería intentarlo, pero no lo he logrado- arrastró su cuerpo sobre las sábanas para incorporarse y apoyar la espalda en el cabezal. Penélope tomó asiento a los pies de esta.

-Así que... ¿Landon Kirby? - alzó una ceja y la escudriño con la mirada.

- ¿Quién te lo dijo? – preguntó.

Haunted HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora