Capitulo XXV

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El día anterior las chicas y sus amigos lo pasaron fenomenal luego del partido de fútbol. Pero el festivo había terminado y todos debían regresar a sus clases y actividades escolares correspondientes. Aquel martes la mañana estaba nublada y llovía torrencialmente bajando un poco la temperatura.

La morena de cabellos castaños salió de la ducha con una toalla atada al cuerpo y otra sobre la cabeza, su hermana se encontraba desperezándose apenas sobre su cama.

-Lizzie, arriba. Vamos a llegar tarde - le dijo mientras sacaba un uniforme de su armario.

-Odio las clases de primera hora-.

-Odias despertar temprano, ese es tu problema- la morena comenzó a vestirse mientras su melliza se sentaba en el borde de su cama con la apariencia de un zombie.

-Es que no cuesta nada dejar todas las clases al mismo horario. Ver unas más temprano que otras me pone de mal humor - se quejó.

-Lizzie, cualquier cosa te pone de mal humor - la morena dijo aquello y se ganó una mirada asesina de parte de su hermana.

-Déjame en paz, Josie - consiguió levantarse de la cama aun con pereza y caminó hasta el baño para tomar su respectivo aseo.

Al cabo de unos treinta minutos, ambas chicas se encontraban preparadas para salir de su habitación. Ambas tomaron sus mochilas y caminaron juntas por los pasillos hasta la clase de pociones.

-Parece que no dormiste muy bien anoche - comentó la rubia mientras tomaba asiento en una de las mesas y dejaba la mochila que colgaba sobre su hombro, en el suelo.

-Tuve un sueño muy extraño. En realidad, desperté varias veces y al dormir seguía soñando lo mismo - explicó la morena tomando asiento también al lado de su hermana.

- ¿Qué soñaste? -.

-Sonará extraño, pero creo que soñé con Hope - dijo sin darle demasiada importancia al asunto. Después de todo, en su sueño nada la comprometía a que su hermana sospeche algo sobre la "relación" que ahora mantenía con la loba.

- ¿Con Hope? ¿Qué me estás contando? - la rubia buscaba en su estuche de lápices una pluma para tomar notas después.

-Ni siquiera yo lo entiendo. En mi sueño estaba Hope siendo una niña, era pequeña. Puedo jurar que tendría un par de años nada más - le contó con expresión confundida en el rostro.

*Flashback*

Los pequeños pasos que daba el bebé en medio del gran salón eran torpes y vacilantes, dudosos e inseguros. Pero a pesar de esto, no dejaban de ser dados por la niña de cabellos rojizos que, al parecer, se encontraba sola en aquella habitación.

La morena observaba la escena con tranquilidad, una pelota color purpura viaja de un lado al otro siendo tomada y lanzada en repetidas ocasiones por la criatura que Josie sin duda no conocía.

Era un bebé bastante lindo y adorable. Entre el jugueteo no paraba de balbucear y botar un poco de baba que resbalaba de sus labios. Su cuerpo era pequeño y regordete, sus brazos parecían bollitos pálidos y abultados. Sus mejillas redondas se encontraban rosadas haciéndole ver mucho más tierna.

Josie quiso acercarse, pero estaba consciente de que era un sueño y probablemente, no sería percibida por la bebé frente a sus ojos. Abrió despacio la puerta que las separaba y al instante, la más joven vio a la mayor, sus grandes ojos claros la miraron con atención mientras la morena no lograba mover un solo músculo de su cuerpo.

Sus ojos registraron a la pequeña con el mismo rostro de Hope Mikaelson, pero se preguntaba aun estando dormida, por qué se hallaba soñando con aquella chica a una edad tan temprana de su vida.

En seguida sus pensamientos se interrumpieron por el llanto persistente de la niña que no tardó demasiado en ser atendida por un hombre de aspecto joven, de cabellos claros y ojos azules, al parecer, este no podía percibir la presencia de la sifón, lo supo cuando el hombre prácticamente la atravesó para acudir al llamado de la bebé.

Aquel hombre, seguramente era el padre de Hope.

La niña fue cogida con facilidad del suelo, el hombre la abrazó con cariño y caminó hasta un piano de cola que se encontraba en una esquina de la habitación. A mitad de camino, la bebé ya había dejado de llorar y su rostro mostraba felicidad.

El hombre se sentó, con ella sobre su regazo y comenzó a acariciar las teclas del instrumento con tal delicadeza que los oídos de Josie se impregnaron de una suave melodía tan llena de sentimiento que por poco hace escapar una lagrima de su ojo.

Y entonces, despertó.

*Fin flashback*

-Y de esa forma, durante la noche, tuve el mismo sueño tres veces - terminó diciendo la sifón a su melliza.

-Es bastante extraño. No entiendo que quiere decir tu sueño. Pero deberíamos preguntarle a Hope. Quizás ahora que están siendo un poco más cercanas, aquello signifique algo - explicó la rubia que, al momento, fue interrumpida por la profesora que ingresaba al salón para comenzar la clase.

***

-Lo siento mucho, Sr. Williams, de verdad no era mi intención - exclamó la más joven caminando de un lado al otro en la oficina.

-Por favor, cálmate un poco. De otra forma no podremos charlar - el hombre dudó en acercarse demasiado, pero si no la tranquilizaba, sería peor para ambos.

-Te juro que no sé qué pasó. No tengo idea de cómo pude - continuó diciendo sin parar.

-Hope, por favor - el hombre tomó a la cobriza de los hombros con ambas manos y detuvo su andar, los cristalinos se clavaron en los ojos oscuros del director y enseguida su mirada de relajó para sustituir la angustia por tristeza.

-Lo siento - agachó la cabeza esquivando la mirada.

-Ven, siéntate conmigo - caminaron hasta el sofá del despacho sentándose uno al lado del otro - ¿puedes decirme cuando tuviste el primer episodio? - la cobriza levantó la mirada con vergüenza.

-Hace poco más de una semana - dijo casi inaudible - probablemente luego del inicio de los clubes-.

- ¿Por qué no me lo contaste antes? - preguntó Dorian con tranquilidad. Después de todo, lo que menos quería era que la muchacha se sintiera cohibida y terminara ocultándole que estaba sucediéndole.

-No pensé que volvería a ocurrir. No tenía episodios de este tipo desde antes de llegar a esta escuela. Luego, todo se calmó y ahora, de la nada, he vuelto a presentar los mismos episodios. Sé que solo he pasado poco más de un mes aquí sin incluir el verano, pero pensé que, si acaba con esto antes de los dos meses de plazo que me dio mi tía para regresar a casa, no tendría que quedarme mucho más - la voz de la loba por poco se quiebra.

- ¿Hay algo que haya cambiado en los últimos días? ¿tus intenciones de volver a casa han cambiado? - Dorian se atrevió a preguntar en busca de una respuesta.

-No lo sé... - el silencio se hizo presente, pero el adulto no lo rompió para evitar que la conversación tomara otro rumbo - tenía pensado quedarme un poco más. No por los episodios. Sinceramente sigo pensando que puedo controlar fácilmente a mi lobo - el tono arrogante típico de la chica se hizo presente, pero volvió a bajarlo al pronunciar lo último - sin embargo, creo que hay algo más que no puedo controlar y para lograrlo, debo quedarme más tiempo del que esperaba - concluyó pensativa.

-Puedes contarme tranquilamente, si lo deseas - la chica negó con tranquilidad.

-Te contaré siempre que tenga un episodio. Incluso, si presiento que lo tendré antes de que pasé, te contaré para buscar la manera de controlarlo. Sobre lo otro... Prefiero resolverlo por mí misma - terminó de hablar dejando que sus pensamientos viajaran al rostro de la morena Saltzman vagando en sus recuerdos.

A decir verdad, no pensó que los sentimientos que ahora albergaba en su interior por la chica impidieran su regreso junto a sus tías. Ella simplemente lo tenía todo bajo control. Su lobo se estaba calmando, sus ansias de cazar habían disminuido y sus instintos estaban apacibles en su interior, hasta hace solo unas semanas.

-Nos vemos después - terminó de decir levantándose del sofá para marcharse a su siguiente clase.

Haunted HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora