Capitulo XXIV

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La hora del partido llegó y los chicos ya se encontraban en el campo calentando para evitar cualquier tipo de lesión. Josie junto con Maya y Penélope se encargaron de conseguir una especie de pompones para animar al equipo de Lizzie, en el cual también se encontraban Hope y Kaleb. Pidieron permiso al entrenador para estar en el campo y hacer las porras a sus amigos, cosa que este concedió.

La bruja mayor junto con su ahora novia decidieron acompañar a Josie para que su melliza no sospechara demasiado sus ganas de alentar al equipo, cosa que hacía especialmente por la chica que la traía en las nubes últimamente.

La cobriza solía mirar de vez en cuando a Josie con disimulo, intentando con todas sus fuerzas no levantar sospecha por el interés que la morena causaba en ella. Se lanzaban miradas dulces mientras sonreían con complicidad. A pesar del esfuerzo de ambas chicas, la rubia de las mellizas tenía la ligera sospecha de que algo sucedía a su alrededor, aunque no tenía muy claro qué era.

Pero estaba decidida a descubrirlo pronto.

Al cabo de minutos, el entrenador dio la señal para que los equipos tomaran sus posiciones a ambos lados del campo, este sería el primer partido del club de fútbol y los estudiantes se encontraban bastante animados con la participación de sus compañeros de escuela.

Las tres chicas se encontraban lanzado cánticos al aire mientras saltaban con los pompones en sus manos. Era la primera vez que Josie y Penélope hacían algo parecido, puesto que la escuela Salvatore no contaba con equipos de animadoras, pero Maya, quien antes iba al instituto de Mystic Falls, había sido capitana de porristas y decidió enseñarles un par de cosas antes del partido.

La mayoría de los estudiantes se encontraban en las gradas mientras el partido daba inicio. Muchos gritaban y aplaudían con entusiasmo, otros miraban con atención la disputa entre los dos equipos que representaban a la escuela Salvatore.

Lizzie Saltzman consiguió ser la capitana de uno de estos, mientras que el otro, era dirigido por Landon Kirby, cosa que a la rubia la hacía llevar la competencia al extremo puesto que el chico era de todo, menos de su agrado.

Los espectadores tenían los ojos clavados en el balón que iba rodando por el campo pasando de pie en pie entre los contrincantes. Lizzie era ágil en el campo, pero la cobriza le superaba en rapidez y destreza, cosa que le daba ventaja a las chicas para robar el balón cada vez que podían.

Landon y su equipo no eran tan malos, pero sin duda, el chico no destacaba lo suficiente como para ser el capitán de este. Varias veces intentó mantener el balón entre sus pies, pero Kaleb logró arrebatarlo de él con tanta facilidad que comenzaba a exasperarlo.

Hasta el momento ninguno de los equipos logró marcar el primer gol, pero corrían de un lado al otro intentándolo de la mejor manera posible. Para haber practicado solo dos semanas, estaban dando lo mejor de sí.

El primer tiempo transcurrió con normalidad, todos dando su mayor esfuerzo a pesar de no haber logrado anotar aún. Para ser la primera vez de muchos jugando aquel deporte, no les iba tan mal.

A la mitad del segundo tiempo, Lizzie fue tirada sobre su propio peso gracias a la zancadilla que Landon le hizo para evitar que se acercara a la portería de su equipo, el profesor Jacob quien hacía de árbitro no marcó la falta. Todos gritaban protestando a pesar de que este no les hacía demasiado caso.

-Patéticas – dijo Landon pasando por el lado de la cobriza quien ayudaba a su amiga rubia a levantarse del suelo.

La sangre de Hope hirvió, luego de ayudar a Lizzie se acercó a Landon amenazadora con los ojos encendidos.

- ¿Qué has dicho? – el cuerpo de la chica chocó ligeramente con el del muchacho que se reía de forma socarrona.

-Parad ya, chicos – pronunció Jacob poniéndose en medio de los dos – Landon, déjalo. Estás arruinando las cosas – los ojos del chico mostraban molestia mientras miraba amenazador al hombre mayor.

Haunted HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora