El deseo de Hope se había cumplido, al fin había llegado el fin de semana y podría relajarse al menos antes de que una nueva semana de clases comenzara. Después de todo, esta no fue la mejor de todas.
El sábado no tenía que despertar temprano, así que estaba aun entre sus sábanas dando vueltas con pereza en el cuerpo. Sus planes aquel día eran sencillos, tomaría la comida junto a sus compañeros, cosa que se había hecho costumbre desde que los conoció, pues ya era bastante tarde para desayunar, así que se tomaría su tiempo para levantarse de la cama y arreglarse.
Luego pasaría por la biblioteca a investigar ciertas cosas para sus clases, y después podría hacer lo que quisiera hasta la hora de entrenamiento que compartía con la rubia de las mellizas Saltzman.
Tomó una ducha corta y se puso sus habituales jeans con una camiseta de algodón de color azul, sobre esta, su típica chaqueta de cuero.
Salió de su habitación con dirección a la biblioteca, mientras caminaba por el pasillo pudo ver a dos personas bastante conocidas para ella, cuando estuvo más cerca ambos la miraron con una sonrisa en el rostro, pero la más alta escondió su sonrisa rápidamente.
- ¡Hope Micalzón! - el moreno saltó sobre la cobriza como un resorte y esta apenas tuvo tiempo para cogerlo en el aire.
-Buenas tardes, Hope- pronunció la chica frente a ellos.
-Hola, Josette- la cobriza con el niño en brazos le sonrió con amabilidad.
-Íbamos al comedor. ¿Vienes con nosotros? - el pequeño de rulos fue dejado en el suelo mientras formulaba la pregunta.
-Debo ir antes a por unos libros a la biblioteca, pero luego iré al comedor y me reuniré con ustedes- el niño hizo un puchero inconscientemente y Hope se agachó para mirarlo.
-Esta mañana no viniste al desayuno. Pensé que comerías con nosotros-.
-Y lo haré. Solo necesitaba descansar un poco, pero mi estomago ruge, así que seguro comeré con ustedes- le dio una sonrisa tierna al niño que con su pequeño dedo índice tocó la nariz de la cobriza haciendo que esta la arrugara un poco.
-Jo y yo haremos galletas esta tarde, de chispas- el niño miró a la morena a su lado y ambos se sonrieron, Hope observando toda la interacción -deberías también venir con nosotros, Jo me contó que hace las galletas más ricas del mundo- la loba frunció el ceño poniéndose de pie para mirar mejor a la otra chica.
-A los niños no hay que mentirles, Josette- su voz no sonó odiosa, pero sin embargo la morena entrecerró los ojos y luego volteó el rostro con indignación fingida, sabía que la loba solo estaba bromeando, o eso esperaba.
-Pedro, debemos irnos. En un rato sigues hablando con Hope, ¿bien? -tomó la mano del niño que se despedía agitando la mano a la cobriza.
-Nos vemos luego- Hope siguió su camino a la biblioteca mientras Josie y Pedro caminaban al comedor.
***
El grupo de amigos ya se encontraba en el comedor de la gran mansión, todos hablando y comiendo tranquilamente, Hope se había unido a ellos minutos antes y el pequeño niño que comía con los chicos se encontraba sentado entre la antes nombrada y su inseparable amiga, Josie.
A todos en la mesa les encantaba lo tierno y divertido que era Pedro, MG decía que se parecía a él, mientras Kaleb le discutía que podía ser fácilmente su hermano. Todos se reían de las ocurrencias de aquellos dos y sin duda estaban disfrutando la comida.
-Ey, Hope, nunca voy a superar lo increíble que estuviste la noche del rescate de Pedro. Y pensar que no pude verlo en primera persona, pero con lo que me contaste, tú chica, eres la mejor-.
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Haunted Heart
Science FictionEl amor puede ser tanto una bendición como una maldición, los corazones pueden estar embrujados por los ecos del pasado, pero es en su luz donde encontramos la fuerza para forjar un futuro lleno de esperanza y amor. ¿Será esta su salvación o su des...