Capitulo XIII

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Septiembre por fin llegó a su fin, el mes había estado lleno de cambios, nuevas personas, nuevos amigos. Alaric y Caroline, los padres de las mellizas Saltzman fueron esa última semana a ver a sus hijas. No esperaban ver a sus padres tan pronto, aunque solo estuviesen un día de visita, a ambas las llenaba de felicidad los pequeños momentos que pasaban con ambos, sobre todo a Elizabeth que tomaba la atención completa de su madre para hablar sobre sus viajes por el mundo y aventuras.

Los padres de las chicas estaban felices por las nuevas noticias, ambas estaban participando en el Miss Mystic Falls de la localidad, como una vez lo hizo su madre cuando era estudiante. Estaban orgullosos de sus pequeñas brujas y solían recordárselo con frecuencia.

La partida de los adultos caló un poco en las muchachas que odiaban despedirse con tanta frecuencia de sus padres, pero entendían la importancia de sus trabajos y lo respetaban.

Alaric aprovechó para pasar a saludar a Hope, sabía que la muchacha necesitaba atención de un adulto y aunque esta no lo dijo, agradeció su visita, pues pudo contarle al hombre su pequeño avance con el control que estaba obteniendo en su lobo, al menos cuando de controlar su ira se trataba. Ya que aún lo perdía cuando este le reclamara la atención de la morena de las Saltzman, aunque Alaric no necesitaba precisamente esa información, así que la obvió.

Las cosas transcurrían con tranquilidad, Josie se integró a su grupo de amigos nuevamente y todos la recibieron gustosos. Incluso su cercanía con la pelinegra de ojos verdes volvió a la normalidad y ambas se disculparon por el breve distanciamiento. Penélope y Josie se adoraban completamente, las chicas habían compartido una relación sentimental bastante importante durante seis meses, pero por ciertas razones, prefirieron dejarlo y mantenerlo en amistad, de aquella forma, el apoyo que se brindaban era más significativo para ambas.

Josie notó que a la ojiverde algo la mantenía distraída y ella quería ayudarla a aclarar sus pensamientos. Después de todo, para algo era su mejor amiga y confidente.

-P, ¿todo bien? – la morena tomaba asiento al lado de su amiga que no se había percatado de su llegada, la ojiverde pegó un pequeño brinco en su asiento sobresaltándose.

-Jo, hola, no te oí llegar- le sonrió y le dio un ligero beso en la mejilla -si claro, todo bien- volvió a sonreír.

-Lo sé, estás bastante distraída últimamente -la morena pegó su brazo al de la pelinegra recargando su peso sobre esta con afecto.

-Lo siento, no quiero que pienses que no te presto atención- le dijo mirando el libro sobre la mesa sin leer nada.

-No lo pienso. Sé que soy lo más importante del mundo para ti, incluso puedo estar segura de que no haces más que pensar en mí a cada momento- se burló la más alta haciendo reír a la mayor.

-Tienes razón, no hago más que pensar en ti día y noche, mis días sin ti fueron una agonía total- jugueteó Penélope y Josie la abrazó sobre los hombros atrayéndola a ella.

-Tonta, en serio, quiero saber si está todo bien- la sonrisa del rostro de la mayor desapareció despacio y sus ojos brillaron clavándose en los de la morena.

-Me conoces demasiado bien como para mentirte- suspiró resignada, Josie tomó su mano y le dio un ligero apretón.

-Si no quieres hablarlo, no tienes por qué hacerlo- Penélope negó.

-Si no lo hablo contigo, mi mente no dejará de atormentarme. Además, no podría hablarlo con nadie más que no seas tú. Eres mi mejor amiga-.

-Por eso quiero ayudarte. Sé que debía hacerlo antes, pero por razones que ya conoces, fui una idiota y no te di la atención que merecías-.

Haunted HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora