⇻Someone Else⇺Jenlisa/Chaelisa fanfiction

⇻Solución temporal

  Lisa despertó a la mañana siguiente con un sentimiento amargo todavía recorriendo sus adentros.

  Abrió sus ojos con mucha dificultad, le ardían por haber llorando tanto y notó como el rastro seco de las lágrimas hicieron que sus mejillas parecieran estar más duras y eso generaba incomodidad al intentar gesticular.

  No tenía ni la más mínima idea de cuántas horas había dormido pero sabía que habían sido muchas porque el sol ya parecía haber salido por completo. A pesar de todo el tiempo que estuvo descansando, quería continuar haciéndolo por muchísimos minutos más e incluso días si es que eso le era posible. Esos instantes en los que estuvo dormida, pudo hallar la paz entre sus sueños y el interruptor de sus emociones permanecía apagado, todo dejaba de doler. Era una cura mágica pero lamentablemente temporal para todo eso que la destruía por dentro. Parecía haber hecho un gran retroceso en el aspecto de su vida amorosa, estar encerrada en esa habitación lidiando con ella misma y sus complejos, le recordaba muchísimo a la época en donde ella estuvo junto a Jennie. 

  Hoy quería hacer esa terapia musical que tanto le gustaba, esa que le había enseñado la misma persona por la cuál hoy estaba lamentándose. Quería llorar todo el día dentro del cuarto y no salir para no tener que ver nunca más la cara de Rosé. Quería huir de todos los problemas que traía consigo en ese momento y correr a los brazos de su madre.

  Era una lástima que no podía y no sólo porque su madre vivía en la otra punta del mundo. Lisa sabía que no debía esconderse por siempre y que todo debe resolverse hablando pero hoy no encontraba las fuerzas necesarias para hacerlo. Recordó como Rosé le había dicho que para poder sanar, debía llorarse todo lo necesario y quizás ella todavía tenía agua para descargar en el tanque.

  Cierto es que, un fantasma del pasado comenzó a perseguir a la tailandesa. Un fantasma de ojos gatunos y mirada audaz, con curvas infernales y cabellera castaña oscura. El fantasma de Jennie Kim había vuelto para atormentar a una vez más a Lisa.

  Tenía miedo, estaba aterrada porque no quería volver a tener su corazón roto. Se había sentido tan genial estando al lado de Rosé que pareció olvidar que ella también podía hacerle daño, se dejó llevar y cegar tanto por el amor, que no se dio cuenta de que la podía romper a niveles escandalosos. Nunca había tenido motivos para dudar de ella, aún no los tenía pero Lisa siempre había sentido cuando las cosas iban mal y esta ocasión, se sentía exactamente de esa manera.

  ¿Sería Rosé capaz de traicionar su confianza?

  Ella la había visto totalmente devastada, la había visto rota y en su estado más vulnerable. Ella juró que jamás la haría sentirse de esa forma pero... Lisa estaba volviendo a sentirse cómo la pequeña niña que era hace seis años atrás. Tan frágil e inocente, tan sola y desprotegida.

  Estaba en un lugar completamente desconocido y su única compañía era alguien a quién no tenía ganas de enfrentar. No tenía amigos que la acobijaran o la abrazaran si todo se tornaba oscuro, ni siquiera Jisoo podía.

  Y es que esa fue una de las desventajas de haber empezado a salir con quien era su mejor amiga, la única persona que podía brindarle confort que necesitaba ahora mismo también era la que con sólo una mirada, volvía a hacerla sentirse minúscula.

  No se puede escapar ante el primer obstáculo que aparezca en una relación pero, ¿podían culparla después de todo lo que tuvo que vivir? Finalmente cuando parecía haber encontrado su felicidad, el destino parecía decirle que aún no estaba acabado.

  Lisa sólo quería vivir libre, no quería volver a ocultarse del mundo como toda su vida lo había hecho. Ahora estaba suelta de cualquier tipo de atadura como lo eran los contratos y las empresas, también estaba libre de cualquier choque cultural. Estar en Estados Unidos le daba esa posibilidad que se le había sido negada durante toda su vida, la oportunidad de amar a quién quiera sin miedo a no poder tener una carrera el día de mañana.