⇻Someone Else⇺Jenlisa/Chaelisa fanfiction

⇻Percepción

 
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  El amor es algo distinto para cada quien, se lo vive de manera distinta e incluso algunas veces podemos confundir otros sentimientos con el y creemos estar enamorados.

  "Sentimiento de inmensa atracción sexual y emocional a una persona con la que se desea compartir una vida en común" Es una de las definiciones que nos puede ofrecer el Internet y la mayoría de los diccionarios tanto físicos como tecnológicos, un resumen de pocas palabras, una oración corta y simple que no abarca ni siquiera la mitad de todo lo que podemos llegar a experimentar en lo que sería el amor en sí.

  Hay varios tipos de amor, Lisa conoció todos y cada uno de ellos, el amor familiar, el amor de amistad y el amor de pareja, entre otros.

  El primero que pudo experimentar fue el materno. Recuerda como su madre pasaba horas cocinándole galletas de chocolate o haciéndole peinados, como armaba rompecabezas con ella por más que resultara aburrido y como siempre le cantaba canciones de cuna antes de dormir. El amor por parte de su padrastro, quién consideraba más padre que cualquier otro, no se quedaba atrás. Él siempre traía caramelos o chocolatinas escondidas en el bolsillo de su chaqueta cuando volvía del trabajo y se las daba sin que su madre lo viese, jugaban juntos a los piratas y a los espías, la llevaba en su espalda si se cansaba de caminar y cuando mamá no podía cantarle, él le contaba los mejores y más creativos cuentos. El resto de su familia había sido igual de comprensiva y demostrativa, Lisa había crecido en un ambiente muy amoroso en dónde no le ponían límites a su imaginación, sus sueños o su propia capacidad de amar, nunca la llenaron de prejuicios sobre la sexualidad o las distintas culturas y parte de esto, la hizo la mujer que era hoy en día.

  El segundo que conoció fue el de la amistad, Lisa conoció a muchas personas en su país natal, Tailandia, con las cuales compartió momentos muy lindos y sonrisas interminables pero no fue hasta que llegó a Corea cuando conoció el verdadero significado de la palabra. Lisa no conocía el idioma, estaba completamente sola en un país desconocido y no podía comunicarse adecuadamente. Un día llegó Jennie a su vida, que la ayudó a mejorar en coreano y después llegó Jisoo, la persona que más la había ayudado a adaptarse y a entender el lenguaje. Jisoo había sido su más grande salvación, la admiraba y la quería como si de una hermana mayor se tratase, ella la acompañaba en la mayoría de las festividades y siempre cuidaba que no se sintiese fuera de lugar. Después fueron sumándose más amigos a su lista, como Sorn, Minnie y Elkie pero nada podría compararse con el inmenso aprecio y cariño que tenía por Jisoo.

  Y por último conoció lo que fue el amor de pareja, que fue exactamente lo que experimentó con Jennie. Lisa nunca supo cuando sus sentimientos hacia la morena habían comenzado a cambiar pero antes de hacer su gran debut, ya sabía que no miraba a la morena con los mismos ojos con los que la observó la primera vez. Jennie había sido su primer amiga en Corea, fue la primer persona que se acercó a hablarle y en mostrar preocupación genuina por ella. Con cada detalle, como cederle su manta para tapar sus piernas, darle su abrigo si tenía frío, ayudarla a practicar hasta altas horas de la madrugada, Jennie había robado poco a poco el corazón de Lisa, que pronto se vio envuelta en el amor que desparramaba la morena con todo lo que hacía. Jennie siempre fue una persona más de acciones que de palabras, por eso, Lisa había insistido tanto con ella. La mayor jamás diría con palabras lo mucho que la apreciaba o la quería y lo sabía, al menos así había sido la primera vez, que tuvo que confesar sus sentimientos a través de una canción, una sonrisa y una carta. Simplemente había sido porque las frases correctas no parecían querer abandonar su boca pero la quería, no cabía duda porque en cada caricia y cada detalle que no tenía con las demás, con el brillo en sus ojos y la delicadez de su tacto, le demostraba a Lisa todo lo que necesitaba saber para no dejarla ir tan fácilmente.