⇻Someone Else⇺Jenlisa/Chaelisa fanfiction

⇻Posesión

No olviden votar y comentar

[!] Capítulo fuerte.

—————————

  Jennie estaba en un avión, de vuelta a los Estados Unidos. Miraba por la ventanilla nerviosa, pensando en cómo le diría a Lisa que su novia, la cual también era su mejor amiga, en realidad era una psicópata que había hecho cosas muy fraudulentas, tan sucias como hacer trato con el mayor enemigo Yang Hyun Suk, con tal de poder tenerla a su lado. Jennie tenía pruebas pero aún así debía ser suave, enterarse de que la persona en la que más confías, fue la primera en vender tu felicidad por la suya, seguro no es un plato fácil de digerir. No quería que la rubia sufriera más, ya lo había hecho lo suficiente pero tampoco quería que viviera en una mentira, no lo merecía. Y Rosé, tampoco merecía vivir una vida junto a una persona tan maravillosa como lo era Lisa. Aún así, Jennie creía necesitar una confesión directa de la australiana porque tantas mentiras habían escapado de su antiguo jefe, que era muy probable que Lisa no le creyera.

  La morena tomó su celular del portavasos y tecleó un mensaje bastante rápido, para volver a guardarlo nuevamente. Se agarró firme de los bordes del asiento y tomó una respiración onda, un agarre en su brazo hizo que volteara su cabeza al lado del pasillo.

—Todo saldrá bien Jen, ella nunca dejó de amarte—Aseguró la persona a su lado con una sonrisa.

  Y aunque Jennie podía sentirlo porque ella también se sentía del mismo modo, esperaba que sus intuiciones fueran ciertas porque el brillo en los ojos de Lisa, seguía siendo tan reluciente como la primera vez que de sus labios escapó el primer te quiero.

[...]

  En el soleado estado de California, Rosé estaba tendida sobre la cama que compartía con su novia, que ahora mismo estaba en el baño  preparándose para irse a dormir junto a ella. Su teléfono móvil vibró fuertemente sobre la mesa de luz, ocasionando un ruido para nada placentero que tomó por sorpresa a la castaña. Lo agarró sin siquiera fijarse el remitente y lo desbloqueó, sudor frío comenzó a recorrer su espina dorsal cuando vio de quién se trataba.

"Debemos hablar."

  Era lo único que decía el mensaje de Jennie.

"¿Y qué si no quiero?"

"Ahora mismo no estás en posición de hacerte la rebelde Rosé, si no quieres que Lisa te odie, encuentrate conmigo en el café de siempre. Sé que estuviste espiando."

  La castaña sabía que esto iba de mal en peor y que el poder ya no estaba en sus manos, esperaba poder manipular un poco más a Lisa o quizás hacerlo con Jennie en su tan esperado encuentro. Se sentía atrapada, la mayor la estaba acorralando de a poco y sabía que no se rendiría hasta hacerla confesar todo. Jennie se había vuelto fuerte con el pasar del tiempo y quizás, debían comenzar manipular al eslabón más débil de todos. Lisa no podía marcharse de su lado, no tan fácilmente, no sin un poco de pelea, sin importar si era justa o no. Rosé marcó un número telefónico extranjero y llevó el objeto a su oreja izquierda, al tercer timbre la persona del otro lado de la línea descolgó.

—Yang, debemos cambiar nuestra estrategia, esto se está complicando cada vez más—Dijo apenas escuchó la respiración agitada del hombre.

—Soy todo oídos mi querida Rosé—Le dijo Yang en un tono meloso. Tanta complicidad había entre ellos, uno le rascaba la espalda al otro cuando lo necesitaban. Rosé quería estar con Lisa y el mayor se lo otorgó, Yang quería a Jennie lejos de la tailandesa, la menor se lo otorgó también, el beneficio siempre había sido mutuo.