⇻Someone Else⇺Jenlisa/Chaelisa fanfiction

⇻Reencuentro

I'm back.

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  Lisa y Jennie habían llegado al departamento de la morena, el que compartía con Chaemin pero quien al parecer estaba ausente ese día. La mayor introdujo la llave en la cerradura y tras dar dos vueltas, abrió la puerta y la vista de un acogedora y pequeña sala de estar las recibió a ambas. Había maletas por todos lados, al igual que envolturas de comida rápida y diarios tirados en el suelo pero sorprendentemente eso no había sido lo que captó la atención de Lisa, lo que más la había llamado era la pequeña bola de pelos blanca a la distancia, una extremadamente familiar.

  Algo atontada, Lisa dio un paso hacia adelante, adentrándose al lugar sin quitar la vista de aquello que parecía una pelusa. Se frotó los ojos intentando aclarar su vista porque no podía creer que fuera real pero cuando vio como lo que parecía una ilusión no desaparecía, comprobó que en verdad lo era.

—¿Dalgomie?—Preguntó emocionada con su voz chillona.

  La bola de pelos se removió inquieta en su lugar y Lisa dio un par de pasos más acercándose.

—¿Dalgom eres tú? Soy yo, Lisa—Le dijo como si el pequeño perro en realidad pudiese entenderla—. ¡Dalgomie!

  Sin poder contener mucho tiempo más su entusiasmo, Lisa corrió hasta la criatura, que aunque la miró con terror en sus ojos, se dejó levantar por la rubia. Pocas veces eran las cuáles Dalgom dejaba que Lisa se le acercara tanto porque siempre lo asfixiaba con tantos besos y abrazos pero al parecer, Lisa no era la única que extrañaba la cercanía entre ambos.

  Jennie sólo miraba desde lejos, con una sonrisa plasmada en su rostro y recargada sobre la pared. Admiraba la capacidad que tenía Lisa de aislar todos sus problemas, como era que podía sonreír y actuar como si nada hubiese pasado. Era una de las cualidades que más le gustaban de ella, tuvo que enfrentar varios obstáculos en su vida a temprana edad y jamás se dio por vencida. Por eso, ella tampoco lo haría y esperaba por fin darle la paz y felicidad que tanto se merecía porque no hay nada más llenador que ver a la persona que amas contenta.

—¡Lisa, te dije que no molestes a mi hijo Dalgomie así!—La voz fuerte de Jisoo hizo presencia, regañando una vez más a la rubia. Ciertamente era una escena bastante familiar pero también con un toque de autenticidad en ella. La mayor estaba parada al final de las escaleras, con su cabello en un moño desordenado y ropa casual, con sus mangas dobladas hasta el codo y aún así, se veía hermosa.

  La rubia levantó su mirada del canino hacia la pelinegra con cierto brillo en sus ojos, fue apenas un breve instante en el que ambos orbes chocaron, negro y ámbar, y ambas sonrieron. Lisa se puso de pie tan rápido como pudo y ni siquiera se  molestó en sacudir el pelo de su ropa,  corrió hasta el pie de las escaleras en dónde Jisoo la esperaba de brazos abiertos porque aunque no era una fanática de las muestras de afecto, Lisa siempre sería su pequeña niña y su pequeña debilidad por más que actuara indiferente. El impacto del cuerpo de la tailandesa contra el de la coreana fue brusco, tanto que hizo que Jisoo se tambaleara un poco pero a ninguna de las dos pareció importarle porque al fin se habían reencontrado. Lisa estaba sutilmente encogida para poder esconder su rostro en el pecho de la mayor, inhalando ese aroma familiar que tanto había extrañado mientras que Jisoo sólo trazaba pequeños círculos con su dedo índice en la espalda de la rubia, disfrutando todas las emociones encontradas que tenía tan sólo ver a su pequeña de nuevo.

  Jennie, quien había estado observando la escena en silencio, de repente se sintió como la tercera en discordia, la presencia indeseada en el lugar. La atmósfera se había vuelto tan íntima y sentimetal, de ese tipo al que no pertenecía. Y es que aunque todos intentaran obviarlo, nadie podía negar la conexión tan fuerte que había entre Jisoo y Lisa porque la rubia podría haber sido pareja de Jennie y Rosé, como también pudo haber sido su amiga y confidente. Pero la historia con Jisoo era una completamente distinta, eran más que mejores amigas, eran familia y eran hermanas. No había nadie que pudiera reemplazar el valor de una en la vida de la otra y lo mucho que se cuidaban entre sí se notaba a simple vista, Jisoo era la hermana mayor de Lisa, siempre preocupándose por ella aunque estuviesen a kilómetros, e incluso unos cuántos mares y océanos, de distancia.