⇻Someone Else⇺Jenlisa/Chaelisa fanfiction

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Por cierto, gracias por todas las felicitaciones que me dejaron por mi cumpleaños, son lo máximo❤

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  Chaeyoung había llegado a casa, vulnerable y rota como muchas veces lo había estado, meditando sobre si estaba haciendo bien las cosas en la vida. Evidentemente, no lo estaba haciendo pero todo se veía tan borroso y tan difuminado como un zurdo escribiendo con lápiz carbonilla en hoja blanca. A veces se culpaba a sí misma, a veces culpaba a Hyun Suk, a veces culpaba al mundo tan podrido en el que le tocó vivir y había tantos culpables en su mente, que se perdía. Pero los pocos momentos en los que Chaeyoung hacía acto de presencia eran efímeros, eran fracciones de segundo o tal vez con suerte, un poco más de un minuto.

  Rosé contempló a Lisa, quién estaba sentada en el sofá muy ajena a su presencia. Su mano reposaba en el pomo de la puerta, que estaba a medio abrir y ella estaba parada debajo del umbral, sus ojos sin despejarse de la rubia que estaba muy animada jugando con sus gatos. Una sonrisa inocente presente en su rostro, de esas tan gigantes que parecen iluminarte la vida, esas que muestran todos los dientes y una felicidad pura. Lisa siempre la tenía si se trataba de sus mascotas, los pequeños felinos parecían ser producto de su sonrisa. Rosé quería causar lo mismo en ella en lugar de muecas que asemejaban una felicidad falsa y quizás algún tiempo atrás en su vida, lo había logrado aunque ahora sólo causaba lágrimas y dolor. Se sentía mal por la rubia, ella era un pobre peón que cayó en su trampa para poder derribar a la reina. En ningún momento tuvo intenciones de lastimarla pero aún así lo hizo y es que un monstruo de esa magnitud, es difícil de controlar y la mayoría de las veces se le iba de las manos.

  Recostó su cabeza en el marco y cruzó una pierna delante de la otra, con una sonrisa ladeada adornando su rostro tan angelical.

—Te ves radiante—La halagó.

  Lisa se dio vuelta con susto en su mirada, borrando automáticamente su sonrisa pero al ver de quién se trataba, pareció relajarse un poco pero no demasiado. Rosé no era la persona más inocente o su más sano juicio, la castaña tenía miles de actitudes y cambios anímicos cuestinables.

—Me asustaste, creí que no llegarías hasta la noche—Comentó mientras volvía a jugar con las pequeñas patitas de Louis pero ya no había felicidad en sus ojos. Rosé lo notó.

—Te extrañaba así que decidí volver antes—Caminó hasta el sofá y se sentó sobre el borde, en el poco lugar que había disponible.

—¿Ah si?—Preguntó irónicamente.

—No quiero discutir de nuevo Lisa, vengo alzando la bandera blanca—Dijo en un tono cansado—. Sé que estuve faltando en nuestra relación los últimos meses pero quiero arreglarlo, estuvimos juntas cinco años y pronto se acerca el sexto—La miró y reposó su mano sobre la rodilla de la contraria, quién levantó la vista con un brillo de esperanza iluminando su rostro—. ¿Qué te parece si nos vamos de viaje lejos de aquí? Después de todo desde que llegamos comenzaron nuestros problemas.

  Era una propuesta tentadora pero Lisa no se dejó llevar por sus palabras lindas esta vez. Sí, tuvieron una relación que duró mucho tiempo pero eso no justificaba todo el daño que le había hecho la última semana, la había abusado física y psicológicamente y supo que ya no podía dejarlo pasar. Suavemente retiró la mano que reposaba en su rodilla, la dejó en el sofá e intentó regalarle una sonrisa.

—En realidad, quería hablarte de eso—Inició y atrapó su labio inferior entre sus dientes, calculando sus palabras y movimientos para no generar una reacción violenta por parte de la castaña—. Creo... Creo que debemos tomarnos un tiempo Rosie, estás semanas fueron muy difíciles para mí y nuestra relación está cayendo en picada.