Dos días fueron los que permanecí en silencio después de todo lo que había pasado, pero no porque no pudiera expresarme como todos esperaban, sino que necesitaba ese tiempo para mí. Tiempo para que mis pensamientos confusos se asentaran, y para que mi corazón dejara de acelerarse cada vez que pensaba en esos sucesos.
Pero cuando pensé que el silencio era mi mejor medicina, para mis padres fue un caos vuelto realidad. Ellos esperaban de mí que gritara, que llorara o que tuviera pesadillas como esperaban de una persona que había pasado por todo eso, pero no podía hacerlo.
Las lágrimas me habían abandonado ese día en la azotea del colegio, cuando lloré por última vez en los brazos de mi mejor amigo.
No tenía pesadillas ni tenía la necesidad de gritar, hasta yo misma estaba sorprendida de la tranquilidad que me inundaba. Pero a veces tenía miedo de explotar, de que todas esas sensaciones que no salían a flote podrían salir en cualquier momento a la superficie y arruinarlo todo.
Esos sucesos me habían dejado marcada, pero no iba admitirlo en voz alta, como mis padres y mis amigos esperaban, o como el terapeuta me había dicho un sinfín de veces en las sesiones que había dejado de ir, lo cual esperaba que mis padres no se enteraran.
Trataba de no volver a pensar en Ro Woon o Hui, de cómo me habían herido solo para llegar a lastimar a otras personas.
"Debes perdonar para olvidar", fueron las palabras de mi terapeuta antes de que me levantara de la silla de su consultorio y no volviera.
No los podía perdonar, y no creía poder hacerlo en un largo tiempo. No necesitaba que me lo dijeran, ni tampoco necesitaba que todos sintieran lástima por mí.
Sí, me habían sucedidos cosas que quería olvidar, pero mientras más las negara, mejor me sentiría. A pesar de las contradicciones de todos, ellos no entendían. Yo era la única que sabía cómo me sentía, la única que podría arreglarme.
Nadie más, solo yo...
Estaba olvidando, de a poco lo estaba haciendo. Los pensamientos estaban presentes, no iba a negarlo. Estaban allí cada vez que doblaba la esquina, cada vez que caminaba por los pasillos del colegio y los jardines. Pero de a poco, yo iba sanando.
Mis padres habían regresado para quedarse, o ellos trataban de asegurarme eso. Una parte de mí no les creía, ya que en el pasado había pasado exactamente lo mismo, sus palabras duraban solo semanas. Es por eso que no esperaba mucho.
Ellos me dieron su atención, al igual que mis amigos. Pero había momentos en los cuales llegaba a ser asfixiante, sus miradas en mi dirección o su cercanía no me permitía salir más allá. Querían que me sintiera de nuevo segura, lo entendía. Pero ellos deberían entender que tener mi propio espacio era importante.
Necesitaba encontrar a...
No, no lo iba a nombrar.
Si no lo nombraba, el dolor sería menor, ¿Verdad?
No quería pensar en cómo él no había venido a verme, o como había esquivado mis llamadas y mensajes como si nunca hubiese tratado de comunicarme. Era como si mientras más insistiera, él más se alejaba de mí.
"Tal vez no quiere verte", pensé una y otra vez.
Había comenzado a desesperarme por querer saber algo de él, aunque los demás no notaran esa ansia en mí cada vez que su nombre salía de los labios de mis amigos.
Minhyuk, Ilhoon y Eunkwang me habían visitado, aunque todos ellos actuaran con cautela. No pregunté por él, ni siquiera intenté sacar algún tema para que su nombre saliera de los labios de alguno. Como si él nunca hubiese existido, ¿Por qué? Para que doliera menos...
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BEAUTIFUL PAIN - BTOB
FanfictionSinopsis: Hay 3 reglas importantes en la vida que hay que cumplir para poder coexistir sin ningún problema. Regla N° 1, nunca te enamores del amigo de tu hermano. Regla N° 2, nunca te enamores de un profesor. Regla N°3, nunca te enamores de tu mejor...