¡Somos sur!

O27

México del Sur

Nt: Favor de leer la nota final. Especial, maratón hasta el número #35
¡Disfruten! 💞

Las horas pasaban lentamente para la mayoría de los estados de la República Mexicana, Centro y Norte. El silencio que gobernaba en la plaza donde estaban era pesado, totalmente incómodo para todos los que estaban ahí.

Las nubes blancas que antes adornaban el azul firmamento ahora eran de tonalidades negras y grisáceas al igual que el cielo que antes era azul.

Las primeras gotas comenzarón a caer, dando aviso de que pronto llegaría un torrencial aguacero, más esto no los movió ni un poco de donde estaban.

—Juro que cuando esos cabrones lleguen, los voy a putear como nunca en su vida lo habían hecho— amenazó tronándose los dedos Zacatecas, rompiendo la pesada atmósfera.

—¿A quién vas a putear cabrón?

Los demás estados se voltearon para buscar al dueño de esas palabras, y lo buscaron con la mirada a sus demás hermanos, los sureños, quienes habían sido culpables, en especial la chiapaneca.

Muchos se sorprendieron al verlos sin sus ropas típicas y tradicionales, pues estos iban vestidos de trajes negros, sin excepción alguna. Sus caras detonaban seriedad, cosas que rara vez pasaba.

—Me alegra saber que han aceptado nuestra invitación— comentó Guerrero seriamente.

La Chihuahuense rio irónicamente, y fingió limpiarse una lágrima de risa.
—Hablen de una buena vez, malditos traidores hijos de puta— respondió filosa, como los cuchillos nuevos y sin usar.

Quintana Roo sonrió perversamente de lado, y arqueó una sus cejas por sus palabras antes dichas—¿Ser traidor significa descubrir la verdad? ¿Significa descubrir que nuestra madre murió a causa de "papá"? Pues dejame decirte que sí lo soy— le contestó a la mujer, sin quitar su macabra sonrisa.

La otra simplemente se cayó, y no volvió a dirigir la palabra y se refugió en las bajas Californias.

—Aunque no debería sorprender, después de todo son jóvenes, a diferencia de nosotros— comentó pensativo Tabasco. —Nunca supieron que México, nuestra tierra se dividió en dos: Norte y Sur.

Y con esas palabras bastó para que algunos abrieran su boca en una perfecta "O", otros abrieran los ojos cuál platos de la impresión, y unos simplemente se perdieran en sus pensamientos.

—Así es, pero Sur no existió del todo, ya que solo fue un espíritu— respondió Guanajuato cruzado de brazos. —Y sí así lo hubiera hecho, ella estaría presente, y cuidaria de ustedes, pendejos. — expresó con molestia en su voz.

La lluvia no tardó más en caer sobre aquel lugar, empapando a todos los presentes, y haciendo del lugar todavía más tétrico y pesado.

—¡Cuídaria de nosotros sí Norte no la hubiera sacrificado! — gritó molesto Veracruz, sacándose un gran peso de sí. —¡¿Y todo por que?! ¡Por qué el otro simplemente quería vivir! ¡Pudo salvarla, pero NO, la dejó a su merced de los españoles! — volvió a gritar inundado en la cólera.