Capitulo 21

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Los barcos llenos de carga y provisiones ya se estaban preparando para partir.
En las filas para la primera expedición no solo había naves de imperio de Ainz estaba ahí. Barcos mucho más pequeños del Reino de Re-Estize y el antiguo Imperio Baharuth también se encontraban en las costas de este. En total, había tres barcos del reino Hechicero. Uno estaba conformado por Momon y otros aventureros que estaban afilados al reino. También en esa nave había aventureros que querían apoyar a Momon y por Aurele Omega, quien apoyaría a el Actor de Pandora como unidad de búsqueda. El otro gran barco estaba siendo liderado por uno de los supremos de Nazarick y un guardián de piso. Eran Cocytus y su creador, el Guerrero Takemikazuchi.
El tercer barco estaba conformado por el recién formado gremio de magos del imperio. Este estaba liderado por el arquero más temido de la nación sagrada de Roble. La primer sacerdotisa de la justicia negra; Neia Baraja.

—¡Momon-dono!—la chica de fieras ojos saludo al aventurero de negro con una gran sonrisa. Ella movía su brazo alzado de lado a lado mientras avanzaba hasta él. Cuando estaba cerca, bajo su brazo y se lo estrechó en saludo. —Eh escuchado muchas cosas de usted, es un placer conocerlo al fin.

Momon le devolvió el saludo.
—El gusto es mío. No sabía que usted fuera a venir en la expedición.

—¡Claro que si! Es mi manera de pagarle a la nación que nos salvo de la destrucción.

—Mm, ya veo—, este accedió con la cabeza en comprensión. —Espero poder trabajar bien con usted, señorita Baraja.

—Lo mismo digo—, después de darse un apretón de manos, esta regreso con su equipo.

Momon hizo lo mismo. Mientras estaba preparando cosas para el viaje, Evileye vino corriendo hacia el.

—¡Momon-sama! ¡Momon-sama!—la chica se acercó a él, cargando en sus manos una pequeña bolsita del color de su capa. Este detuvo lo que estaba haciendo y se volteó hacia ella.

Evileye estaba nerviosa. Respiraba fuertemente, a pesar que era un vampiro. Temblando, con una rápida moviendo extendió sus manos mostrando la bolsa. El héroe se quedó parado viéndola sin saber que hacer.

—¿Esto es para mí?

—¡S-Sí!—puso más fuerza para estirar las manos. Hasta se para en puntitas para acercarse más a la cara de su héroe. —¡Es un dije encantado para la buena suerte! ¡L-Lo hice yo misma!

El aventurero lo tomó, abrió la bolsa y observó el objeto. Era un pequeño dije de madera con unas marcas encantadas en el. Momon cerró la bolsa y lo apretó con su mano.

—Muchas gracias. Lo cuidaré mucho—, la chica dio una gran sonrisa detrás de su máscara.

Ella dio una pequeña reverencia, y salió corriendo rápidamente hasta donde se encontraban el reto de las Blue Roses que estaban animando a Evileye. Esto confundió un poco al del armadura, pero no le dio mucha importancia.

—¡Lo hice! ¡Realmente lo hice!—ella daba saltos de alegría mientras que las demás solo podían observarla.

—¡Bien hecho, enana!—Gargan la tomó con sus brazos, envolviéndolo el cuello con su brazo y su puño golpeaba no muy fuerte sobre su cabeza.

—¡G-Gargan! ¡Suéltame! ¡D-duele!—la chica trataba de soltarse, pero solo podía patearse sus pies en el aire. Las demás rieron al verlo. Se detuvieron y vieron hacia los barcos y el héroe oscuro.

—¿Esto es de verdad todo lo que podemos hacer?—Tía veía a los grupos preocupada.

—¿No podemos ir con ellos?—preguntó Tina.

La líder negó con la cabeza con una expresión de angustia.
—No. Debemos quedarnos aquí en caso de que la gente del Reino nos necesite.

—¡P-pero!—Evileye fue liberada por Garagan y sus ojos se quedaron pegados en Momon. Su miedo solo se hacía más grande en cada segundo.

Memorias del rey hechiceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora