Capitulo 2

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   Los habitantes de Nazarik se encontraban profundamente confundidos.
   Hasta ahora están seguros que tenían algo importante que hacer. Pero desde hace ya unas semanas las cosas han cambiado mucho.
   No es que el mundo haya cambiado. Ellos lo habían hecho.

   Albedo siempre estaba animada cuando le tocaba leer el reporte y llevar acabo las responsabilidades como ser el primer ministro del reino. Ahora la simple idea era más que asqueroso. ¿Por qué rayos le gustaría tratar con alimañas y asquerosos gusanos?

    Demiurge antes le encantaba usar su tiempo libre para planificar y descifrar un plan. El único problema es que él era el único además de Albedo con un plan de conquista del mundo. Tanto como Mare, Aura, Cocytuos y Shalltear siempre estaban aburridos. Su trabajo se había convertido más tedioso cada día.
Pero solo había un guardián que había dado un giro de 180° grados.

    Bien, nadie sabía de donde venía o como había llegado a servir como un guardián de Nazarik. Ni siquiera la supervisora de los guardianes. Pero ahí estaba, en el segundo cuarto con más seguridad de Nazarik después del prado de Sakura en el octavo piso. Antes era alegre, animado, MUY animado. Gritaba siempre y hacia expresiones demasiado exageradas en todo momento.

   Pero ahora era completa mente diferente.
Callado, aburrido, vacío. Sin vida, solo esperando en una esquina. Cuando le hablaban, solo hacia una pequeña respuesta.

     Había cambiado tanto que hasta a Shalltear le preocupada. El guardián tenía la mente en otra parte. Como si estuviera totalmente perdido.

    —Actor de Pandora—, llamó Albedo. —¿No es hora ya de que sagas como Momon?

    El solo admitió con la cabeza. Cambió su forma a el caballero oscuro y se dispuso a partir.

   —Actor de Pandora—, volvió a llamarlo, interrumpiéndolo. — Es mi responsabilidad como supervisora. ¿Qué es lo que te pasó?

    El la volvió a ver, sin ninguna expresión detrás de la armadura.
   —Yo también me lo pregunto.

    Dió media vuelta y se fue.
    ¿Qué es lo que había en pasado? ¿Desde cuando todo había cambiado? ¿Desde cuando Nazarik había perdido su corazón?
¿Desde cuando... ella había perdido su razón de existir?
    La respuesta estaba clara. No solo para ella. Sino, para todos en la tumba.
Desde que los seres supremos los habían abandonado.

'Esos asquerosos... ¡traidores!'

    El puño de Albedo casi llega a destruir toda la pared. Ellos les habían servido desde que fueron creados. Les habían dado toda su lealtad, su existencia. ¡Lo menos que podían era quedarse!

   'Tabula-Sama... ¡Maldito Tabula-Sama! Dios creador... ¿para qué me hiciste...'

   La orgullosa guardiana cayó de rodillas llena de lágrimas.

    '...si solo me ibas a abandonar a mí y a mis hermanas?'

   Ella tenía que hacerse de cargo de Nazarik ahora. Por ella, por Nazarik. Ellos controlarían este mundo lleno de gusanos. Ellos serían los nuevos dioses, y gobernarían este mundo como esos desagradecidos traidores jamás pudieron.

    No tardó mucho para que llegara al salón del trono. El anillo de Ainz Ooal Gown era algo realmente útil. Dió una vista al salón del trono. Las 40 banderas de los supremos se mostraban en toda su más grande gloria. En el trono había solo un poste vacío. Ni siquiera ella supo la razón de ello. En el centro del salón se encoraba el o ejecutó de clase mundial.
Con la forma de un muy poderoso trono.

Memorias del rey hechiceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora