Capitulo 42

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Las delicadas tazas de té fueron puestas sobre una mesa de un morado cristal.
El jugador con avatar de pulpo observó tranquilo a travez del cristal a la pequeña sombra con ojos como faros.

—Entonces no dirás nada—, dijo finalmente Tabula con voz rendida mientras dejaba la taza.

Dio un suspiro profundo. Y movió sus tentáculos hacia abajo mostrando que estaba cansado. Se levantó de la silla junto a la pequeña mesa de té para uno.

—¿Ya Te VaS?—dijo con voz burlona la sombra.

—Tengo cosas más importantes que hacer—, y salió de la sala, apagando las luces.

Mientras salía miró a la sirvienta que se encontraba junto a la puerta. Esta se arrodilló. Sin detenerse, el jugador le dio una orden.

—Nadie entra, nadie sale.

—Entendido, Tabula-sama—. Respondió la sirvienta que aún se encontraba con la cabeza hacia abajo.

Mientras caminaba por el pasillo oscuro hacia la siguiente habitación, estaba una figura esperándolo. Era su primera creación.

—¿Que estás haciendo aquí, Nigredo?

—Creí que usted necesitaría ayuda, Tabula-sama. Mi cuarto se encuentra en el piso de abajo. Yo podría ayudarle en cualquier momento.

—Ah, entonces mientras no molestes, está bien. Tengo mucho que hacer hoy, así que no estorbes.

—Entendido, mi creador—. La chica de vestido de negro que cargaba una muñeca comenzó a seguirlo a travez de las habitaciones de la prisión congelada.

—¿Que te parece Nigredo? ¿La nueva máscara que te di?

—Le estoy muy agradecida por eso, mi lord.

Cuando creo a Nigredo, Tabula había usado su amor por las películas de terror para crear la más perfecta broma posible. Fue divertido los primeros meses, recordaba como hasta TouchMe había gritado como una niña asustada, pero luego Nigredo se transformó simplemente en un guardián de área que no tenía más importancia que matar jugadores invasores que entraran a su cuarto por accidente o para ayudar otros encontrar al objetivo. Pero desde que llegaron al nuevo mundo, lo único que había oído de su creció es que aveces era útil y se la pasaba todo el tiempo libre cuidando bebés. Tabula honestamente no esperaba que ella hubiese desarrollado ese amor por los infantes. Pero nuevamente, no se esperaba a lo de Albedo. Gap Moe. Gap Moe, pensó con orgullo.

Pero para dejar de escuchar las quejas de sus compañeros le había dado a Nigredo una máscara que funcionaba como un segundo rostro. Este era como una capa de piel artificial que se movía como un rostro de verdad. Este tenía unos rasgos parecidos a Albedo, pero tampoco era tan deslumbrante. Por supuesto, para mantener la esencia de su amor por el terror, se aseguró que esta se pudiera remover como cualquier máscara y pudiera seguir asustando a cualquier persona sin un muñeco en brazos.

Frente a la puerta a la que se dirigían, se encontraba Neuronist Painkiller, otra figura de tentáculos de apariencia desagradable. Hasta Tabula, que era de la misma especie, encontraba su apariencia poco atractiva.

—Neuronist—, saludó el alquimista.

—Tabula-sama—, saludó la interrogadora de buen humor mientras se inclinaba. —Saludos también para ti, dulsura. ¿Te hiciste un cambio de look?—preguntó mientras miraba a Nigredo.

—Así es, vecina.

—Me gustaba más el otro—, admitió la interrogadora.

—Es solo temporal—, aseguró el supremo. —Ahora vamos con lo importante. ¿Cómo te fue?

Memorias del rey hechiceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora