Capitulo 49

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   Un día como otro en Yggdrasil. El jugador con el avatar de esqueleto, un Overlord, se pasaba la mayor parte de su tiempo libre dentro de la tesorería de la tumba que había conquistado hace mucho tiempo.

   Suspiró cansado. Acaba de acabar una larga jornada de trabajo en la oficina y había tenido que aguantar las quejas de los clientes, sus compañeros de trabajo, y sus jefes. Aunque él nunca los culpaba, simplemente es que todos estaban cansados.

   Y no es como si el nunca se quejaba. Si lo hacía, bastante seguido de hecho. Simplemente lo hacía cuando nadie pudiera verlo o escucharlo.

   La tesorería usualmente era un lugar muy silencioso. Este lugar estaba lleno de tesoros y recuerdos, pero era un lugar deprimente. Hoy, sin embargo, se pueden escuchar los lamentos del líder del gremio de Ainz Ooal Gown.

   —Aunque sea un rato.... al menos un mensaje —se susurraba a él mismo.          —Algo, lo que sea. Lo escucharé....

   El avatar de esqueleto no podía dar ninguna expresión, sin embargo, se podría sentir perfectamente la desesperación de la voz de esa persona.

   —Sigo esperando aquí... solo quisiera que alguna vez me dijeran que lo que hago no es en vano... que aún se preocupan por mi... que vendrán algún día... al menos una vez.

   La única otra figura que lo acompañaba era un NPC. Un doppelgänger vestido como un Neo-nazi lo miraba directamente, con una expresión vacía, sin vida o emoción alguna.

   —Por favor... alguien por favor... no quiero estar solo... quiero verlos...

   Los sollozos de este ser se escapan poco a poco, como si no fuera capaz de detenerse. Estaba derrumbado en el suelo, débil e impotente. Cansado, no, desesperado. Solitario.

   El tenía todo en el juego. Dinero, poder, fama mundial. Una asombrosa tumba para reinar. Hasta tenía una colección de los objetos más poderosos, raros y codiciados de todo el juego, los World Ítems.

   Sin embargo, el hubiera dado todo eso, todos y cada unos de los World ítems que pasó años recolectando, podría volver a ser de nivel uno, solo para volver a verlos.

   Ya había pasado un año desde que hablo con alguno de ellos.

   Comenzó a gritar. Trató de parar sus gritos, y después de un rato se calmó.

   Con algo de fuerza, se levantó y se dirigió hacia su creación, el Actor de Pandora.

   —Pandora... —susurró y extendió la mano hacia el guardián de área.
—Transfórmate en TouchMe...

   Este reconoció la orden, se inclinó haciendo una reverencia, y comenzó su transformación.
Una vez que el esqueleto vio esa figura, las luces de las cuencas del Overlord brillaron violentamente, y su cuerpo perdió fuerza. Se lanzó en brazos a la figura del caballero plateado. Lo abrazó con fuerza y comenzó a sollozar nuevamente.

   —Quiero verte... sé que estás ocupado... sé que ya no te interesa el juego... sé que quieres más pasar tiempo con tu familia... pero por favor... quiero verte una vez más...

   Todo el cuerpo del undead se colgaba a de la inmóvil figura del insectoide, que ni siquiera se inmutó.

   Pasó así otro rato más, hasta que recuperó el aliento y lentamente lo soltó.

   —... —puso una de sus esqueléticas manos sobre la mejilla de la armadura, mientras observaba el rostro de su primer amigo en silencio.

   Luego dió otro suspiro cansado.
   —Transfórmate en Ulbert... —ordenó nuevamente a su creación. Este obedeció inmediatamente y cambió su forma a la del demonio del desastre.

Memorias del rey hechiceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora