Capitulo 45

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   —¿Tienes hambre? —preguntó el líder.

   —... —la semi-elfa no le respondió. Solo miró hacia abajo con una cara de frustración y odio.

   Desde la jaula, ella había perdido todo respeto hacia el capitán de su unidad. Antes lo respetaba por ser en alguien que podría confiar, le preguntaba a él todo sobre lo que pasaba afuera y en la reunión es de los cardinales. Y este siempre le contaba todo. Gracias a su apoyo, la chica no había querido antes salir sola. Y ahora, ya no lo quería ni ver.

   'Ese monstruo de voz rara tenía razón,' pensó la chica con cadenas de un fuerte material, un legado de los dioses. 'Nunca me había dado cuenta de que era una prisionera hasta que me pusieron verdaderas cadenas.'

   —Zesshi, —llamó el hombre. —Responde cuando de hablan.

   Las cadenas mágicas se activaron, haciéndola obedecer.

    —Muérete, —respondió la chica con una voz cortante. —Y sí, tengo hambre.

   —¿Sigues molesta? —preguntó retóricamente. —Creí que te gustaría verlo muerto.

   —YO quería matarlo, imbécil. —Con fuerza jaló de las cadenas, sin mucho efecto. —Era mi sueño, mi objetivo. ¡Tú lo sabías mejor que nadie!

   —Es lo que tienes por ser tan inmadura y desobedecer. —Dijo con una voz fría, pero con algo de lastima. Como una hermano mayor explicando a su hermanito por que fue castigado. —Te advertí que habría consecuencias si no te comportabas.

   —Me dijiste que los Cardenales habían echo un trato con él, —dijo con una voz confundida.

   —¿En serio creíste eso? No, Zesshi. ¿Quien crees que me dio la orden de matarlo? La "alianza" era una excusa para que nos ayudará y matarlo cuando estuviera débil. Y ese era el momento perfecto.

   —¿¡Entonces porqué no me lo dejaste a mí!? —exigió con rabia pura.

   —¿No lo entiendes? Zesshi las criaturas que estaban tras de ti eran mucho más peligrosas que el rey. El vampiro fue quien destruyó al gente de nuestra escritura.

   —¿Y? —preguntó con una voz fría.

   —Y que si derrotabas a el rey, ellos podrían aprovecharse de tu estado para matarte. Así ellos tomarían control de país elfo y destruirían la carta de triunfo de la humanidad al mismo tiempo. ¡No podamos dejar que eso pasará! Tenía que sacarte de su vista cuanto antes.

   —¿Y por eso lo mataste?

   —Exactamente, —admitió con una sonrisa. Calmado de que finalmente pudiera entender. —Todo es para protegerte a ti, y asegurar el futuro de la humanidad.

   'El rey ese tenía razón... no, mi padre maldito, sólo les interesa tenerme a mi como herramienta.'

   La mirada de la hija de los dioses era fría, contraria a las expectativas del humano.

   —No me mires así, Zesshi. —Pidió el hombre. —Te compensaremos. Mira, te traeré tu comida favorita. —El hombre salió de la habitación buscando el platillo.

   —¡Mejor muérete! —le gritó la híbrida mientras el hombre salía. —¡No te quiero volver a ver, Kiyun!

   Y cerró la puerta. El hombre caminó un momento antes de hacer un suspiro tan pasado. El problema del Rey elfo estaba resultó pero... ahora todo está completamente peor que el nuevo imperio de Ainz Ooal Gown, que la vampiresa esa era parte de su grupo. Y dura te la batalla había dicho... "creador". Y los cardinales temblaron al enterarse. Todos y cada uno de los "líderes" eran jugadores. Eran en mayor número que sus dioses, ademas hasta sus "creaciones" y sirvientes eran fuertes.

Memorias del rey hechiceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora