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Lena Luthor

Me sentía realmente feliz, a pesar de todo teníamos una familia. Me gustó la tarde que pasamos juntos, una parte de mi se recrimina por haberme perdido tantas tardes así en familia, aunque Sam y yo tenemos otra hermosa familia en Londres no hay nada como estar todos reunidos. Escuche con atención las anécdotas de Alex y Lex en los bares, al parecer ambos compartían el mismo problema cuando se pasaban de copas; peleaban con medio mundo. Kara me mandó un texto al día siguiente para decirme que el agente de vienes raíces me mostraría un departamento el miércoles si yo estaba de acuerdo. Así que aquí estoy en el carro de Alex mientras ella me da un pequeño recorrido por la ciudad mientras escuchamos música, ella fue muy dulce al ir por Sam y por mi al aeropuerto. Yo me encontraba en la parte de atrás del auto viendo por la ventana mientras pensaba en varias cosas; sería tan difícil despertar sin el sonido del Big Beng todas las mañanas, aunque al principio lo odiaba con el tiempo me acostumbré demasiado a el, las mañanas no serían las mismas sin el petulante sonido del gran reloj y sin el delicioso café de "Donde Sofía", la dueña de la cafetería que estaba a unas cuadras de mi casa, aunque aquel lugar me trae ciertos recuerdos tristes. Después de más de cinco años de vivir en Londres había adoptado el acento europeo, Lex siempre se burla de mi por eso. Siento como Alex estaciona. Todas bajamos del auto, el edificio era simple, para nada ostentoso. Subimos en el elevador hacia el octavo piso, Alex y Sam no paraban de hablar, yo encambio iba más callada. Sam no dijo nada al respecto por que sabía el motivo de mi actitud; estaba melancólica por la partida definitiva de Londres. Alex abre la puerta y mis ojos se abren como platos.

-. ¡Kara! - grita Alex a una rubia quien tenía hundido el rostro entre las piernas de una pelinegra, Kara sólo llevaba bragas azules. Ella al levantar su rostro nos mira con sorpresa y tira una maldición.

-. Vayan al cuarto, ella casi termina. - dice simplemente mientras hunde su rostro de nuevo, la mujer gime el nombre de Kara. Alex quien mantiene las manos en los ojos de la pequeña Rubí nos jala hasta la habitación de Kara. Desde allí escuchamos los gemidos de la mujer, Alex estaba realmente molesta.

-. Lo siento chicas, mi hermana es... una idiota. - dice Alex con pena. Minutos después el silencio se hace presente, después se escucha el sonido de la puerta cerrándose. Kara entra a la habitación con unos pantalones cortos y una camiseta azul.

-. Lo siento chicas, estaba ayudando a la vecina con la plomeria. - dice como si nada. Alex se levanta de golpe.

-. ¡Eres una idiota irresponsable! ¡No pudiste esperar un día! ¡Un maldito día sin sexo no te mataría Kara! - le gritó Alex.

-. No te enojes Alex, ni siquiera las niñas están enojada. - dice Kara.

-. ¡No dicen nada por que están en Shock! Además ¿Como se te ocurre follarte a la agente de vienes raíces? -

-. Ella vino antes y me encontró en ropa interior ¡No es mi culpa que se me haya aventado encima! - dice Kara.

-. Cuando le diga a Lex que Lena te vio teniendo sexo te va a...-

-. ¡No le digas a Lex! - casi grita la rubia. Algo me dice que mi hermano tiene una carta bajo la manga por que de otra manera Kara no estaría tan asustada.

-. ¡Oh si! Lex se va a enterar ¿Viste como se puso cuando le ofrecí alcohol? Imagínate cuando sepa que su dulce y pequeña hermana te vio en plena acción. - decía Alex malvada.

-. ¡No dirás nada! Si lo haces iré a decirle a Maggie que la engañaste. - Alex la vio incrédula.

-. ¡Eso no es cierto! - exclama Alex.

-. Pero ella eso no lo sabe. - dice Kara.

-. ¡Está bien! No diré nada. - dice y Kara suspira -. Pero eso no quiere decir que Lena no pueda decirle.- exclama Alex, Kara abre sus ojos con sorpresa y se acerca a mi.

La Dulce Mentirosa I: La Invasión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora