Ep9: Masacre (I)

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Los meses pasaron sin algún incidente por parte de Xian; poco a poco estaba recuperándose, aun así, el pequeño debía caminar con cuidado y lento, llegando a desarrollar una paciencia envidiable hacia si mismo y sus alrededores

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Los meses pasaron sin algún incidente por parte de Xian; poco a poco estaba recuperándose, aun así, el pequeño debía caminar con cuidado y lento, llegando a desarrollar una paciencia envidiable hacia si mismo y sus alrededores.

Su estado de salud le impedía cruelmente jugar como los demás niños; mas estaba agradecido de seguir vivo; su amado padre le había explicado porque despertó tan asustado y herido.

Tras una discusión con su esposa, la mujer se llevo a Xian lejos, teniendo un accidente en el camino, YangYi logró encontrarlos y lamentablemente su madre ya había muerto, por lo cual solo pudieron salvarlo a el.

Xian se forzaba a si mismo a pensar que, la razón por la cual quería tanto a YangYi era esa: el había salvado su vida.

Si bien Xian era pequeño, no era estúpido, ni ignorante; el sabía que los padres hablaban mal de el a sus hijos, por el simple echo de ser un niño sin madre, y no poder moverse con normalidad, por todo y por nada.

Xian jamas tuvo amigos, no de su edad; le era fácil amistarse con los mayores, con los adultos, su inteligencia y carisma lo ayudaban con eso; pero no siempre era bueno. Aún así, Xian jamás le contó a nadie los acosos y las agresiones que recibía.

Los de más niños llegaron a burlarse de el, a molestarlo e incluso, empujarlo sabiendo lo difícil que le era mantener el equilibrio.

Xian era feliz, a pesar de sus dificultades; porque tenia una familia que lo amaba, y a un ángel que siempre lo protegía y dejaba dulces junto su almohada cuando dormía en la casa de sus abuelos; aun si llevaba una dieta estricta para su recuperación, jamás le negaron la alegría de comer aquel dulce que su amado YangYi dejaba al lado de su almohada todas las noches.

Los problemas volvieron cuando el niño paseaba por el bosque, y los hijos de aquel hombre al que Xian le arruino la venta, mejor dicho, estafa hacia aquel par de ciegos, se "vengaron" empujando al niño contra una pila de ramas secas llenas de espinas, el grito que Xian soltó los aterro, e hizo huir despavoridos del lugar cuando las ropas del menor se manchaban de sangre: la herida de su abdomen se había vuelto a abrir.

Como pudo, el menor se dio la vuelta, y presiono su herida, al borde del llanto; cuando sintió nuevamente algo sobre su cabeza, aquella presencia lo aterraba, la espada estaba allí, flotante, esperando a ser sujetada para ayudarlo o para desvelar a la fantasma; pero mas miedo tenia Xian de morir desangrado allí, de sentir aquel dolor ardiente que lo sofoco cuando la herida apareció, no recordaba como llego, ni recordaba el rostro de su madre, Xian simplemente no recordaba nada.

Tomo una vez mas el extremo final de la espada y esta floto, mas no lo levanto, lo dejo lejos de las ramas espinosas, de las cuáles varias espinas se habían encajado en su ropa, parte del cuello y palmas; desenvainó la espada y el fantasma no tardo en aparecer, sacando con rapidez las espinas y evitándole sentir dolor; Xian ya no sabia si aquella niña fantasma era una maldición o una bendición.

Alguien, por favor ¿¡puede pensar en los niños!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora