Alguien, por favor ¿¡puede pensar en los niños!?

Ep 14: Dulce

Yang miraba el cielo relajado, acostado bajo un árbol de cerezo que crecía a las cercanías de la casa de ataúdes mientras escuchaba a Qing y a XingChen hablar sobre distintos temas que honestamente, no le interesaban.

—A-Yang —Llamo XingChen, acariciando el cabello de Xue Yang, cosa que confundió al delincuente, recordaba que durante un mes y medio, XingChen evito cualquier tipo de contacto físico con el, llegando a volverse tan incomodas las noches; que Yang se vio forzado a reparar una de las habitaciones mas lejanas de la casa y mudarse allí.

Pensó incluso que no faltaría poco para que lo corrieran, y se hizo a la idea, estaba dispuesto a irse una vez confirmara que Yue había mejorado y soportaría el viaje, una vez que supiera a ciencia cierta que Qing y XingChen ya no lo necesitarían.

Guardo silencio, esperando que XingChen continuará, cerro los ojos disfrutando de los mimos que este le daba, mientras Qing hacia lo humanamente posible por no reír o asquearse.

—¿Cuando es tu cumpleaños? —preguntó Qing, una vez entendió que XingChen se había centrado mas en mimar al delincuente que en hacer la interrogante.

—¿Para que quieren saber? —hablo Yang, incómodo al recordar aquella fecha, simplemente quiso pasar del tema y demostró su incomodidad, al volverse mas frío y alejarse de la mano de XingChen en una obvia señal de rechazó.

—Mi cumpleaños sera en dos meses, y el de Daozhang en 3; si tu cumpleaños es entre esos meses, podemos celebrar los 3 juntos —explico la pequeña impostora, con una sonrisa mirando de reojo a Yang, el cual mantuvo la misma expresión de fastidio, mirando el cielo a través de las hojas del cerezo.

Marzo había comenzado hacía mas de 20 días, ese día, Yang debería estar en la tumba de Yue, o con Yue, pero la visita a la tumba se vio restringida pues Jin GuangYao estaba demasiado ocupado y no podía meterlo de contrabando, y ver a Yue era imposible, por lo ocurrido con el "acosador de los dulces", Yang no tenia ni la menor idea de a donde LuZao-Jun se había ido con el menor.

Aquello sorprendió a sus compañeros de vivienda, no esperaban tener a Yang ese día; y no tenían nada planeado, sabiendo que los cerezos ya estaban floreciendo, Yang decidió que los 3 se quedaran bajo el que tenían cerca, hasta que se los ocurriera algo mejor.

Yang soltó un suspiro y se sentó, dándole la cara al árbol y a los " ciegos" que en el se encontraban apoyados, XingChen del lado izquierdo y Qing del derecho, y miro a ambos, cruzandose de piernas y de brazos.

—¿Cuando son sus cumpleaños? Así, les diré el mio. —respondió, y ninguno se opuso.