Alguien, por favor ¿¡puede pensar en los niños!?

Ep33: Conflictivo (II)

Tras recoger sus cosas, Yue observó la bolsa de dulces que su hermano solía darle, y sonrió, quería ir a verle, pero sentía que no era el momento adecuado.

Suspiro, tomando entre sus manos una pequeña muñeca de cabellos negros y un hanfu verde, era tan pequeña y adorable, que el afeminado no dudo en llevársela consigo, seria un pequeño recordatorio, después de todo siempre fue suya, un regalo de hace años, desgraciadamente, había olvidado de quien.

Se despidió de sus abuelos, Yue se encamino a la salida de dicha cuidad, observando a lo lejos la casa de ataúdes, tan tentado a ir, finalmente decidió hacer caso a sus sentires y se encamino a dicho lugar.

Su mente le advertía constantemente no ir, sin embargo, llego a la puerta de la casa, sintió como si el aire le faltase, y se escondió, presionando su puño contra su pecho, tan herido, tan aterrado, el lugar debía estar solo, sin embargo, había una señorita sentada a los pies de la entrada, balanceando sus pies y mirando al cielo, Yue no soporto aquel recuerdo, aquella vista y decidió correr, correr lejos del lugar, con el corazón en la boca y el alma rota, aun no había superado sus miedos.

Tras salir de la cuidad, Yue suspiro y se recrimino a si mismo, había sido una pésima idea ir a dicha casa, aun si no pudo pasar de la entrada.

Tardo medio día en volver a GusuLan, llego justo a tiempo para que le permitiesen entrar, y se dirigió a su habitación para dejar sus cosas, cuando, apuntó de abrir al puerta, escucho los tiernos sollozos de Yu.

- ¡Esta tardando mucho! -Se quejo, el corazón de Yue comenzó a latir con mas fuerza, ¿Lo estaban esperando?

-A-Xian esta por llegar, A-Yu calmate o nos regañaran de nuevo -Hablo Jun, y Yue no pudo evitar sonreír, abriendo la puerta, cuando la mirada de los 3 cayo sobre el, Yue agrando su sonrisa, dejándolos en confusos.

-He vuelto -Respondió, y sin mas entro a la habitación, siendo recibido por un abrazo y lágrimas de parte de Tong Yu, abrazo que no dudo en corresponder.

Para mayor sorpresa, Yue se separo de Yu, y acariciando su cabello le ofreció un dulce, un dulce de gota sabor a cereza, los favoritos de Yue, aquellos, que solo compartía con las personas que amaba o confiaba, aquellos que hacia un año dejo de compartir.

Yu lo aceptó gustoso y curioso, al mismo tiempo que Yue ofrecía otro dulce a Jun y a Lin, el primero acepto calmado y el segundo le rechazo, bufando con molestia, como si no le quisiera allí.

Yue guardo el dulce, de cierta forma, sabía que Lin jamas lo querría, y lo aceptaba.

- ¡Bienvenido, A-Xian! ¿Como están tus abuelos, como te fue? -Pregunto Yu, con el dulce en la boca y la curiosidad en el alma.

Yue les contó todo, y dejo la pequeña muñeca en la cabecera de su cama, argumentando que era un regalo de su padre, Jun le mencionó que no necesitaba explicarles si no quería, y Yue le respondió con una sonrisa, derritiendo aun mas su corazón enamorado.

Por fin, y junto a ellos, Yue comenzó a abrirse, a ser mas honesto, los meses pasaron y dicha amistad fue mas fuerte que nunca

Yue reía y jugaba con ellos, no necesitaba ser el adulto que siempre se esforzó por ser, el deseo de irse de GusuLan desapareció; ahora, y por aquel trió, Yue amaba estar allí.

Tanta fue su unión que el chico los llego a considerar una familia, su familia.

- Lamento tener que pedirle esto, pero no me queda mucho tiempo y debo volver o me dejaran aquí -Se excuso un discípulo que detuvo a Yue y a Yu en el camino a clases aquella lamentable tarde- ¿Podría por favor entregarle esto al líder de la secta, es un regalo, de la secta Jin -Yue asintió ante la petición del hombre, confiando.