Capitulo 5 (Editado)

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Desperte en una habitacion que obviamente no era la mia, era toda oscura y yo era la única ahí.

Un leve mareo me hizo llevar una mano a mi cabeza y de ahí a mi cuello tocando un lugar especifico, sentí una venda rodear ese sitio y de ahi recorde lo que paso hace unas horas. La mordida de Subaru y la verdad de todos ellos, son unos vampiros.

Lo que más se quedó en mi mente fueron esas dos palabras dichas por el albino.

-Quédate conmigo.

Un sonrojo leve apareció en mis mejillas, porque dijo algo así? No era algo que el diría a una chica, ni siquiera creo que a él le interesen esas cosas.

Sacudí mi cabeza un poco para quitarme esa idea. La obscuridad que se veía a través de la ventana me indicó que ya debería irme a mi habitación a descansar un poco más, al parecer me desmayé mucho tiempo.

—Ya estas mejor?...

Una grueza voz me hizo exaltar, gire mi vista a donde provenía y sin haberlo visto Subaru estaba justo del otro lado de la cama. Le mire sorprendida cubriendo mi cuerpo con la sabana aunque sabia que no serviria de nada.

—No te hare nada.

—...Nadie me garantiza eso.

Eso era cierto, si sus hermanos eran vampiros eso quiere decir que el también. No me puedo fiar de ninguno.

—Donde estoy?

—En mi habitacion, te haz desmayado y te traje aqui.

—Cuanto tiempo?

—Casi un dia entero. Te quite mucha sangre.

—Porque lo hiciste? Solo quiero irme de aquí, Karl me a traído con mentiras. 

Murmure con algunas lagrimas saliendo de mis ojos, el bufo y se acercó un poco a mi.

—Entonces es tu culpa por ser una ingenua.

Odiaba admitirlo, pero tenía razón. Tenía que haber hablado más con mi padre o con Karl antes de venir, fui una tonta.

—Me voy.

Lentamente me levante de la cama, mi estado aún no era muy bueno así que un fuerte mareo me hizo perder el equilibro y casi caer, digo casi porque antes de impactar el suelo Subaru ya me tenía entre sus brazos impidiendo que mi cuerpo cayera.

—Aun estas muy débil, descansa un poco.

De verdad el dijo eso? el es está siendo amable? Usualmente en la escuela el era muy distante a todos, ni siquiera sabía si tenía amigos. Pero el que sea así de atento conmigo me hizo sentir ligeramente feliz.

—Tomate esto...

Reaccioné a su voz levantando la cabeza para observar que en sus manos tenía un vaso de agua y una pastilla color blanco.

—Que es?

—No preguntes y tómala ahora.

—Claro que debo preguntar, quizá sea droga o algo dañino.

—Tengo cara de querer drogarte?

—Tienes cara de muchas cosas.

Sonreí un poco al ver su rostro tan molesto por mi comentario, en realidad tenía una cara muy, muy linda.

—Lo haremos a mi manera entonces.

No entendí sus palabras al principio, pero si lo hice cuando tuve su rostro muy cerca del mío con la pastilla entre sus dientes. Me tomo por las mejillas con una mano y comenzó a acortar la distancia entre ambos, obviamente me negué y lo empuje.

—Vale! Tomaré la pastilla. Yo sola!

En su rostro se formó una sonrisa arrogante lo que provocó que yo me molestara aún más. Me extendió otra pastilla y finalmente la tome junto al vaso de agua.

El silencio reino la habitación, eso me dio la oportunidad de observar su habitación. No tenía nada fuera de lo normal, salvo por el detalle de tener un ataúd en medio de todo. Tenía una cama pero dormía en un ataúd, típico.

—Creo que mejor me voy, gracias por la pastilla.

Me levante de la cama con cuidado y avance hasta la puerta, no pude abrirla por completo porque el la volvió a cerrar. Me dio un leve empujon dejando mi espalda contra la puerta.

—Oye!

Estuve a nada de reclamarle, pero una vez más su rostro estaba a solo centímetro de mi, su respiración chocaba con la mía y eso se iba reduciendo más y más hasta qué pasó lo inevitable.

Sus ojos nunca dejaron de mirarme ni sus labios de acariciar los míos con suavidad, Subaru Sakamaki me estaba besando. Estaré loca pero no me molesto para nada, era todo lo contrario.

Movíamos nuestros labios lentamente y sin apuro, su mano se pego a mi cintura y con la otra comenzó a quitar la venda que cubría la marca de sus colmillos, interrumpió el beso para bajar sus labios hasta ese lugar y comenzar a olfatearlo.

-Que haces?~

-Callate..

Su aliento ahora impactaba contra mi cuello haciendo que mi piel se erizará, clavo de nuevo sus colmillos precisamente en el mismo lugar de antes, dolía horriblemente por lo que las lágrimas no esperaron.

A los pocos minutos me soltó pero no alejó mucho su rostro de el mio, me observaba fijamente aun con un poco de mi sangre en su labio inferior.

—Nadie te tocará jamas porque tu sangre y tú cuerpo son míos desde ahora, recuérdalo (Tn).

Me había dejado sin palabras, no sabia como reaccionar a tan inesperada declaración. No era una de pareja, el solo me quería para ser su comida. Cuando dijo mi nombre mi corazón latió tan fuerte que casi me daba un ataque, solo el provocaba estas cosas en mi con tan solo conocerlo hace menos de dos días.

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Please Stay (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora