Capítulo 8 (Editado)

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Caminando por los hermosos y amplios campos de rosas de la mansion Sakamaki, por fin podía tener un momento para pensar con claridad, estar entre cuatro paredes es aburrido.

Esta mañana Shuu me ha dicho que hablarían conmigo sobre algo importante, no son de darme muchas noticias así que estaba demasiado intrigada.

Respire el agradable aroma de los blancos rosales que ahí había, tome una rosa y la lleve a mi nariz inhalando el aroma. Aroma que me recordaba a cierto chico de cabellera albina.

Levante la vista y mi boca formo una inmensa "O" pero también algo se rompío en mi pecho. Era Subaru, mordiendo a Yui, de inmediato me escondí entre un rozal y continue mirando, Yui hacia muecas de dolor mientras Subaru la mordia. Después escuche algo que fue lo que hizo que mis lagrimas salieran.

— Tu solo quedaté quieta y deja que te clave mis colmillos...para siempre...

Me levante haciendo un ruido con las hojas, gracias a eso Subaru se percató mirándome con ligera sorpresa y Yui con un sonrojo y pena.

— P-perdon...

Salí corriendo con la voz de Subaru gritando mi nombre, entre a el bosque entre la neblina mientras limpiaba mis lagrimas, pero porque lloro? Esos sujetos no son más que una molestia, tratándome como si fuera basura o algo inservible.

Cuando cai en cuenta, estaba perdida. El ambiente era muy tétrico y pronto supe porque, era un cementerio. Una de las tantas lápidas llamo mi atención, estaba muy descuidada pero el nombre era visible.

—Cordelia...Sakamaki?

Murmuré haciendo una leve mueca, el nombre me resultaba vagamente familiar. Una punzada de dolor golpeó mi pecho en ese instante y después, obscuridad.

(~~~)

Desperté gracias a los leves golpes que resolvía en mis mejillas que me pareció eran de Subaru.

—Oye, despierta.

—Q-Que pasó?

—Te desmayaste. Has estado así un buen rato.

Lleve una mano a mi cabeza ya que aún me sentía mareada, aún estábamos en el cementerio y por como lucía el cielo de obscuro efectivamente llevaba casi horas desmayada.

—...Quien es Cordelia Sakamaki?

Subaru permaneció callado hasta ayudarme a levantarme del suelo y señalar la tumba.

—Fue la segunda esposa de Karl. La madre de los trillizos.

Mire a la lápida durante un rato, mi mente estaba intentando recordar donde había escuchado ese nombre antes pero era inútil.

Mi mano instintivamente fue a donde estaban las letras que formaban su nombre, ahí fue que me vino un recuerdo.

Era una bella mujer de cabello violeta, llevaba un vestido negro largo y tenia una figura muy provocativa.  Esa mujer sabía que yo la estaba observando, por que giró su rostro lentamente y junto a eso las palabras que le escuché decir me dejaron helada.

—Porque naciste?...

Cuando reaccione la mujer ya no estaba. Eh tenido suficiente de estas cosas, porque me pasa esto? que son esas viciones? quien era esa mujer.

Me di cuenta de que Subaru se había ido, me dejó sola en medio de un cementerio. No es que tuviera miedo, tenía la sensación de ser observada todo el tiempo. Decidí marcharme de ahí, había encontrado el camino por suerte así que en cuanto llegue a la mansión subí las escaleras directamente a mi habitación. Luego de un baño anunciaron la cena y aunque no tuviera mucho apetito tenía que estar presente.

La cena fue tranquila, a excepción de las miradas que me daba Subaru, Kanato jugaba con Teddy de lo más normal. Los demás estaban normales, demasiado diría yo.

Al terminar y como era costumbre todos se iban por su lado en silencio. Cuando estaba por irme también, Reiji me detuvo.

— Hay un asunto que debemos tratar, (tn).

— Eh? Hice algo malo?

— No. Como sabes, Yui es la prometida de Ayato. "esa persona" nos ha dicho que tu tienes que elegir a uno de nosotros para ser su prometida.

Parpadeé desconcertada por sus palabras, al principio no entendía pero ante su silencio supe que era real.

— Que? Espera, ese señor debe estar bromeando!

-Al parecer no. Es mejor que estés preparada.

No, esto es una broma. Estos chicos, intentaran todo por tener mi sangre, di pasos hacia atrás mirandolos con miedo. Subaru apretaba las manos y me miraba desafiante.

-No. yo, yo no puedo.

Mi espalda chico con lo que aprecia otra persona, esta ser acercó a mi oído y de forma profunda susurro a mi oído.

-Que tenga prometida no significa que no pueda probar tu sangre.

Me tensé de inmediato y sin perder tiempo me aleje lo más posible de todos, ellos parecían disfrutar de mi sufrimiento.

-Nadie provara nada!

Salí corriendo directo a mi habitacion cerrando la puerta con seguro. Ya lo entienda todo, por eso me trajo aqui, quiere que me case con uno de sus hijos.

Me meti a el baño y lave mi cara, me puse la pijama y me sente a un lado de la cama mirando la ventana. Subaru parecía molesto, pero no debería, para el solo soy una bolsa de sangre, no le importan mis sentimientos y lo peor es que me beso, me dijo tantas mentiras.

Suspire pesadamente y me meti entre las blancas sabanas cayendo de inmediato en los brazos de morfeo.

Please Stay (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora