Doce
Niall se había ido hace unas horas, Louis estaba tomando una ducha y el alfa estaba sentado en la cama, perdido en los recuerdos con Gigi que ahora solo le daban tristeza, lágrimas bajaban silenciosamente por su rostro y no parecía importarle mucho.
Escuchó unos pasos, sabía de quién se trataban, así que permaneció con la cabeza gacha, mirando el piso, intentando aliviar su dolor.
Louis entró en la habitación, su cabello estaba mojado, y vestía ropa del alfa, lo miró e hizo una mueca con sus labios entendiendo la presión que sentía en su pecho. Su alfa estaba triste.
—¿Qué pasa, alfa? — preguntó, caminando despacio hacia el pelinegro, Zayn levantó su vista, dejando ver las lágrimas inundarlo, extendió sus brazos hacia el omega, Louis terminó la distancia que había entre ellos y lo rodeó por el cuello. —Salí en cuanto te sentí.
Zayn asintió, abrazándose en la cintura del omega, su cabeza contra su abdomen, olfateando al omega, rogando que ese buzo oliera al aroma de Louis y no al suyo, arrugó su nariz al no encuentran el dulce aroma que lograba tranquilizarlo.
—S-si. —sorbió su nariz y levantó su mirada para ver el rostro de Louis. —Un pequeño momento de debilidad que no volverá a pasar.
Louis tomó el perfilado rostro entre sus manos, y negó, estando en desacuerdo con su alfa. —Si va a volver a pasar, Zayn, y esta perfecto, es la única manera en la que puedes sanar, así que no te presiones. ¿Por favor?
El alfa sonrió, sus ojos estaban hinchados, haciéndolo ver tierno, asintió, volviendo a apoyarse en el abdomen del omega, Louis subió sus manos de nuevo al cuello del alfa, abrazándolo, demostrándole su apoyo.
—T-te duele, cuando estoy así.
—Si, pero no te preocupes por mi, alfa, lidia con tu propio dolor, yo puedo lidiar con el mío, lo importante es que te sientas mejor. — dejó un beso en la cabellera de su alfa, Zayn suspiró, no entendía cómo un omega como Louis había terminado destinado a ser el suyo.
Se separó suavemente del pequeño cuerpo, Louis lo miró, buscando con su mirada si el alfa necesitaba algo. —¿Qué pasa?
—Quiero olerte. — confesó. —Y ese buzo huele a mi, no a ti.
Louis sonrió, al le gustaba ponerse los buzos de Zayn, porque tenían su olor, y lo hacían permanecer tranquilo. Mordió su labio. —¿Quieres que me la quite?
Zayn asintió. —Por favor.
El omega dudó un poco, ya que era lo único que tenía puesto, y le daba un poco de pena exponerse ante el alfa, desnudándose de la cintura para arriba, Zayn lo miró, entendiendo lo que el omega tenia.
—Eres precioso, no te avergüences por eso, chiquito. — interrumpió las inseguridades de su omega. —Pero, si no estás cómodo haciéndolo, no lo hagas, yo puedo aguantarme.
Louis sonrio, sonrojándose, recordando que Zayn lo había visto un par de veces más expuesto que solo quitar el buzo, asintió, tomó la parte de abajo y la subió, retirándosela, el animal de Zayn aulló feliz.
—Ven. — palmeó su regazo, Louis se subió, su cuerpo apegándose al de su alfa, Zayn jadeó, embriagándose con el dulce olor que caracterizaba a su omega. —Me encanta como hueles.
Se hizo hacia atrás, sosteniendo el pequeño cuerpo, lo acomodo en el centro de la cama, subiéndose encima de él, entre sus piernas, acomodo su rostro contra su cuello, y comenzó a olfatearlo, llenándose con su olor, sus manos picaban por ir más allá de los costados de Louis, la piel bronceada se sentía suave contra la yema de sus dedos.