Veinticuatro
Louis estaba inquieto en su hogar, caminaba de un lado al otro, en los largos pasillos de la casa. Quería llamar a Zayn y preguntarle si estaba bien, esa presión de preocupación estallaba en su pecho, siendo mucho más intensa de la que alguna vez había sentido de parte de su alfa, sabía que algo estaba ocurriendo, sólo esperaba que lo que fuera que estuviera pasando no tuviera que ver con el cachorro de su alfa.
Su celular comenzó a sonar, haciéndolo saltar asustando, caminó hasta la sala, el lugar donde había dejado su celular, lo agarro y pudo ver perfectamente el contacto de Zayn, contestó sin pensarlo dos veces.
—¿A-alfa?
—Lou. — le respondió, Louis relajó su cuerpo, aliviado de esa tensión que tenía en él. —Tenemos que hablar de algo importante, chiquito.
—¿Qué pasa? — interrogó, el tono de su alfa se escucha como temeroso, trago saliva, con su vista perdida en una pared, siendo de repente muy interesante ante sus ojos, mientras rogaba que no fuera lo que estaba pensando.
—Hubo una complicación con el cachorro.. — lo escuchó, comenzando a explicarle. —El cuerpo de Gigi no lo está aceptando.
Louis se quedó en silencio, tomando todo el aire que podía en caso de que en unos minutos ya no pudiera hacerlo, decidió sentarse en el pequeño sillón frente suyo, y reposó su cabeza en el respaldar.
—¿E-está bien?
—Si, la estabilizaron, entonces por ahora se encuentra bien.
—¿Pero?— algo le decía que ese maldito 'pero' no le iba a gustar. Sus garras se deslizaron por su piel, arañando su muslo desnudo, el cual estaba cubierto por pequeños chupetes que le había hecho su alfa.
—La doctora nos explicó que su cuerpo no está aceptando al cachorro por la falta del alfa en el embarazo.
Louis trago saliva, su respiración comenzaba a trabarse, costándole mucho esfuerzo jalar aire, y su garganta se había secado, haciéndola dolor jodidamente, por otro lado su cabeza comenzaba a darle vuelta, desorientándolo, enterró sus garras en su muslo, tratando de volver al mundo real con el ardor que se provocaba.
—¿Chiquito?
—¿T-tienes que marcarla? — preguntó, pensando en lo patético que era al escuchar su voz temblar llena de miedo, su vista estaba fija en la sangre que salía de las heridas que se había provocado, extrañamente dolían menos que la ansiedad que crecía en su pecho.
—¡No! — lo escuchó, hablar con rapidez, aunque aquella respuesta no había logrado tranquilizar su ansiedad en absoluto. —No, eso no va a pasar y no tiene que pasar. Estás conmigo, estoy contigo, estamos bien, amor.
Alfa
Ayúdame
Ven
AlfaSu parte racional estaba atontada, y su animal estaba lloriqueando, sintiéndose perdido sin su alfa, sin la protección y el cariño que lo hacía sentirse bien. Carraspeó.
—¿Amor? — escuchó a Zayn. —Louis, ¿qué pasa? ¿Qué tienes?
Silencio.
—¿Louis? — lo escuchó llamarlo otra vez, sorbió su nariz, pretendiendo que podía dejar de llorar, tomó una bocanada de aire.
—T-te escuchó, a-alfa.
—¿Estas bien? — preguntó. —Siento.. ¿Estás lastimado, amor?
—N-no. — mintió, apretando sus heridas, para que de alguna manera se detuviera el sangrado, jadeó adolorido, su cuerpo comenzaba a despertarse del pequeño ataque de ansiedad.