Treinta y cinco.
Había sido una noche incómoda en la habitación del hospital. En la cual había decidido dormir en una de las sillas para que su omega pudiera dormir cómodo, aunque claramente su espalda le había hecho saber que había sido un grave error y lo supo cuando se levantó y trono dolorosamente.
Jadeó adolorido.
—¿Estas bien? — escuchó la voz adormilada de Louis hablarle. Volteo a verlo. El omega permanecía con los ojos cerrados pero se veía atento a su respuesta.
—Si, vuelve a dormir. — le respondió, vio cómo Louis asentía y se volvía a acurrucar con las sábanas que le habían dado.
Sonrió enternecido y abrió la puerta despacio, encontrándose a doctores y enfermeras corriendo de un lado a otro. Noto que era una mañana voy agitada para ellos y los admiro. Continuó caminando con pereza por el pasillo donde justo sintió un flash cegarlo. Gruñó, cubriendo sus ojos de aquella incómoda luz.
—¿Qué mierda? — jadeó molesto, había una gran cantidad de personas apuntándole con cámaras.
—¿Se encuentra bien?
—¿Por qué está aquí?
—Se han filtrado fotos de la modelo Gigi. Al parecer en estado. ¿Es su cachorro?
Tuvo que tomar una gran bocanada de aire para no mandar a todos a la mierda, pensó en irse y dejarlos ahí, pero odiaba la idea de que estuvieran merodeando por el hospital en el cual se encontraba su omega enfermo.
—Si, el cachorro es mío. — decidió responder para que se largaran. —¿Pueden retirarse? Lo que menos necesitamos es que llamen la atención.
—Si va a ser padre, ¿qué hará con su nuevo omega?
—¿Terminaron?
—¿Decidió volver con su ex prometida?
Zayn gruñó, dispuesto a dejar salir su mal carácter justo cuando vio llegar a la seguridad del hospital.
—¿Lo están molestando, señor Malik?
—Sinceramente si. — le respondió al guarda de seguridad. Tenía unos cinco teléfonos contra su rostro y cámaras con ángulos perfectos. —¿Podrían retirarse? Hablo en serio cuando digo que no estoy de ánimos para esto. — suspiró cansado.
Los periodistas hicieron caso nulo, sabía que estaban esperando alguna reacción de parte suya para hacerla titular, como si el bebé que esperaba con Gigi no fuera suficiente chisme.
La seguridad comenzó a empujarlos sutilmente mientras pedían que se retiraran, mientras ellos discutían con los perdiositas aprovechó para volver a la habitación ya que no lo estaban viendo. Encontró a Louis con los ojos abiertos pero aún adormilado y notablemente cansado, a pesar de que se había recuperado no estaba del todo bien.
—Hola, Lou, ¿dormiste bien? — le preguntó bajando el tono de su voz, mientras se acercaba con lentitud hasta él.
—¿Por qué estás molesto, alfa? — lo escuchó preguntarle, quiso ronronear gustoso porque su omega comenzaba a sentirlo más pero se retuvo.
—Hay periodistas y paparazzis en los pasillos. — explicó su enojo, sentándose en un pequeño espacio que había en la camilla junto a los pies de su omega. —Vinieron a hacer su maldito trabajo el cual consiste en sacar mierdas de mi vida personal.
El rostro de Louis decayó, se veía preocupado y tenso, lo cual lo hizo reaccionar, tomándole con suavidad la mano para tranquilizarlo.
—¿Sabes... — Louis carraspeó, y se sujetó de su mano para reincorporándose en la camilla. —¿Sabes como supieron que estabas aquí?