Trece
Zayn miraba a su omega, quien estaba terminando de cocinar los panqueques que había decidido hacer, con un pijama del alfa que le quedaba un poco grande, y el cabello revuelto lo hacía verse jodidamente tierno, el alfa no podía dejar de mirarlo, tratando de grabarse aquella escena en su mente, Louis se dio la vuelta con dos platos servidos en sus manos, puso uno al frente de Zayn y el otro en su lugar.
—Gracias. — le agradeció, agarro la miel de mapple y le echo un poco a las porciones en su plato, Louis sonrió y comenzó a comer lo único que había aprendido a cocinar. —Están deliciosos.
—Muchas gracias, alfa. — sonrió, tomando un poco de jugo. —Me alegra que te hayan gustado porque será lo que comerás durante muchos desayunos.
—No tengo problema con ello. — bebió un poco del jugo, y le sonrió a Louis. —Gracias en serio, chiquito. — estiró sus labios hacia su omega, quien sonrió, dejando un pequeño beso en ellos.
—Me gustan tus besitos. — susurro Louis, Zayn suspiró lleno de ternura, su omega era algo tan dolorosamente hermoso.
—A mi también me gustan mucho. — agarro lla mano ajena, poniéndola entre las suyas, acariciandola con cariño.
El celular del omega comenzó a sonar interrumpiendo la pequeña burbuja de cursilerías que tenían, Louis lo tomó, leyó el identificador de llamadas y lo silencio, el alfa lo miró extrañado, logrando leer "mamá" en el identificador.
—¿Quién es, omega? — preguntó, en su lugar, esperando a que el ojiazul le dijera la verdad, Louis lo miró dudoso.
—E-es mi mamá. — respondió. Zayn asintió.
—¿Por qué no le respondes? — dijo, en un tono suave para que Louis no sintiera que lo estaba controlando o juzgando. Sólo quería saber.
Louis evadió la mirada de su alfa, que estaba buscando sus ojos, tratando de averiguar qué sucedía con él, pasó su mano sobre su cara y decidió responder. —No tengo una buena relación con ella, alfa.
—Entiendo. — asintió. — Está bien, chiquito, si no quieres seguir hablando de eso yo lo respeto.
—E-en realidad.. — susurro. —Me gustaría hacerlo.
—Te escucho, bonito.
Louis le sonrió, sus ojos estaban decaídos al igual que su expresión, hizo una mueca, pensando en cómo contarle a Zayn la incómoda relación que tenía con su madre, el alfa acarició la mano que tenía sostenía, tratando de tranquilizarlo.
—E-ella se casó.. — comenzó con un dato no tan relevante. —Su nuevo esposo no estaba muy feliz con la idea de que uno de sus hijastros fuera un omega niño y-y, yo no le hice nada malo, no me metía con él, sólo hacía mis cosa, metido en mi propio mundo.. — su voz se comenzó a quebrar. —Y él sólo decidió que por ser un alfa y yo un omega, tenía derecho sobre mi, e-él me golpeaba, me decía muchas cosas horribles y.. — sorbió su nariz, Zayn lo miraba lleno de preocupación, quería alzarlo sobre su regazo y detener el relato, quería mimarlo y nunca más dejarlo pasar por algo así. — A veces-a veces él me obligaba a dejarme tocar.
Zayn gruñó, su alfa rugía rabioso en su interior, exigiendo un maldito nombre para ir a despedazarlo con sus dientes, su cuerpo estaba tenso, tratando de contener esa furia que sentía por la preocupación que tenía por su omega, quien se veía destrozado, jalo de su agarre en la mano de Louis.
—Ven, bebé. — habló con suavidad, el castaño se levantó, rodeando la mesa, necesitando esa protección que su alfa le daba. El moreno lo subió a su regazo, la cabeza del omega reposando en su hombro y su cuerpo aferrado a él.
