Reencuentro

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Anteriormente:

Y sin dejarlo reaccionar lo sacó de su apartamento,para luego sentarse a saborearse los labios y decir en voz baja:Lástima que no llegaste a mi vida antes..

Habían pasado unos días y César continuaba preocupado por Iris, ella no había regresado al Instituto, y eso le preocupaba porque tenía miedo de que la expulsaran. Había intentado llamarla todos esos días pero no había tenido éxito, llevaba días sin dormir, había intentado ir a la casa de ella, pero, o no estaba ahí, o no quería abrirle la puerta.

En el Instituto nadie sabía de ella, incluso Jorge llevaba tiempo sin verla, el director no daba razones, y eso era algo preocupante.

Pasaron dos semanas, era un martes y César había pedido un permiso para viajar a Monterrey. Casualidades del destino!!, ese día se apareció Iris a trabajar, llevaba en su bolso un certificado de reposo que la justificaba todas esas semanas de ausencia.

Todos estaban tan contentos con su llegada, al fin se incorporaba la residente más preparada de Psquiatría.Todos la saludaban, sin embargo a ella solo le importaba el saludo de una persona que no se encontraba por todo eso.

Iris: (extrañada preguntó) Donde está César? No me digan, no ha pasado ni un mes y ya está faltando...

Pareciera que Iris volvía a ser la misma: la abnegada y responsable residente de la cual todos hablaban con orgullo.

Dijo un residente de Cardiología, que se había hecho muy amigo de César..

F: Iris, él pidió el día libre para ir a Monterrey.

I: (sorprendida) Qué dices Fernando?, Por qué a Monterrey? A quién tiene allá?.

F: (sorprendido) Y por qué te importa tanto saber dónde y con quién está César?..

Todos se hacían esa pregunta, Iris demostraba grandemente sus celos. No esperó ni un segundo más, le pidió la dirección a Fernando y emprendió su viaje a Monterrey...

D: Pero bueno!! Iris entra hoy a trabajar y ya se volvió a ir, este mundo está loco...

Iris fue a su casa, recogió algo de ropa, y emprendió camino hacia Monterrey.

César había ido a visitar la tumba de su madre, era algo religioso para él, a su punto de vista era la única persona que nunca lo había abandonado, lloraba desconsoladamente mientras le reclamaba a Dios que por qué no se lo había llevado a él con ella.Todos estos años había sufrido una culpabilidad que no le pertenecía, era un niño, cómo iba a tener la culpa de la muerte de su madre? Siempre le llevaba rosas blancas a su tumba (eran sus favoritas) y siempre le cantaba una canción que a ella le encantaba..Arrodillado frente a su lápida y limpiando la maleza que había crecido alrededor de la misma por la falta de cuidado, sintió unos pasos que se acercaban por detrás...No voltió, ese perfume él lo conocía y no podía creer que ella estaba ahí..

I: (sorprendida) César, de quién es esta tumba?

C: Iris, es...es..por qué quieres saberlo?

I: Qué?, es en serio? Osea, te puedes meter en mi vida, y yo no puedo hacer lo mismo?.

C: (apenado) Lo siento Iris, es que es algo muy personal y no me gusta hablar de eso, pero tú me has confiado demasiadas cosas, así que te lo voy a contar..

I: (viendo la cara de tristeza de César) Alcohólico...perdón, si no quieres contarme, no importa, yo lo voy a entender. Es solo que me preocupé..

C: (con una sonrisa al escuchar las palabras de Iris) Cómo?, puedes repetir eso?

I: (confundida) Qué cosa??

Amar es de locosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora