Hubiera sido mejor que no existiera

110 10 1
                                    

Anteriormente:

I: (gritándole a los dos) César, Jorge, paren...Ustedes son hermanos!!!.

La incertidumbre llenó de repente aquel salón, ambos (César y Jorge) se miraban perplejos, inmóviles, sin emitir palabra alguna. La respiración agitada de ambos podía sentirse fácilmente. Iris por un momento se arrepintió de haber dicho aquello, pero ya era demasiado tarde como para querer arreglar la situación, frente a ella estaban dos hombres queriendo tener una explicación.

C: (tomándola por los brazos fuertemente) Qué dijiste!!, de donde sacas semejante estupidez Iris?, de nuevo vas a defender a este idiota!!.

J: (atacándola) Cómo vas a decir que este ímbecil es mi hermano!!! Te estás escuchando lo que dices!!.

I: (safándose de los brazos de César) Me dejan explicarles?, por favor.

J: (interrumpiéndola) Pero es que no hay explicación para esto!!.

C: (caminando de un lado a otro) Seguramente lo dijiste para que nos dejáramos de pelear....sí...seguramente es eso.

I: Es verdad lo que les dije, no tendría por qué mentirles.

J: (agarrándola por los hombros) Es que no puede ser!!

C: (agarrándolo por el brazo) Suéltala!!.

I: Pero no sigan discutiendo!!, por favor.

C: (tomando aire) Bueno, explícanos  qué está pasando.

I: El día que le diste la golpiza a Jorge, yo busqué entre sus contactos a algún familiar y di con el número de su padre, entonces lo llamé y dió la casualidad de que era tu padre también César. Yo me quedé perpleja también, pero él dijo que por favor no dijera nada, que ustedes no debían enterarse.

J: (llevándose las manos a la cabeza) Pero Iris, César y yo tenemos la misma edad, entonces...

I: (interrumpiéndolo) Entonces nada Jorge, lo que pasa es que tu madre era su amante y por eso es que ustedes tienen la misma edad, porque tu madre y la mamá de César quedaron embarazadas al mismo tiempo.

C: (golpeando la puerta) No puedo creerlo!! Mi padre es un vil mentiroso, y cómo se las da de moralista, esto es increíble!!.

J: (agarrándolo por la bata) No permito que hables así de mi papá, él es un buen hombre.!!

C: ( safándose) Buen hombre? Estás bromeando, verdad? Ese tipo nos mintió, nos estuvo engañando todo este tiempo y tú aún así lo defiendes.!!

I: Jorge, César tiene razón, tu padre no quería que ustedes se conocieran y eso no está bien, ustedes debieron crecer juntos, al fin y al cabo son hermanos. Creo que sería bueno que hablaran e hicieran las paces.

J: (gritándole a Iris) Tú de verdad estás mal de la cabeza Iris, yo jamás podría hacer las paces con el hombre que me robó a mi mujer!!.

C : Yo no te robé nada, tú solo la perdiste! Además no te permito que hables de ella como si fuera de tu propiedad..

I: (cansada) Saben qué?, hagan lo que quieran, estoy realmente cansada y me quiero ir a dormir, así que ustedes verán si siguen peleando o se comportan como hombres y arreglan sus asuntos. (se marchó azotando la puerta).

César y Jorge se miraban confundidos, la verdad es que les había golpeado durísimo saberlo todo, querían llamar a su padre para confirmar esa historia pero no tenían el valor.

J: No pienses que con esto tú y yo quedamos bien, nunca te voy a perdonar que te quedases con mi mujer y ni pienses que lo vas a volver a hacer.

C: Jorge, me da igual...tú y tus amenazas me dan igual, has lo que quieras, al final Iris me ama a mí y nunca te va a perdonar que fueras un abusador con ella.

Amar es de locosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora