Anteriormente:
A: (sonrojándose) Jaja, gracias., y dime qué vamos a hacer esta noche.
D: No sé, lo que tú quieras.
A: (besándolo con pasión) El amor te gustaría?..
D: (sonrojado al escuchar esas palabras) Me encantaría. Jamás he conocido una mujer como tú Ara.
A: (extrañada) Cómo yo?...no entiendo.
D: Sí, es que eres increíble, nunca una mujer se me había declarado y menos me había dicho que le hiciera el amor...
Era Aracely ahora la que moría de vergüenza, no quería que David pensara que ella era una cualquiera, pero es que cuando lo tenía enfrente la mente se le nublaba y el corazón le palpitaba cada vez más rápido y más fuerte. David esperaba ansioso la respuesta de Aracely, estaba nervioso, le sudaban las manos y su voz....su voz temblaba con total claridad.
A: (sonriendo) Bueno, para todo hay una primera vez.
D: (contento) Sabía que ibas a decir eso (tomándola por la cintura) y sabes qué?...Me encantas!!, como nunca me ha gustado una mujer!!.
A: (apretándose contra su pecho) Ya somos dos, jaja, parece que está de moda las relaciones entre los médicos, no?.
D: (intrigado) Por qué lo dice señorita?.
A: (dandose cuenta de su error) Ves!?, es que no me puedo quedar callada.
D: (tomándola por la barbilla) Entonces yo lo hago.
La llevó al cuarto de enfermeras y estando allí entrelazó sus brazos en su cintura, la apretó más a su cuerpo y fundió sus labios en los de ella. Aracely respondió efusivamente al beso, presionaba con sus dedos su espalda, le mordía los labios mientras que su lengua saboreaba la lengua de David, ambos se restregaban mutuamente, cuerpo a cuerpo, en una batalla campal para ver cuales de los dos quedaba primeramente impregnado en la piel del otro. David empezó a subir de tono aquella situación; comenzó a recorrer con sus manos el cuerpo de Aracely, primero sus pechos, ahí paró un momento para poder agarrarlos con firmeza y masajearlos hasta el cansancio, luego bajó hasta sus nalgas y sin pensarlo un segundo, las tomó con fuerza y empezó a apretarlas hacia él. Aracely no se quedaba atrás, ella estaba disfrutando de aquello y pretendía que él lo supiera...Empezó a lamerle el cuello, a arañarle la espalda, cual felina desesperada, bajó sus manos por su cuerpo, mientras seguía comiéndole la boca; bajó una mano hacia su pecho y allí jugó con él; hacía círculos, figuras, de todo, luego bajó por su pantalón hasta sentir algo duro...muy duro...no podía creer que David estuviera excitado de esa manera.
A: (toda sofocada) ...Mmmm....David....
D: (pegándola más a su erección) Ves lo que provocaste en mí ?.
A: (tratando de tocarla) Sí...y me encanta, te juro que...
En ese momento una voz por el megáfono del Instituto los interrumpía, era el director que avisaba que la entrega de guardia se realizaría en cinco minutos.
A: (mirándolo pícaramente) Salvado por la campana.
D: (totalmente excitado) Quién dijo que yo quería que la campana me salvara?!.
A: (sonriendo) Qué vas a hacer con ese problema?. (señalando su erección).
D: No sé, esperar a la noche a que alguien me ayude...Anda vamos antes de que el director se enoje.
Sala General:
D: (dirigiéndose a los presentes) Bueno, comencemos por el servicio de Oncología...