La noche de bodas

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Anteriormente:

I: (acercandosele provocativamente) Me está diciendo que me va a llevar a nuestra noche de bodas.

C: (tomandola por la barbilla) No, la voy a llevar al cielo, la noche de bodas que espere.

César lo tenía todo planeado, era obvio que la primera de muchas noches que pasarían ya casados, no sería en un cuarto médico del Instituto. Lucero llegaba a eso de 10:30pm, no había podido llegar antes porque tenía unos asuntos que resolver, ella también sabía de la sorpresa y lamentó mucho no poder acompañarlos en ese paso tan decisivo que habían tomado juntos.

L: (saludandolos) Hola chicos, felicidades, estoy realmente contenta por su boda. (dirigiendose a Iris) Sé que tú y yo no comenzamos bien, pero con el paso del tiempo he aprendido a respetarte y a quererte como amiga.

I: (sonriendo y tomando sus manos) No te preocupes, yo entiendo, yo también comencé mal contigo y al final todo por culpa de mis celos, pero entendí que nadie acá tiene la culpa. Así que tranquila, todo está bien entre nosotras.

Se abrazaron efusivamente sellando así el comienzo de una amistad que perdudaría en el tiempo.

L: (sonriebdo) Bueno, bayanse ya, yo me encargo de cubrirte la guardia César.

I: (mirando a César desconcertada) Pero tú estás loco acaso!, cómo vas a dejar la guardia a medio hacer?...César eso es peligroso y si el director te descubre no me quiero ni imaginar lo que será capaz de hacer (haciéndole pucheros) Es mejor que no hagamos nada hoy si?, no quiero que por mi culpa te busques un problema.

C: (besandola en la frente) Tranquila amor, todo está planeado, además como crees que nos vamos a perder nuestra primera noche como marido y mujer?...ni loco que estuviera te dejaría de hacer el amor hoy y siempre.

Dicho esto César se llevó casi obligada a Iris del lugar. Ella estaba preocupada, sabía que irse en medio de una guardia era una falta muy grande y que el director no estaba dispuesto a dejar pasar. Rezaba para que todo saliera bien, pero por lo visto Dios nunca la escuchaba.

En el auto, César ponía la canción preferida de Iris: "Víveme" de Laura Paussini, ella iba encantada, no sabía bien a donde pero de que iba feliz iba feliz. Se quedaba por minutos viendo a César con aquella mirada verde expresiva y le acariciaba el pelo mientras él manejaba. A ratos César apartaba la vista de la carretera para ver a su amada que ya dormía recostada en el asiento delantero del auto, su pelo caía en sus hombros y su carita era tan especial que a César le costaba trabajo poder concentrarce en la ruta.

C: (manejando con una mano y con la otra acariciandole el pelo) Te amo mi amor..

César condujo hacia el centro de la ciudad donde esbelto se herguía un lujuso hotel que era el favorito de miles de extrangeros y parejas enamoradas buscando su nidito de amor. César aparcó el auto, se bajó como pudo, para no despertar a su bella durmiente, abrió la puerta y sacó a Iris en brazos que aún dormía, ajena a lo que estaba sucediendo.

César la llevaba en brazos, era una verdadera escena de amor, llegó al loving del hotel y reservó la suite presidencial, era bastante cara pero la verdad eso para él no era problema.

Se dispuso a tomar el elevador ante la mirada curiosa de unos alemanes y de los trabajadores del hotel, que lo observaban sorprendidos ya que llevaba a una chica dormida en brazos, era claro que no sabían que esa chica era su esposa y que esa era, precisamente su noche de bodas. Ingresó al elevador y fue hasta entonces donde Iris empezó a despertarse.

I: (restregandose los ojos) Dónde estamos mi amor?...

C: (besandole la frente) En el paraíso mi cielo.

Amar es de locosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora