Era un enero como los de siempre, largo e interminable y ella, sofocada por el ruido de la ciudad, sentía que cada día que pasaba le quedaba grande y ahogaba sus tristezas sumida en el trabajo, trabajo que no le permitía ni darse cuenta que la vida se le escapaba de entre las manos.
Él por su parte parecía vivir en un enero diferente, un enero que para él prácticamente se estaba terminando, qué manera de disfrutar la vida!!! él no esperaba a que el placer le llegara, él iba por él. Pero a pesar de esa alma indomable y aventurera que poseía, había algo que le atormentaba y que era lo suficientemente grande para paralizar sus sueños.
Iris (la chica de nuestra historia) era una chica segura, centrada, un poco enojona pero creo que eso era algo común en su especialidad; estaba cursando el tercer año de la residencia de Psquiatría, ese año se graduaba y eso acentuaba más sus rasgos característicos. Entre la residencia, la tesis, las consultas y las guardias se planteaba si podía resistir hasta el final. Nunca se imaginó que ese día cambiaría su vida para siempre. En ese momento una voz grave cortó el ambiente tenso que se vivía en su consulta:
S: Doctora la solicitan en la oficina del director.
Iris corrió apresuradamente, no era muy bueno que el director llamase a uno de sus médicos a su oficina.
Oficina del director:
D: Qué bueno que estás aquí Iris necesito tu ayuda urgentemente.
I: (algo extrañada) Qué pasa profe?.
D: Se trata del hijo de un buen amigo mío, está cursando el tercer año de tu misma especialidad y el padre no lo ve lo suficientemente preparado para su graduación, así que me pidió que lo aceptara en nuestro hospital para ayudarlo, ya que sabe la excelente preparación de nuestros residentes.
Iris seguía sin entender nada y con voz algo agresiva replicó al director...Y qué tengo que ver yo con eso???.
D: Mucho Iris (mirándola con ternura) Eres la mejor de mis residentes y sé que puedes cumplir con lo encomendado.Así que mañana vas a conocer al doctor César, verás que te caerá bien...Y sin darle tiempo a que ella reacionara le indicó que se retirara a su consulta.
Iris no podía creer lo que estaba pasando, se sentía que iba a ser niñera de un hijo de papi que estaba en la residencia no precisamente por su actitud ante la misma. Pero respiró profundo y se prometió a ella misma que nada la iba a distraer en su objetivo de culminar con éxito su especialidad.
César por su parte era un "loco de la vida", era distraído, chistoso muy guapo y creo que por eso amanecía en camas diferentes todos los días. A duras penas iba al hospital y varias veces estuvo a punto de perder su residencia así que sí, definitivamente sería un dolor de cabeza para Iris.
Casa de César:
C: Papá hoy no me esperes despierto, no sé a que hora vuelva.
P: (con mirada sería) Hijo ven, sientate, tengo que hablar contigo.
C: (con un tono irónico) Y ese milagro que no vas a gritarme?? como últimamente es eso lo que haces...Qué pasa ahora papá???.
P: Hijo, no me gusta nada tus resultados en la residencia, no te veo preparado para afrontar el éxamen final, es por eso que he decidido enviarte al Instituto de Especialidades en el DF, allí el director es un gran amigo mío y ese Hospital es un excelente escenario docente, definitivamente allí se forman los mejores especialistas del país.
C: (aplaudiendo) Terminaste?? Esa fue la excusa que encontraste para decirme que me vaya de tu casa?? No te preocupes papá, al final esta casa nunca la he sentido como mía..luego de que murió mamá nada he sentido como mío....
El padre no lo dejó terminar y con lágrimas asomadas en los ojos le gritó..Escuchame bien César no hay peros que valgan, mañana mismo te vas al DF y de tu madre aquí no se menciona ni una palabra!!.
César enojado le gritó: Ojalá te hubieras muerto tú, y esta maldita especialidad la voy a terminar para que me dejes en paz, eso sí, cuando termine la residencia me largo de aquí y no me vuelves a ver en tu vida!!.
Y se fue, tirando la puerta de tal manera que la casa se estremeció.
El día por fin había llegado, era un viernes 13 y eso no daba muy buena espina, ese día Iris amanecía de guardia y no estaba de humor para aguantarle nada a nadie y mucho menos quería conocer a la persona que a partir de hoy sería un estorbo en su vida. Se dirigió con cara de pocos amigos hacia la oficina del director sintiendo que esa iba ser la postguardia más larga de su vida.
Oficina del director:
(Tocan la puerta)
D: Adelante.
I: Permiso profe...bueno (suspirando) ya estoy aquí.
D: Y te lo agradezco, ya no tarda en llegar ok?.
En ese momento entraba un muchacho alto, de ojos verdes, tez blanca, músculos bien definidos cabello castaño, eso sí, un poco desalineado y desprendiendo un olor que cualquier persona reconocería al instante, aquel muchacho olía a alcohol.
Iris un poco sorprendida por la mala educación del muchacho (ya que había entrado si tocar la puerta) se volteó al director con cara de preocupación y le reclamó..
I: Profe en primera a que hora piensa llegar el "consentido" del hospital y este alcóholico quién es?? acaso un paciente nuevo??.
El director asombrado de lo que sus ojos veían no tenía explicación alguna para darle a la residente que ya empezaba a impacientarse. Pero pronto recibiría la explicación que tanto buscaba.
El muchacho con tono sarcástico y lenguaje algo enredado le dijo..
C: En cuanto al "consentido" del hospital no sé, pero este alcóholico es el Doctor César, residente de tercer año de la especialidad de Psquiatría.
Hasta aquí este capítulo nos vemos pronto , actualizo pronto espero les guste por fis comenten y denlen a la estrellita...un beso depredador para todos...