Un Nuevo Día

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Vic: (reía) vas a ver (tomó un poco que había caido sobre las sábanas y se lo restrego por la cara) así estás mucho más guapo tu también.

H: ¿mucho más guapo?, eso quiere decir que si me ves guapo, te delataste tu solita.

Vic: es por el juego, ni te emociones, déjame incorporarme, se me me va a caer la toalla.

H: eso no estaría mal (comentó con una sonrisa).

Vic: (arqueo una ceja) ¿te gustaría?.

H: (asintió convencido).

Vic: ¿por que no me la quitas? (preguntó mientras comenzaba a desabotonarle la camisa).

H: (la besó y quitó el nudo de la toalla dejando que mostrara su cuerpo desnudo) me sorprendes (susurro contra sus labios).

Vic: ¿en que sentido? (tenía sus manos puestas en su pecho).

H: en todos los sentidos, eres una mujer que aparenta una fortaleza que no tiene (la miraba fijamente a los ojos) no eres la fiera que todos creen, en ti ahí mucha bondad.

Vic: estas loco y ciego, pero no importa, si eso crees, mejor para mi (terminó de quitarle la camisa y la lanzó al suelo) quiero hacerlo, ahora.

H: ¿no decías que querías cenar?.

Vic: puedo cenarte a ti (se subió sobre el para besarle).

H: (si el cielo existiera tenía que ser algo parecido a eso, pensaba, era más que evidente que el si estaba enamorado a más no poder, ¿pero ella?.....).

Heriberto recorría su cuerpo hábilmente con la yema de sus dedos causando en ella escalofríos. Se detuvo un instante para clavar su mirada en sus ojos entrecerrados por culpa de la excitación.
Ambos estaban dispuestos a gozar de aquellos momentos de placer como nunca.

Vic: será mejor que termines de desvestirte (dijo) así no podremos continuar.

H: (tal y como ella lo había pedido terminó de desnudarse por completo, ahora estaban a la par).

Volvieron a las caricias, a los besos..... Cuándo por fin se adentro en ella, quedaron inmóviles unos segundos.

H: te amo (dijo antes de besarla nuevamente, comenzó a moverse y ya estaba extasiado con el rostro de Victoria, no podía ocultar el placer que estaba recibiendo, el tampoco podía ocultarlo).

La Malquerida.

Av: tengo un miedo terrible, Lola, yo conozco a Victoria y temo que las cosas entre ellos no estén yendo bien.

Lo: dijiste que veías a Victoria diferente junto a al nuevo patrón, ¿ahora que te ha echo cambiar de opinión?.

Av: no es que haya cambiado de opinión, ella es diferente cuando esta con Heriberto, su mirada es distinta, incluso se le nota más relajada, pero es impredecible, y testaruda, cualquier cosa puede pasar.

La MalqueridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora